El Engaño Más Grande IV

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En este instante solo puedo ver a etas dos personas con rencor y dolor en mi corazón, no me importaría irme en este mismo instante con un mafioso solo para hacerla sentir el dolor que siento ahora, siempre pense que era una mujer respetable, una mujer que iba a su trabajo y luchaba día a día por cumplir su sueño de convertirse algún día en contadora encargada, pero no, todo fue mentira, solo era una vil proxeneta junto a su amante, quien también resultó ser mi padre haha! río en mis adentros pensando que yo debería completar el paquete en esta linda familia, "Iré contigo Larry, pero no como tu prostituta ganada, solo seré tu invitada si así lo deseas" digo con voz firme y segura al hombre que me tiene sujeta de la cintura, "nada me haría más feliz mi ángel, te trataré como una princesa y más aún sabiendo que lo eres", dice estas ultimas palabras viendo a los que se hacen llamar mis padres, "nena ven aquí, hay muchas cosas que debo explicarte",dice mi madre en medio de lagrimas, por un momento me hace pensar que realmente le importo, pero recuerdo como me mintió toda una vida y solo hago un gesto de decepción y adiós y me dispongo a dar media vuelta, "Aranza ve con tu madre, te lo explicaremos todo este hombre es despiadado y un asesino y no saldrás de aquí con él, primero muerto que dejarte ir en manos de este hombre", al escuchar la palabra asesino me sobresalté , ¿hasta donde estaré dispuesta a llegar para hacerle sentir a mi madre el mismo dolor que siento ahora?

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Doy un paso para ir en dirección a mi madre, aunque no quiera hacerlo se que si me voy con este hombre me obligará a entregarme a él de la peor forma, si los mafiosos en esta sala le temen debe ser por una razón, sin embargo al intentar avanzar hacia ella él me toma del brazo con fuerza, "tu humillaste a mi padre Pacco, tienes una deuda con mi familia y la historia no se repetirá conmigo, dile adiós a tu tesoro jamás volverás a verla, siempre esperé el momento perfecto para vengarme de ambos y este llegó a mí sin siquiera buscarlo" me empujó con fuerza detrás de él y escuche como accionaba su arma en dirección a ellos, todos comenzaron a disparar de ambas partes y mi madre gritó a sus hombres para que pararan el fuego, Larry me llevó con él halandome con fuerza, traté de soltarme pero era imposible, seguí empujando y tratando hasta que sentí un duro golpe en la cabeza, todo se volvió negro y no supe más de lo que estaba ocurriendo.

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Ya era de noche me encontraba en un cuarto amplio y hermoso con un cielo raso y una lampara de lagrimas que daba un aspecto elegante, nunca había estado en un lugar así, un dolor en mi cabeza me hace recordar en manos de quien me encuentro y me sobresalto en la cama al solo pensar que ese hombre haya abusado de mi, entro en pánico y me levanto, tengo la mismo ropa y solo me duele la cabeza , mi peluca ya no está pero todo o demás sí, me asomo por la gran ventana abierta en frente de mi y veo hombres armados por todo el lugar, miro hacía la puerta y me dispongo a ver si estoy o no encerrada y para mi gran sorpresa la perilla gira, abro lentamente la puerta y veo un hombre de espaldas justo en la salida, así que no me encuentro encerrada más si obligada a permanecer en este lugar, hay otra puerta cerrada y me dispongo a abrirla pero es el baño, me veo al espejo y estoy pálida con el maquillaje corrido y estas ropas que ya no aguanto, lavo mi cara y recorro el cuarto buscando otra forma de salir de aquí sin embargo no hay forma de hacerlo, veo unas ropas dobladas en un sillón y resulta que son de mi talla unos Jean ajustados y una blusa que se ve muy cómoda a simple vista, realmente agradezco poderme cambiar este incómodo vestido, también veo unos tenis voy al baño y me cambio de ropa, no soy totalmente yo, pero me siento bien con esta imagen de mi, ahora solo debo intentar salir de aquí, abro la puerta y el hombre en ella me deja salir sin problemas, camino al final del pasillo y bajo las escaleras y allí se ve él, tan relajado y apacible, tan indefenso a simple vista y tan inexplicablemente atractivo, me regaño a mi misma recordando sus palabras y trato de verme molesta y firme delante de esos ojos que me escudriñan con cada escalón que me lleva hacia él, "¿como pudiste golpearme?" fue lo único que salió de mi boca al estar en frente de él, "no dejabas de intentar huir necesitaba que te quedaras quieta en ese momento, lo siento me sobrepase" puso una cara de arrepentimiento genuino, "solo quiero ir a casa necesito aclarar muchas cosas y no quiero creer que realmente eres el hombre que dijo el Sr. Paccodilli" me mira con cara de asombro y abre y cierra su boca como arrepintiéndose de lo que iba a decir, "ni él, ni tú me conocen" dice en tono serio, "pero creeme no soy ni un asesino ni me considero despreciable, no te haría nada que tú no quieras, sin embargo debo hablarte de lo que me llevó a decirle esas cosas a tu padre", me hace una seña para que tome asiento, "ponte cómoda por favor, luego decidirás si deseas irte o seguir el juego de los negocios turbios de tu familia".

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