Vivir en experiencias.

Todos nuestros ayeres sirven para acordarnos de nuestras experiencias, en las que los recuerdos nos da para pensar en esos recuerdos de cuando escuchábamos una canción, parece que somos maestros de las experiencia que vamos cosechando. Lástima que esta vida solo tenga para vivirla una sola vez, es por ello que hay que guardar toda la experiencia que se pueda.

No el que más experiencias vive es el que más aprende, es fundamental vivir pensando, tenemos que pensar en todo, en lo que hacemos, en lo que vemos, y en predecir lo que está por venirnos. A veces la vida nos puede engañar, es ejemplo claro cuántas veces el corazón y los sentimientos quieren hablar por nosotros, y hasta nos guían hasta la frontera de la propia conciencia más intimista, donde decimos que los sentimientos son percepciones erradas y fuera del contexto de nuestra realidad más cercana.

¿Que será mejor?, hacer una biografía de nuestras vidas, y proponernos a vivirla, como ese camino que nos fijamos y transitarlo hasta llegar a su fin.

¿Quizás caminar sobre un camino que no es tan predecible?, pero que con la seguridad de nuestros pasos, marcamos una vía, y en base a ese camino escribimos una biografía.

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Todo es cuestión de nuestras herramientas y argumentos de vida, muchos hacemos modos de pensar que dejan huellas, otros copian modelos para poner al frente un horizonte, yo vivo y aprendo, y mientras más aprendo más estoy convencido que el camino no tiene fin, sino hasta que me tropiece con el fin de mi existencia.

Qué bonito es aprender de experiencias ajenas, siempre que no seamos testarudos en su aprendizaje, ese dicho quién le va a gustar aprender de sus propios errores? a mi filosofía individual, esa que delimita mi pensamiento de él de los demás, me dice que a nadie, es falso que a alguien le pueda gustar esa forma de aprender, ya que por cada error , se desangra más la herida. Si es verdad que si nos pasa algo malo, corregimos y aprendemos para no hacerlo más, pero a la vez digo, y no es más fácil que si las malas experiencias las vemos desde una perspectiva y enfoque exterior, las podemos estudiar y analizar para con nuestras vidas, total no es a nosotros que nos pasa.

De las experiencias buenas se aprende más, para explicar esto, pongo el siguiente ejemplo:

"Si caminamos siempre por un camino limpio, sano, lleno de rosas y claveles, donde existen arroyos de aguas cuyos manantiales parecen de nunca acabar, y mientras llevamos largos tiempos caminando por allí, no nos pasa nada, y encima de ello vemos que vamos acumulando experiencias bonitas en sus andares, por más que veamos caminos alternos, no vamos a querer elegir caminos alternos, porque por el que caminamos nos ha dejado experiencias gratas".

"Invito a que vivamos nuestras experiencias vividas sin sufrimientos de aprendizaje, si se puede, solo es cuestión de exacta decisión y de querer ser felices."

Autor: @ingmarvin