BioLite, una estufa diferente

Muchas de las cocinas, especialmente las que utilizan algún tipo de combustible sólido o algún elemento seco como leña o ramas secas, son algo complicadas en su funcionamiento y también pueden emitir humo incómodo tanto para la persona que está cocinando como para el medio ambiente, por lo que el siguiente dispositivo está diseñado para eliminar por completo este tipo de problemas ya que reutiliza toda la combustión para mejorar el dispositivo. Estoy hablando de la BioLite, una cocina que promete ser más respetuosa con el medio ambiente.

Este proyecto en el que participa una empresa privada en conjunto con las Naciones Unidas tiene como objetivo cumplir con el programa de promoción de la energía limpia antes de la llegada del 2020, se estima que al menos 3.000 millones de personas cocinan con fuego utilizando leña o leña y otros productos para generar combustión. Se trata de un despilfarro de energía que hace necesario el uso constante de la madera, lo que supone un gran impacto que ha dejado los bosques desiertos como consecuencia de la tala, como es el caso de Haití.

El diseño de esta cocina funciona con un ventilador que permite la entrada forzada de aire, esto significa que puede potenciar más la combustión al hacer que el calor utilizado sea mayor para preparar los alimentos, también puede tomar una fracción de la energía generada por el calor y transformarla en energía eléctrica alcanzando una potencia de 2 vatios suficiente para recargar un smartphone, algunos modelos de lámparas con tecnología LED, y algunos dispositivos que utilizan una carga mínima de electricidad.
Aunque esta lámpara utiliza como combustible, estiércol, madera, aserrín, cascarilla de arroz o maleza seca, utiliza al menos un 50% menos de material combustible y también puede significar un 95% menos de emisiones contaminantes de gases de efecto invernadero. Evidentemente, no es una cocina para usar dentro de la casa, está más orientada a un segmento de la población que suele salir a acampar o visitar zonas rurales.

Otro aspecto prometedor de este dispositivo es minimizar las muertes generadas por la inhalación de humo de la madera quemada, se estima que 2 millones de personas mueren cada año por enfermedades respiratorias como asma, enfisema pulmonar y obstrucción severa de los pulmones, otro punto positivo es el bajo impacto que significará el uso de esta cocina con la que se reducirá la deforestación.

Si tenemos en cuenta el objetivo de poder distribuir en los países donde todavía se cocina leña, hay 3.000 millones de personas de las que estamos hablando al menos de la mitad de la población mundial, no creo que la idea sea mala, lo que parece mala es la idea de generar un dispositivo sin erradicar el problema desde la raíz, sino que más bien hay que invertir en sistemas eléctricos limpios que proporcionen electricidad a esos 3.000 millones de personas, por cierto que es la misma cantidad de gente que vive sin electricidad en el mundo, una cifra nada conservadora si tenemos en cuenta una búsqueda nocturna por satélite en Google maps donde se puede ver que los grandes consumidores de energía son los países "desarrollados" que tienen el privilegio de tener electricidad las 24 horas del día sin interrupción.

El cambio no está mal para empezar, pero me gustaría ver más iniciativas para acabar con el problema, muchos de los recursos naturales utilizados por Europa, Asia y los Estados Unidos se extraen de aquellos países donde estas deficiencias están presentes y muchos más. Se deben aplicar leyes que permitan a estos países obtener tecnología a cambio de la venta de recursos naturales.