¿Cómo evitar que ante situaciones desesperantes en salud busquemos todas las alternativas posibles?

En el mundo moderno, el auge que han tenido las técnicas médicas ancestrales como la Ayurveda y la medicina homeopática son el resultado del enfoque que estas dan a la salud, que es en general un enfoque global del ser humano.

Ellas no solo tratan la enfermedad en el paciente, también buscan subsanar todos los factores que le han predispuesto a que padezca esa enfermedad, al mismo tiempo que darle las herramientas para cambiar su manera de vivir hacia formas más sanas y preventivas.

Bueno, amén de que son prácticas no contaminantes y que solo utilizan recursos naturales.

Si bien es cierto que la medicina contemporánea se basa en datos científicos para sus estudios y prácticas curativas, también es verdad que muchas veces solo se enfoca en la enfermedad en sí, olvidando que el ser humano es un ente global, físico, mental, espiritual y social.

La medicina homeopática no está aceptada en sus principios por la ciencia, no hay manera de saber por qué sus métodos funcionan para tantas personas, pero la verdad es que lo hacen.

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^{Pixabay. Autor: Bru-nO}

Lo que se alega a nivel científico es que la homeopatía es capaz de entender al ser humano que está sufriendo y proponerle consuelo; una fórmula que en realidad le funciona siempre a las personas.

Pero esta sería solo una acción reconfortante, o la llamada reacción placebo únicamente, sin efectos bioquímicos cambiantes ni importantes.

Sin embargo, no es posible obviar los resultados positivos que el paciente obtiene.

El problema se presenta ante casos de difícil solución médica, como ante el cáncer, soluciones quirúrgicas o emergencias importantes como accidentes y problemas cardíacos; por lo que siempre, ante estos, se ha recurrido a la medicina tradicional o la llamada medicina occidental.

El asunto es que no debemos perder de vista el hecho de que muchas veces, una ayuda médica homeopática, puede estar recomendada y queremos expresar porqué es bueno contar con ella.

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^{Pixabay. Autor: sciencefreak}

Lo primero es que la homeopatía no hace ningún daño.

Ella trabaja con el principio de que las sustancias curativas son de origen vegetal, animal y mineral; y están diluidas en agua muchísimas veces.

Esto es por el principio de que el agua adquiere las propiedades del compuesto con el que entra en contacto, lo cual no está comprobado a nivel científico.

Pero, la sustancia activa entonces, es tan poca que es imposible que dañe de alguna manera.

No es invasiva, al contrario, de la medicina tradicional, sus métodos no son peligrosos.

Esta manera de sanar se enfoca en el paciente y por lo tanto alivia, respalda y tranquiliza al enfermo.

Los beneficios observados a nivel físico, mental y espiritual presentan un alto porcentaje de mejoría comprobada.

No soy de recomendar tratamientos o alternativas de salud a priori sin un consejo especializado, como el del médico tratante, por ejemplo.

Pero aquí, recomiendo el uso de la homeopatía como alternativa y hasta como complemento de tratamientos tradicionales solamente basándonos en lo siguiente:

Somos energía habitando una complicada y delicada estructura material que es el cuerpo, cualquier cambio energético hacia el optimismo, la paz y el equilibrio, influirá con cambios positivos el funcionamiento de esa máquina.

Así que, nada cuesta con probar…