Buen post.
Los criterios para medir la madurez de las personas, señalado por Allport, son dignos de ser tomados en cuenta para seguir creciendo como seres humanos.
Pero siendo más práctico y más coloquial, la madurez de cada persona se mide por la capacidad de asumir responsablemente las consecuencias de sus decisiones. Cuando un individuo toma decisiones y no asume sus consecuencias, es una persona inmadura.
Desde esta óptica, muchísimas personas pueden tener 40, 50 o más años y no han alcanzado su madurez psicológica.
Cuando se comienza a responder por las consecuencias de nuestras decisiones, se asume el desafío de la libertad de elección que implica: tomar la decisión y dar la cara por sus resultados. Asumir dicho reto nos hace crecer y mejorar como seres humanos.
Pero siendo más práctico y más coloquial, la madurez de cada persona se mide por la capacidad de asumir responsablemente las consecuencias de sus decisiones. Cuando un individuo toma decisiones y no asume sus consecuencias, es una persona inmadura.
Desde esta óptica, muchísimas personas pueden tener 40, 50 o más años y no han alcanzado su madurez psicológica.
Cuando se comienza a responder por las consecuencias de nuestras decisiones, se asume el desafío de la libertad de elección que implica: tomar la decisión y dar la cara por sus resultados. Asumir dicho reto nos hace crecer y mejorar como seres humanos.
Completamente de acuerdo. Eso confirma lo que cito de Allport, pues si una persona es capaz de proponerse objetivos, es porque se asume que puede responder a las consecuencias de los mismos. Porque asi por ejemplo, cuando se logra lo que se propone, muchas veces las personas no saben qué hacer.
Y si, en nuestros tiempos, muchos no asumen los resultados de sus acciones, ya que según mi opinión, no fueron capaces de plantearse objetivos realistas. También producto del desconocimiento propio y de sus capacidades.
Gracias por tu aporte.