Pepe (Cuento infantil) (Decima Parte)

Desde ese mismo día el muñeco entra a formar parte de la pequeña aldea.
Poco a poco se va ganando el cariño de todos.
Se queda con Ramón muchas noches a enseñarle a hacer muñecos.
26
Cuando llega el padre de Jaime, se encuentra con que su hijo tiene otro hermano.
Durante una semana entera la aldea tiene fiesta.
Pepe ya no es solo del niño sino de todos, duerme cada día en una casa diferente.
Una noche mientras habla, Jaime le reprocha.
-Ya no me quieres.
-Claro que sí Jaime, tú eres mi dueño.
-Pero ni siquiera duermes aquí.
-No hay que ser egoístas, todos en la aldea me quieren y eso me hace muy feliz, más de lo que imaginas, a todos los quiero, son muy buenos, pero tú eres diferente, me salvaste la vida, me diste de comer y beber y me enseñaste a jugar, me diste casa y cariño, a ti te quiero más que a ellos, eso es igual que como quieres a tus padres, a ellos los quieres más pero por eso no dejas de querer a los demás, es diferente el cariño.
-Entonces. ¿Me quieres?
-Sí Jaime, mucho.
Los dos amigos se toman de la mano y comienzan a dar vueltas.
Los regalos llueven sobre el extraño visitante, ya a nadie le importa que el muñeco hable, todos son muy felices con él.
Sin embargo Pepe al pasar el tiempo se va sintiendo triste.
Todas las noches mira las estrellas y ruega que vuelvan sus padres.
-¿Qué te pasa Pepe?
-Me hacen falta mis padres.
-¿Cuándo vendrán?
-No lo sé.
-¿Té iras con ellos?
-Sí, Jaime.
-¿Me dejaras solo?
-No. Tú tienes a tu mama y a tu papa.
-No quiero que te marches.
-Aun no me marcho, pero entiende, yo soy como tu hermano pero también tengo padres y así mismo como tú los quieres a ellos, yo los quiero.
-¿Nos dejaras solos?
-¿Cambiarías a tus padres por mí?
El niño queda pensativo y no contesta.
-Yo tampoco Jaime, cuando vengan me iré, siempre seré tu amigo o tu hermano, como quieras, pero ellos son mis padres. Cuando me marche recuerda que allá en una estrella de las que ves en la noche estaré y alguna vez volveré.
-Sí, Pepe, tú también recuerda que te quiero mucho.
Ambos se abrazan en la cama y se quedan dormidos

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