Alcohol para las heridas
Un niño esta en el patio de su casa con dos de sus amigos, corriendo y brincando por todo el lugar, los tres se quieren, se estiman.
Uno de los niños tropieza y se cae, se corta la rodilla con un objeto que se le queda incrustado en la herida. La sensación es molesta y le produce dolor.
Uno de los niños se acerca a calmarlo y trata de consolarlo diciéndole que todo estará bien, que tenga calma y le ayuda a secar sus lágrimas y a no fijarse tanto en su dolor y en su herida, aunque la herida aún sigue ahí, abierta, y con el objeto que le causa tanto dolor dentro de ella, pero ya no es tan dolorosa gracias al apoyo.
Uno de los niños sale corriendo hacia la casa y regresa, sin mediar palabras, toma la pierna del niño herido con fuerza y firmeza, le mira y le dice que aguante y sea fuerte, abre un frasco de alcohol y lo riega sobre la herida. Quizás sin sutileza, pero con determinación saca el objeto dentro de las carnes, esto le produce un fuerte dolor al amigo, pero a él no le importa y sigue tratando la herida, vuelve a vertir un poco más de alcohol y termina poniendole un vendaje.
Al rato, el niño con su rodilla un poco mejor y con un mejor ánimo se levanta y sigue jugando con el amigo que lo consolo como si nada hubiese pasado, pero con el otro siente cierto recelo, pues hizo cosas dolorosas sin detenerse un poco a pensar si lo que haría iba a producir tanto dolor en su amigo.
Una reacción así es normal y entendible entre niños. Siendo adultos, podemos discernir, reflexionar sobre la verdadera naturaleza de los actos, las verdaderas intenciones que tengan los demas para contigo, porque tu nivel de comprensión debería ser mayor y saber lo que es bueno y lo que se hace bien, incluso más allá del dolor que se pueda producir.
En la vida conoceremos personas capaces de apoyarnos y hacer de nuestras malas circunstancias un momento menos doloroso y más llevadero, personas que sepan darnos ánimo y aunque esto tenga mucho valor, no es suficiente para cerrar ni una cortadita en una rodilla. Para eso se necesita el alcohol y un buen curetaje; asi que, valora de igual manera a las personas que quizás no tienen palabras de aliento o confortables, pero tienen acciones que aunque ardan con el alcohol, son capaces de hacerte sanar, son capaces de cerrar una herida abierta para que sigas jugando.