Del peligro de mirar atrás
El retrovisor es una herramienta importante al conducir. Nos advierte del peligro potencial que pueda haber atrás de nosotros y que no podemos ver por estar concentrados en el camino a seguir. Sin embargo, en el curso de nuestra vida mirar atrás puede representar un peligro en si mismo debido a que lo dejamos atrás puede, y en ocasiones logra, atraernos de vuelta a sí, desviándonos de nuestro curso.
Recientemente, me he visto en la posición de tener que rechazar constantemente pensamientos del tipo "¿Habré tomado la mejor decisión en ese momento?" "Debería volver a hablarle..." "¿Por qué habré hecho eso?" lo cual consume una parte importante de mi tiempo y pensamientos. ¿Qué sucede aquí y por qué es importante detenerlo?
Mi mente como un Río.
"Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos." - Heráclito
Este es el objetivo que intento conseguir. Que mi mente y pensamientos sean como un Río, fluido, siempre hacia una sola dirección. El agua del río nunca regresa igual, no se devuelve, no se estanca, siempre fluye. Al mantener un estado mental estable de esta manera, lograré que mis ideas y acciones operen en función al futuro, a lo que hay adelante, y nunca a lo que hay atrás-
Sin embargo, con esto no se quiere decir que el pasado no es importante y se debe ignorar. Nunca se debe infravalorar el aprendizaje que debemos derivar de cada una de nuestras experiencias pasadas, al contrario, debemos moldear nuestras formas futuras en función de lo aprendido para no repetir errores o cometer errores evitables.
Al dejarse seducir por el pasado nos estancamos, generamos ansiedad y sentimientos de culpa por cosas que ya no podemos cambiar. Esto no permite mantener un ritmo de vida activo, saludable, que nos ayude a cultivar nuevas semillas para ser cosechadas a futuro. Evitemos esto, dejemos el pasado atrás. Aprendamos de él, pero aceptemos que lo que fue, ya no será.
jajaja me encanta rafiki, cuadro perfecto con el post