¡Me gradué!

Lo cierto es que no es nada comparado a los cinco años de carrera, a todo el aprendizaje adquirido, a los amigos que pude hacer en el camino, a los profesores que tuve... A poder estudiar lo que amo y contar con el apoyo de mi familia, pareja y amigos. ¿Qué más puedo pedir? Yo tuve eso y más. Ese día mi novio me acompañó a retirar mi titulo, sumándole que todos mis mejores amigos fueron a acompañarme también. Estuvieron conmigo desde temprano y apenas salí de secretaría con mi título en mano, estuvieron ahí para aplaudirme, abrazarme, felicitarme y tomarme fotos. ¡Muuuchas fotos! Parecían unos padres orgullosos. Eso lleno mi corazón enormemente, me hizo feliz tenerlos a todos allí conmigo, eso le dio sentido. Aparte, mi mamá me estaba esperando en casa con un pabellón hecho por ella y un delicioso jugo de parchita... ¿Algo mejor que eso?

Mis mejores amigos (y ahora colegas) han estado conmigo desde el día uno de mi carrera. Son cinco años en donde nos hemos apoyado y unido, hemos intentando estar en cada momento importante de la carrera del otro, a pesar de cualquier cosa. Así que entenderán lo importante que fue tenerlos a todos ellos ahí, incluyendo a mi novio, quien me ha apoyado en todo momento. Creo que ellos ni se imaginan cuanto significo ese "acto" que hicieron especialmente para mí.

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Recuerdo que ese día, al llegar mi casa, me tome un momento para agradecer. Sentí que en algún punto había sido un poco desagradecida, ya que me había quejado demasiado por no poder ir a mi acto sin detenerme un momento a valorar todo lo que tengo y a quienes me rodean. Solo me concentre en lo que me faltaba, en lo que no podía tener y que realmente no dependía de mí ya. No me fije en que mi familia, mi novio y amigos estaban allí apoyándome y que al final, tenía demasiado por lo cual agradecer. Yo disfrute mi carrera al máximo, me entregue por completo en cada materia, aprendí de casa profesor y de cada compañero con el que compartí en la carrera. No di nada por sentado. Estos cinco años fueron los que más aprendizajes me brindaron en mis 23 años, quizás no pude asistir a mi acto, pero eso fue solo una pequeña parte de mi carrera.

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Hoy, con ya mi título en mano, puedo decir que estoy muy feliz y que todo este recorrido valió la pena. En otra vida, volvería a estudiar psicología sin ningún problema. Mi carrera me ha dado tanto, me ha enseñado tanto y me ha abierto la mente de tantas formas, que sé que para mí no hay nada mejor. Creo que no hay nada más cierto cuando dicen que: Cada cabeza es un mundo. Eso es totalmente cierto y no hay nada más bonito para mí, que estudiar el mundo que habita en cada persona, poder descubrir y orientar a cada individuo a entender más sobre el mundo que emana de él, eso me llena y es lo que me hace feliz.

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Quería compartir lo especial que fue este día para mí con ustedes. Además, creo que me hacía falta plasmar este día en un escrito, así lo atesoro más y puedo leerlo en cualquier momento. Escribir siempre ha sido terapéutico para mí y así como escribo de lo malo, también quiero escribir de lo bueno. Hoy me tomo otro momento para agradecer por todo lo que tengo. ¡Espero que ustedes también lo hagan!

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