Meditación y Zen

in #spanish6 years ago

Artículo publicado en Human Frequencies el 26 de Diciembre de 2016. Fuente de la imagen: Pixabay

Desde hace varias décadas, psicólogos y otros científicos tuvieron dificultades en reconocer cómo es que la práctica de meditación beneficia a la mente y al cuerpo. La idea general estaba lejos de ser dilucidada. Afortunadamente, tuvimos la gracia de contar con el genio de Carl Gustav Jung, quien no solamente descifró arquetipos y el inconsciente colectivo (entre tantos otros conceptos), sino que también dio una explicación bastante acertada de cómo el proceso meditativo nos ayuda a tener un mejor entendimiento de uno mismo y de su entorno.

Su explicación se basa en que todos tenemos energía psíquica “disponible“, cuyos poderes latentes dormían en el subconsciente, y ahí se utilizarían para gestionar y lidiar con cada uno de los conflictos que nuestra mente y nuestro cerebro reconozcan como tales. Ahora, la parte interesante viene cuando se resuelven los conflictos. Entonces esta energía psíquica puede ser liberada y recanalizada, así mejorando procesos y funciones mentales.

MEDITANDO EN EL LABORATORIO

En 1980 algunos científicos comenzaban a encontrar respuestas acerca de los mecanismos específicos que ocurren. El Dr. Deane Shapiro menciona que al disminuir o apagar la estimulación congnitiva y su consiguiente aumento en la conciencia, la meditación puede influir a mejorar la percepción tanto en la calidad (precisión) como en la cantidad (detección). Asímismo, Brown, Forte y Dysart también comparten esta explicación del fenómeno: “la mayor cantidad de detección de impulsos luminosos requiere apagar algunos procesos mentales superiores que normalmente obstruyen la percepcíon de eventos sutiles. 

Hasta no hace mucho tiempo, la meditación era un tema implícitamente prohibido en el grueso de la comunidad científica. La ciencia tradicional racionalista tiende a desdeñar lo relacionado con lo intuitivo y sutil, además de no reconocer la existencia de lo trascendente o incluso aceptar conceptos como los estados elevados de la conciencia, y menos aun la existencia de fuerzas subconscientes activas en ciertos actos cognitivos de percepción. Al no reconocer estos fenómenos, estamos negando nuestro propia esencia.Dicho esto, investigar las técnicas de meditación ha resultado por lo menos complejo. Un impedimento vital es que nuestros cerebros presentan diferentes respuestas psicofisiológicas, y también el que la religiosidad provee diferentes maneras de vivir una experiencia. Carl Jung dijo: no es que alguien vea algo diferente, sino que éste alguien mira de manera diferente.

Como si el acto espacial de mirar fuera desviado hacia una nueva dimensión. Así entonces, un estímulo dado puede -y lo hace- provocar una respuesta mayor o menor según la persona. Un estímulo determinado evoca una diferente reacción según cómo sea quien lo recibe. Además de esto, existen claras diferencias en la función cerebral entre distintos tipos de personalidad. En un estudio basado en Electroencefalografía Cerebral, Thatcher, Wiederholt y Fischer determinaron que las ondas cerebrales de los sujetos extrovertidos eran más altas (en términos de amplitud) a comparación de los sujetos introvertidos. 

Los estudios existentes sobre meditación tienen otra limitante crucial: ninguna medición fisiológica o bioquímica puede llegar a definir con precisión la calidad subjetiva y privada del estado de conciencia por el que atraviesa la persona que está meditando.



Pero a partir de aquí todo son buenas noticias. Existen muchos estudios científicos sobre la meditación. Varias revisiones han clarificado los cambios corporales a causa de la práctica meditativa. El Dr. Deane H. Shapiro es profesor emérito en la Facultad de Psiquiatría y Comportamiento Humano en la Universidad de Stanford. Sus hallazgos han desarrollado la Teoría de Control Humano, un test psicológico que mide el perfil de control de cualquier persona, y también ha creado una aproximación terapéutica (Terapia de Control) para conseguir mejores estrategias hacia un mayor perfil de control en la persona. 

Ahora sólo enfoco sus hallazgos en cuanto a plasticidad cerebral, estudiando sujetos que practican meditación, y los resultados son:

  • cambios en el patrón bioeléctrico del cerebro
  • activación metabólica de áreas específicas del cerebro
  • funciones cognitivas son reforzadas mediante redes neuronales idiosincráticas
  • estudios de neuroimagen muestran aumentos considerables en varias estructuras cerebrales 

El Dr. Shapiro es otro científico que ha demostrado cómo la meditación literalmente modula y modifica el cerebro.

BUDDHISMO Y ZEN

Alrededor del siglo V de nuestra era, los Budistas Indios comenzaron a resumir y recopilar su práctica meditativa. Una vía general es el camino directo, o la meditación a través del conocimiento interno, llamada Vipassana. Otra vía es la meditación calmada, llamada Samatha. Ésta última comienzó enfocándose en una serena tranquilidad, posteriormente su técnica se enfoca en un punto de concentración, y finalmente termina evolucionando en las absorciones meditativas del Samadhi. Dentro de la palabra Zen está la historia de cómo fue gestándose a través de los siglos. Sus técnicas vienen desde las antiguas prácticas del Yoga, en la India. En ese entonces el término en sánscrito que definía la meditación eradhyana. Éste se convirtió en Ch’an-Na y luego viajó a China donde se determinó como Ch’an. Los monjes budistas luego fueron a Japón a enseñar sus técnicas, y los japoneses lo pronunciaron como Zen

Así entonces, Zen se refiere a la escuela de Budismo cuyo énfasis es la meditación y que evolucionó y se diseminó desde la India hasta China y luego Japón. Su sistema de meditación se denomina zazen. El Zen es un camino comprensivo de desarrollo espiritual, uno de sus efectos es la modificación cerebral mediante la detección y modulación de procesos mentales, por lo tanto literalmente modificando la anatomía cerebral.

Controlando la mente se customiza la manera que el cerebro percibe el entorno, y por defecto esta percepción conlleva una mejor comprensión de uno mismo y de los demás. El Zen incorpora varias técnicas para reconfigurar la incorporación y procesamiento de información hacia el Ego, incluso desactivándolo y reimplementar la manera en que emitimos información desde éste.


Maestro Dogen

El Maestro Dogen comentó la cantidad de obstáculos que el aspirante tiene que confrontar en el largo camino hacia el mundo objetivo. Decía: los obstáculos comienzan en el contexto meditativo del no-pensamiento, y luego son concernientes al desapego. En el Zen el cerebro resuelve un callejón sin salida existencial. Es en esta situación que uno alcanza la Iluminación, Despertar, kensho, o satori. También se le relaciona con la sabiduría interna, o mirar dentro de la naturaleza de uno mismo. Ambos procesos intuitivos (Iluminación vs Sabiduría Interna) son similares en la forma pero no en el grado ni el contenido.

La vía del Zen presenta varias ventajas. Procede de manera lenta, voluntaria, legal. Actúa espontáneamente desde el interior, discretamente. En términos generales, el paisaje mental que sucede durante la meditación es más claro y más relajado. Las neuronas son liberadas de emitir mucho ruido irrelevante. El Dr. Austin enfatiza los cambios producidos en la respiración, donde los monjes experimentados poseen largos momentos de espiración, además de utilizar menos oxígeno por minuto. Cada vez que respiramos más tranquilamente y prolongamos el periodo de espiración, posiblemente detenga la actividad eléctrica de muchas neuronas, tanto en la médula espinal como el encéfalo. Los cantos meditativos budistas se asocian a una mayor actividad rítmica sincrónica de frecuencia theta. El rango theta está asociado con recall, fantasía, imaginación, creatividad, planning, soñar, divagar, meditación profunda, mareo, acceso a imágenes subconscientes, disminución de la tensión arterial, etc.

CONCLUSIÓN

Actualmente existe mucha información que sugiere que las técnicas de meditación promueven la denominada Respuesta de Relajación. Está claro que la meditación literalmente aumenta la percepción de las cosas, el bienestar general, y varios marcadores fisiológicos que se asocian a un estado hipometabólico de simultánea relajación física y awareness mental. Finalmente, y tal vez lo más relevante en términos científicos, la investigación se ha ido desde un nivel de fisiología gruesa hasta conceptos bioquímicos de gran detalle así como del control voluntario de estados internos. Desde un punto de vista filosófico, estos estudios nos hacen plantear el papel que las experiencias espirituales tiene tanto en la psicología como la medicina.

Personalmente me tomó un tiempo entender algo que dicen los Budistas. Dicen que cuando meditas lo haces por tu propio bien y también en beneficio de todos los seres vivos…..me sonaba tan new-age. ¿Cómo es que el planeta se beneficia de que yo me siente durante 30 minutos? Ahora entiendo que uno debe comenzar por trabajarse a sí mismo, y después podrá conseguir a otras personas. Además, si estoy relajado y calmado (lo cual sucede a menudo cuando realizo meditación activa) la gente que está a mi alrededor lo nota, aunque a veces no pueda expresarlo, y si junto a mí hay alguien con estas características entonces el efecto se multiplica, y así sucesivamente.

En el aspecto personal, el autoconocimiento del ser provoca que uno mismo sienta y comprenda los biocampos energéticos que surgen del cuerpo y lo rodean. Tales biocampos tienen gran relación con la conciencia y con el grado de conciencia que uno haya desarrollado.Existen varios estudios donde la meditación en grupo altera los índices de accidentes y crimen en ciertas poblaciones. Dichas publicaciones son especialmente realizadas por la comunidad concerniente a la Meditación Trascendental, la cual activa y profusamente realiza investigación de diversos tipos para dar evidencia de sus beneficios.

Para concluir, es mi convicción que -a nivel personal- existen varias vías que llevan al auto-conocimiento y desarrollo del ser, y que -a nivel global- existen varias vías que llevan al final de la guerra y el sufrimiento. Pero sólo hay una autopista para ambas. La meditación es la autopista. Siempre lo ha sido, y a pesar de los increíbles avances tecnológicos, probablemente siempre lo sea.