Dios, el destino y la suerte vs. nuestras decisiones

in #spanish7 years ago

¡Hola queridos amigos!

Hoy me gustaría compartir con ustedes algunas apreciaciones sobre la vida, nuestras creencias y nuestros poderes.
Algunos otorgamos nuestro poder de decidir (lo que yo considero nuestro poder más legítimo y auténtico) a dioses, al destino, a la suerte y a todo aquello, diferente de nosotros, que represente una fuerza superior, o al menos así lo construimos en nuestros pensamientos. Tal vez sea la manera de enfrentar o esconder nuestros miedos, nuestra ignorancia, nuestra inconsciencia.

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¿Qué es un dios?

Cuando digo dios, entiéndase Dios, Alá, Buda y toda deidad que represente una religión o creencia.

Si nos adentramos en lo que predican todas y cada una de las religiones del mundo, notaremos que el mensaje principal es de paz, amor y respeto a los demás. Expresado de diferentes maneras, y de ahí que, en lo personal esté más de acuerdo con unos que con otros, pero al fin y al cabo son todos mensajes positivos.
El Cristianismo con sus diez mandamientos y la veneración de un único Dios todopoderoso.



Catedral de La Habana
Fuente

Los musulmanes, practicantes y devotos del Islam, adoran exclusivamente a Alá, ya que esta es una religión monoteísta, y el libro que los rige es el Corán.

Ahora bien, en cualquiera de los casos nos hallamos frente a una serie de ordenanzas de lo que debemos y no debemos hacer, enfocadas solo en el fin, en un objetivo respecto del prójimo, pero a nada de esto llegamos sin haber hecho antes un trabajo intenso en nuestro interior.
Me atrevo a hablar sobre el cristianismo porque es la única fe que de alguna manera he practicado (hice el catecismo hasta tomar la primera comunión).

Luego hay que sumar, obviamente, la interpretación que da cada quien a estos mensajes y el fanatismo que, a mi juicio, trasciende a la religión para convertirse en una carencia de espiritualidad disfrazada tras la repetición mecánica e inconsciente de mensajes de los que realmente, no se tiene ni idea.

Creo que no debemos ver a ningún dios como alguien diferente de nosotros, y con quien estamos si cumplimos o con quien no estamos si incumplimos. Tampoco creo que confesar nuestros pecados hincados de rodillas ante un sacerdote o en nuestra habitación hablando con el aire nos limpie el alma. Esta es la parte de supremacía, de ser superior, todopoderoso que a veces pierde a sus seguidores hacia una sumisión segadora que impide ver la idea, también cristiana, de que Dios está en cada uno de nosotros. Como tal, Dios es cada gesto bondadoso que se desprende de manera natural de cada persona para con los demás. Así pues, no creo que haya que alzar la cabeza mirando al cielo y buscar fuera, porque las respuestas están dentro, es a ese dios que realmente debemos hacer culto, es a nosotros mismos a quien debemos confesar nuestras miserias, dificultades y discordias con el fin de encontrarles la mejor solución.
Y la mejor solución, amigos, será siempre la que tomemos desde nuestro estado más consciente, porque aunque no nos lleve al lugar esperado, será, a lo peor, una lección más aprendida.

No tengo nada en contra de los practicantes que cumplen cada día y cada semana con sus oraciones, rituales, etc. Pero si después de rezar, pedir, no somos capaces de ejercer el poder de dios sobre las personas con las que interactuamos a diario, entonces ¿de qué fe, de qué espiritualidad hablamos?
En fin, que antes de rezar y pedir perdón al cielo, miremos a los ojos de quien hemos hecho daño de cualquier tipo y pidámosle perdón desde el corazón. Para hablar con nuestro Ser siempre tendremos infinidad de oportunidades, en cambio, las palabras correctas en el momento preciso a quien las necesita tienen, por lo general, muy poco margen de tiempo y de error.

Y antes de pedir al cielo fortuna, veamos qué tenemos y qué podemos hacer con ello para alcanzar nuestras metas.


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Por otro lado, me atrevo a hacer algunos comentarios sobre budismo, desde mis modestos conocimientos.

Creo que el budismo nos abre claramente las puertas a nuestro mundo interior, a lo importante de nuestra conciencia, nuestro conocimiento propio. Esta es realmente la base de todo en nuestro día de cada día, de ello depende la cadena de sucesos y acciones a la que llamamos Vida.

Por más que miremos al cielo en busca de respuestas, en busca de esa señal divina que nos abra los caminos y nos diga por dónde andar, el poder es solo nuestro.

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Por más que nos aferremos a la idea de la suerte, este efecto no nos llegará si la cadena de sucesos generados como consecuencia de nuestra toma de decisiones, no está basada en reglas y patrones de comportamiento que vayan en favor de nuestros objetivos.

El poder de decidir: nuestra bendición o crucifixión

Sea para bien o sea para mal, está en nuestras manos el poder de decidir sobre nuestras vidas. Unas veces el resultado será el esperado o incluso superior a nuestras expectativas y en otras tendremos que afrontar determinadas consecuencias no deseadas.

Al escribir estas líneas es inevitable recordar las repetidas ocasiones en que tantas personas llaman “tener suerte” a situaciones de las que se sale victorioso, y qué mala suerte cuando ocurre lo contrario.
Supongo que es más fácil llamar “suerte” a la cadena de decisiones que tuvo que tomar la otra persona, asumiendo sus riesgos y responsabilidades, que reconocer el buen tino de su esfuerzo.

Conclusiones

  • Es posible que una parte de nuestras vidas esté sujeta al predestinamiento desde el punto de vista de nuestro lugar de nacimiento por ejemplo. Convengamos que no es lo mismo nacer en África, América Latina o Europa… Hay lugares en los que desafortunadamente, ya se nace “con la espada en la cabeza” y las posibilidades de cambiar la realidad son escasas e incluso ínfimas.

  • Ahora bien, no hagamos de nuestra realidad la culpable de nuestro infortunio, sino hagámonos responsables de lo que sí depende de nosotros, de lo que podemos cambiar, mejorar y aprender en pro de tomar nuestras mejores decisiones.

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Y esto ha sido todo por esta vez amigos.
Bendiciones y mucho ánimo para todos.
Hasta pronto

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Muy buen post.

Pienso que lo que se puede extraer del post, como lección para nuestra vida son dos aspectos fundamentalmente:

Primero, todos los grandes maestros espirituales han ofrecido a la humanidad una forma de vivir en armonía con el otro (Prójimo) y con la Madre Naturaleza. Lo que implica aceptar dicho mensaje y actuar en consecuencia, siguiendo el mandato del amor, que se manifiesta en bondad, solidaridad, apoyo, cooperación, valoración, paz, no-violencia...

¿Qué hizo el hombre al respecto? El hombre construyó un "dios" a imagen y semejanza de su ego, es decir: violento, egoísta, intolerante, avaricioso...

Segundo, el ser humano tiene un maravilloso regalo que se llama "Libertad de Elección", que implica que él se construye su propio destino. Respecto al la libertad de elección, hemos fabricado un centenar de creencias que prácticamente la eliminan, porque es más fácil ser víctima de los hechos, que asumir la responsabilidad que se tiene frente a los mismos.

Por este motivo escuchamos frases como: "todo pasa por una razón", "lo mejor es lo que pasa", "ese es el destino que me tocó vivir", "todo lo que pasa es porque Dios lo quiere"... Bueno, todas esas frases eliminan el rol protagónico que tiene el hombre en su historia y en la historia de la humanidad.

¿Qué deberíamos hacer? Asumir que por el hecho de poseer libertad de elección, somos las arquitectos de nuestro destino. Y que cualquier creencia religiosa que tengamos, debe llevarnos a transformar nuestra vida, a ser mejores seres humanos, con mayor calidad en el servicio, amor y entrega a los demás.

Has abordado un tema que trae algunas controversias notables, debido entre otras cosas al llamado fanatismo, donde muchos exageran el poder y la convicción de sus creencias. El fanático es un estado de pensamiento, para mi muy negativo ya que no da cabida al razonamiento crítico sino a solamente a su pasión fanática. Y no solo es en lo religioso. Por ejemplo en Venezuela mi país, existe un fanatismo exagerado en algunos casos con los equipos de béisbol especialmente los del Caracas y los del Magallanes, donde se pierde el "norte" de que es solo un deporte y se crean fuertes discusiones , agresiones y peleas por la actuación de uno u otro equipo deportivo. En el ámbito religioso que es el tema que tu tocas no deja de ser similar el asunto del fanatismo y la exageración en este caso es muchas veces mas profunda y hasta se trata de "malditos" a los que no piensan de una determinada forma.
Una cosa en la que coincido contigo es que el empuje, la intensidad y el empeño para alcanzar algún objetivo está dentro de nosotros mismos, por lo que no es necesario buscarlo afuera. Y también coincido en que la realidad de nuestras vidas no es asunto de suerte o algo similar. Todo se va "creando" en nuestro entorno por nuestra acción personal.
Si creo en Dios y trato siempre de respetar los mecanismos de la religiones aunque no esté de acuerdo con algunos aspectos, pero el respeto impera. En otro orden de ideas sostengo en todo momento que ninguna religión es mejor o peor que otra , pero mi posición es que si se busca la mejor religión ella será la forma de pensar de cada uno basada según pienso en lo siguiente: "NO HACERLE DAÑO A NADIE".No es una idea propia, la ví en el camino de la vida. Un gran saludo a todos.

@gracesunflower has tocado un tema controversial e interesante, con mucha tela que cortar, tópicos que siempre me han llamado la atención (religión, cultura, decisiones), soy de los que piensan tal como lo planteas que podemos elegir nuestras creencias, e igual algunos nacen ya con esa decisión predestinada por el entorno donde vive, no tienen libre albedrío, recordemos que las religiones y creencias son creadas por el hombre e impuestas, no somos totalmente libres como lo hacen creer, ya que el sistema te absorbe, ahora hablando de decisiones, nosotros somos responsables de nuestros actos algunos inducidos otros no, somos quienes decidimos que hacer y aceptar las consecuencias buenas o malas, eso de decir tengo suerte es una simple frase del argot popular, todo lo que nos ocurre y lo que logramos es consecuencia de nuestras decisiones y nada esta predestinado o controlado por la mano suprema de una deidad. pero lamentablemente muchas culturan siembran esa creencia y son aceptadas, esta en cada uno de nosotros romper ese status quo o paradigma.

Hola, muy interesante tu post mi opiniòn personal es que independientemente de que religiòn abraces, practiques y declares lo más importante es lo que albergas en tu mente y corazòn los sentimientos y como los manejes son los que en realidad van a guiar tu vida y signar tu destino, "nada esta escrito, escribelo tu mismo".😌🙏😏

Holaaaa, me gustó tu post, y resalto esta parte "Pero si después de rezar, pedir, no somos capaces de ejercer el poder de Dios sobre las personas con las que interactuamos a diario, entonces ¿de qué fe, de qué espiritualidad hablamos?" soy cristiana, y digo que eso pasa cuando no nos disponemos del todo, cuando no le damos tanta importancia a las cosas, o lo hacemos de una manera exagerada que estas cosas no la notamos, no quiero señalar a nadie, a mí me ha pasado, pero lo importante es querer hacer el cambio, querer dar el primer paso, y no solamente querer hacerlo, actuar.
Saludos desde Venezuela.

Algunos lo llaman Alá, algunos lo llaman Jehová, otros lo llaman Adnan ... como quiera que le llames, Dios es Uno.

buena esa respuesta.. cualquier nombre pueden ponerle pero solo hay uno solo..

soy agnóstico y me encanta leer estos temas , son controversiales , frescos , sigue así votos para ti my friend

ME GUSTO EXCELENTE INFORMACIÓN CENTRADA EN LO QUE DICE

bueno pienso en general para mi todas las religiones y doctrina están engarzada o enlazada en el hilo divino de la divinidad

Así mismo, la broma es que las religiones sirven para iniciarse en el camino, pero no para llegar, el camino se transita solo solo solísimo, ahí es cuando la religión se transforma en espiritualidad. Bless for all! ♥