La Responsabilidad Social

Mi amiga @kapay siempre me ha hablado de la responsabilidad social que debe tener todo individuo, y hoy quiero compartir con ustedes mi experiencia al ejercer esa responsabilidad social.

Para nadie es un secreto la difícil situación que se vive en mi país, Venezuela. Esta grave crisis no es solo económica, sino también de salud. No se consiguen medicamentos, los hospitales no tienen insumos, el personal de salud es muy mal remunerado y pare usted de contar. En Venezuela han resurgido enfermedades que estaban erradicadas hace unos años.

Pero no pretendo en este post exponer esta lamentable situación conocida por todos, lo que quiero es compartir la grata experiencia que tuve hoy al ser parte, sin buscarlo, de una jornada de vacunación en mi sector de residencia. Hace mas de 10 días fui diagnosticada como un posible caso de sarampión, enfermedad que actualmente mantiene al estado donde vivo (estado Bolívar) en alerta epidemiológico. Afortunadamente ya estoy bien. Sin embargo, en vista de lo contagioso de la enfermedad y de la situación de alerta epidemiológica, en conjunto con los entes responsables del control epidemiológico del estado, logre organizar para el día de hoy una jornada de vacunación destinada la prevención de la propagación de esta enfermedad en el sector donde resido.

Fue muy gratificante ver la disposición del personal de salud del centro de control epidemilógico a atender a la comunidad, así como ver que la comunidad se sentía agradecida por haber sidos tomados en cuenta para esta jornada de salud. Saber que nuestros niños están protegidos, que nuestros vecinos se sienten agradecidos y cuidados no tiene precio.

En esta jornada también logré observar la solidaridad entre los vecinos, ver como se llamaban unos a otros para que nadie se quedara sin vacunas, así como atender las necesidades del personal de salud que estaba llevando a cabo el servicio social. Realmente fue una experiencia que espero volver a repetir.

Me queda como reflexión que a veces estamos tan concentrados en nuestras actividades diarias que nos nos tomamos el tiempo de observar a nuestros vecinos, a nuestro projimo. Sensibilizarnos con su situación y sus necesidades. Nada cuesta extender una mano. Y de estas experiencias no solo queda la sensación de gratificación personal, sino que siempre hay enseñanzas que nos ayudan a crecer como personas, nos hacen mejores seres humanos.

Gracias por leerme

Stemeandoando