La Ilusión del ser feliz con la Amante.

Un día Normal, como cualquier otro…

Ella conoció a esa persona que cubría todas sus expectativas: divertido, alegre, sociable, serio, atento, detallista. Perfecto, dijo ella.

Luego de pasar de tener una amistad muy íntima, se enteró que era casado.

“No importa, Exclamo… Solo tendremos una bonita amistad”.

Al pasar el tiempo ambos estaban tan ligados que no podían dejar de verse, de hablar y estar largas horas hablando por mensajes.

Eran la pareja perfecta en un sentido raro, ya que él era casado.

Sin importar el pequeño detalle del anillo, iniciaron una relación oculta.

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2 años y la relación era la mejor del mundo. Eran inseparables.

Él pensó: Si tan solo ella fuera mi esposa todo sería distinto. Sería Feliz.

Ella, al ver su posición de amante, comienza a sentir el deseo de ser la esposa.

5 años juntos, hasta que por fin ella obtuvo lo que quiere.

Ya podía exhibir su relación sin sentirse criticada por los demás.

Dejo de ser la amante para ser la Esposa.

Ella No pasó ni un día sin pensar: “Se lo hizo a ella, me lo va a hacer a mí”.

Y así fue.

Él conoció a otra, y al ver los errores y defectos de aquella amante que paso a ser esposa, busco nuevamente a esa mujer perfecta que lo haría feliz según la ilusión errónea de su percepción.

La emoción de lo prohibido se extinguirá, al igual que la imagen perfecta del o de la amante con quien apenas se comparte en secreto, sin los dilemas rutinarios de una convivencia en pareja o un matrimonio.