Leer es una aventura y un placer que ha resistido los embates del tiempo manteniéndose como una de los hábitos más enriquecedores del ser humano.
Sin embargo en el mundo moderno este placer ha ido cayendo en desuso y cada día es menor el número de personas que lo hacen, provocando en consecuencia una desculturización que atenta contra el bienestar del ser humano y es mucho más peligroso que cualquier arma atómica inventada.

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El no leer produce adormecimiento neuronal, atenta contra la calidad de vida del ser humano, produce malas notas escolares, alimenta la mediocridad del individuo que deja de comunicarse correctamente por no poseer noción de la ortografía, de las reglas y de cientos de cosas más.
El mal lector nunca podrá ser buen escritor ya que escribir se aprende leyendo.
La lectura enseña a convivir, amar, crear, informarse, tomar decisiones, interrelacionarse y es un antídoto efectivo contra la idiotez.
Pero no se simplifica todo en leer, así como no son suficientes los ingredientes para cocinar una buena comida, hay que hacerlo escogiendo cosas de calidad, porque de lo contrario, y es lo que está ocurriendo actualmente, se produce una reacción contraria a la acción.

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Quien lee basura termina pareciéndose a lo que lee, el que no tiene un buen sentido de la riqueza será siempre pobre, aunque tenga dinero, el que consume literatura fácil y banal estará alimentándose de desechos.
Al igual que todo en la vida, para lograr resultados óptimos hacen falta herramientas e ingredientes del mismo tipo.
Y lamentablemente tenemos una pandemia de ese tipo de lectores, los que les parece cool un meme o una obra de fantasía sin sentido, los que invaden las redes escribiendo artículos o alguna obra “literaria” sin importarle los horrores ortográficos, la mala redacción, el desconocimiento total de figuras literarias y un sinfín de cosas más que cada vez que son expuestas hacen temblar las tumbas de Andrés Bello o Miguel de Cervantes.
Lo más grave es que estos adefesios tienen seguidores, personas similares que los aplauden, que los vitorean y hasta los admiran.
Son el producto del desinterés por la buena lectura, son catadores culinarios con ageusia, que cada vez son más numerosos, como si los mismos fueran portadores de un virus que ha producido una epidemia.
Por tal razón y como antídoto a todo lo anterior expuesto, les propongo que aprendamos juntos leyendo obras literarias de calidad, obras que han dejado huellas, no por las ventas que produce el marketing, sino por lo trascendental de sus tramas o por lo rico de su prosa.

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Por lo que los invito a participar en el club de lectura Expresiones para que juntos no solo compartamos el placer de leer sino de intercambiar opiniones acerca de lo que hemos leído.

La dinámica es muy sencilla y es la siguiente:

1.- Se posteará el capítulo de un libro a leer o parte del mismo, si es muy largo, y se dará una sinopsis de la obra a la cual pertenece.
2.- Se darán siete días para emitir algún comentario sobre el mismo, este debe ser colocado como respuesta en el post donde se da el nombre de la obra.
3.- La participación es abierta para quienes deseen sumarse a la aventura de leer.

Agradezco opinión a la propuesta

Dale Resteem para que llegue a mas personas

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