La importancia de las palabras: ¿Cómo construir futuros?
Lunes por la mañana y decidí ver un capítulo de Los Simpsons en inglés para practicar un poco el idioma, cuando me consigo con una palabra que le causa terror a Lisa, "Storytelling". Si, esta palabra puede ser realmente horrorosa, pero una herramienta grandiosa si lo que quieres es llenar de significado las palabras y tu vida, por lo que vengo a hablar sobre ello.
Hola, mis queridos Steemians. Hoy les hablaré un poco sobre el arte del Storytelling para hallar lo que realmente eres y deseas ser. Tal como lo decía nuestra gran escritora Ursula K. Leguin:
Una de las funciones del arte es dar a la gente las palabras para conocer su propia experiencia... La narración de historias es una herramienta para saber quiénes somos y qué queremos.
A lo largo de nuestra existencia hemos estado creando historias para llenar de sentido nuestras vidas, algo que el cine ha sabido sacarle bastante provecho y hoy por hoy, nos trae grandes piezas magistrales cargadas de mucho significado artístico y existencial.
Si eres un amante del arte, sin importar su expresión, de seguro tienes alguna película que haya marcado tu vida, o algún libro que haya significado mucho para ti. Esto, es lo que en gran medida define lo que gobierna nuestra mente y nuestro mundo. Así que, ¿Porqué no darle un vistazo más de cerca al significado de nuestros Storytelling favoritos? o vayamos más allá, ¿Porqué no revisar el discurso de nuestros líderes y héroes profesionales?
El discurso del emprendimiento: La otra cara de la moneda
Hace un mes hablé acerca de cómo lo que decimos, leemos o pensamos realmente influye en nuestra forma de percibir el mundo. Pues bien, hay algo que desde hace un tiempo para acá ha llamado mi atención y es que a pesar de todo el trabajo realizado, seguimos contando las historias desde un hombre, y nuestras historias de emprendimiento favoritas tienen como personaje principal a algún hombre.
Nunca he sido feminista y siento un particular rechazo a las ideas feminazis. Pero, el poder de las palabras sigue haciendo mella en puntos bien específicos que desagradan. Por ejemplo, si eres mujer y eres emprendora entonces eres un hombre. Si, como lo lees, eres hombre y te sientes hombre, porque en tu mente el máximo símbolo de progreso y crecimiento como fuerza de emprendimiento aún la tienen los hombres.
La autora que cité al inicio, Ursula, habla de una forma bien particular acerca del "He man - rule". Es sencillo, basta con saber que gramaticalmente siempre ha sido correcto decir "el hombre, tal cosa o equis cosa..." para dar a entender que se refiere a ambos géneros. Algo que hasta hace poco me tuvo sin cuidado.
Sin embargo, el poder de las palabras va sumando más y más a la definición de quiénes somos y qué hacemos. Hace unos meses decidí formar parte de una sociedad dentro de una agencia de medios, llamada Pal' Toque, que está en plena construcción, como agencia. Siempre me causó una enorme curiosidad ver cómo todo el mundo iba directo a uno de mis socios, hombre por cierto, a consultar todo. Dejando nulo o casi nulo, cualquier opinión que yo pudiera tener, obviando de hecho que he sido la mente maestra detrás de lo poco o mucho que se ha hecho.
Esto trajo durante algún tiempo conflictos internos en esa sociedad, hasta que finalmente alcanzamos un mágico punto de equilibrio, donde logré ser o igualar a mis dos socios hombres. Lo interesante de la experiencia, es que evidentemente presenté un cambio de conducta. Si bien es cierto que sigo siendo bastante femenina y tierna en ocasiones, mi lenguaje se ha tornado más directo y agresivo para negocios, tal cual se comunican los hombres.
Esto me puso a pensar un día. Porque realmente gané el respeto cuando asumí una actitud mucho más masculina, para así convertirme en figura de autoridad. Cuando lo medité más de cerca, supe que esta escritora tenía razón cuando dijo:
Soy un hombre. Ahora usted pueden pensar que he cometido algún tipo de error tonto sobre el género... porque mi nombre de pila termina en a y tengo tres sostenes, y he estado embarazada cinco veces,... Pero los detalles no importan. Si tenemos algo que aprender de los políticos es que los detalles no importan. Soy un hombre. Y quiero que creas y aceptes esto como un hecho, como lo hice durante muchos años.
Aquí la autora no está confesando sus preferencias sexuales, no está declarándose gay, tampoco está negando su gusto por los hombres. Pero si deja expreso, la cantidad de años que tuvo que anularse como mujer para poder igualar, crecer y figurar dentro de su propio mundo.
Ahora, retomando el tema de mi desagrado por las feminazis. En realidad mi desagrado es porque la mayoría busca igualarse abandonando su conducta y características principales como mujer. Incluso, hace poco pude ver a Reese Whiterspoon dando un grandioso discurso del empoderamiento femenino, pero que muy en lo profundo devela también cómo ella tuvo que ser más agresiva dentro de su sector para comenzar a figurar y ser tomada en cuenta profesionalmente.
Por este motivo y muchos otros, pienso que lo mejor es partir de conocerte, no como sugieren los libros de autoayuda que además desprecio, por motivos que luego explicaré. Más bien, deberíamos darle la vuelta a ese Stroytelling para hallarnos, hombres y mujeres tal cual somos, sin tener que usurpar la identidad de otro para evitar ser menospreciados o degradados. Porque a ver, también está la otra cara de la moneda, porque al menos en Venezuela he visto cómo desprecian a esos hombres que hacen los quehaceres del hogar, tildándolos de afeminados, de inútiles, etc, obviando los acuerdos internos de pareja y que realmente eso solo es problema de esa familia y no debería someterse a la opinión pública.
En fin, más allá de hablar de buscar una igualdad, deberíamos comenzar por hallar el verdadero significado e impacto que tienen nuestras palabras. El impacto que un simple programa de televisión puede llegar a tener, el mismo que puede tener una película, un libro, un vídeo de YouTube.
Quisiera dejar de ver a mis amigas "empoderándose", al tratar de romper paradigmas, cuando realmente están adoptando posturas masculinas, en lugar de estar buscando su verdadero ser, sus gustos y pasiones. Mientras tanto, yo seguiré disfrutando de romper mis propios paradigmas (no los de otros), de hacer eso que la gente dice que no podré lograr y de quebrar cada día un poco más la mente conformista de quién me lea.
Porque, por algún lugar se debe comenzar y el lenguaje es nuestra mejor herramienta. La próxima vez plantéate la pregunta ¿Cómo escoger palabras llenas de significado? ¿Cómo escoger las correctas? ¿Porqué el lenguaje importa?
Hace un tiempo leí algo similar. Pero relacionado con la forma en la que somos educadas. Dentro de las familias normalmente se le inculca a las mujeres una actitud bastante sumisa en contraparte con los hombres. Y no es algo hecho a drede, está tejido dentro del constructo de la sociedad. Es por eso que las mujeres son menos en roles de poder, porque tienden a tener una actitud más pasiva por la educación que se les da, y no son tan agresivas para perseguir sus sueños.
Una mujer empoderada, como dices, tiende a recibir comentarios que la comparan con un hombre. Porque ejercen dominancia, porque son más acertivas, porque siguen sus metas. Este cambio de paradigma social es lo que el mundo está experimentando, y que es necesario para lograr la igualdad bajo la que nace el feminismo. Y las palabras son solo el primer paso para recablear nuestros cerebros y enseñarles que
Y muchas otras nociones que debemos ir transformando para ser verdaderamente empoderadas y dueñas de nuestro destino. ¡Gracias por esta gran reflexión sobre el poder de las palabras para construir un mundo que sepamos nuestro por derecho!
-A.
Súper valiosa tu apreciación. Y es que realmente ahora la lucha es en contra de todas las malas programaciones que tenemos, esos pensamientos y palabras que han construido ese miedo y sumisión. No solo con la parte sexista, sino con todo.
Es momento de revisar nuestras palabras y avanzar definitivamente hacia una sociedad más constructiva y no tan retrógrada.
Exelente..
Sigueme @tonliendo y vota.
A mi también me desagrada las feminazis, pero me considero feminista. Este punto de vista que expones no lo había leído nunca, pero me parece bastante acertado, creo que también tendré que decir que soy hombre.