La vida sigue aunque ya los lirios hayan muerto.

Nunca es demasiado para pensarte, en la intimidad de mi solitaria coraza me dí cuenta que no te puedo olvidar, aunque lo intento cada madrugada. Pero en algún momento sanará la herida que marchita el pensamiento.

Desde hace tiempo, terminé con las lágrimas porque mientras más me esforzaba, más sentía el dolor de la distancia. Así que seguiré el cruel juego de las palabras a ciegas, una batalla que perdió el amor, donde se acabaron las flores que en las bodas dieron su olor.

Sin darme cuenta resguardaba la herida, cada día más profunda; cada vez con menos ilusión; pero vivía con las alas quietas, sin volar ni siquiera entre rincón y rincón. No te perdonaba, ni me perdonaba sin razón.

Me desconocía en el tiempo, a veces sólo me encontraba en el café desvelado sin tu piel, la duda que crece entre mis manos por lo que no fue. Los lirios se convirtieron en flores silvestres que aunque bellas no eran las protagonistas de un sueño anhelado.

Me quedé cautivo de mis miedos, pensé que nunca más la soledad me haría tanto daño en silencio. Ya casi no te llamo, ya casi no te espero. Simplemente te olvido cada día, cada vez que se muere el sol.

Me dí cuenta que mientras lloraba, me perdía lo más importante, los buenos sentimientos de la gente que me quiere sin remiendos; las bonitas cosas de la vida que aún me ofrecen los que tengo, sin exigencias ni rencor.

No te puedo olvidar, no todavía, aunque cada día lo intento, y aún así la vida sigue aunque tenga algunos remiendos. Las flores blancas nacen, la vida no se detiene aunque ya los lirios hayan muerto, aunque ya no exista amor.

Bendiciones a todos en este día @electrodo.

Me despido dándole las gracias por aceptarme como uno de ustedes y esto es solo un abre boca de tantas cosas y anécdotas que les pudiera contar de mis días, hay quien dice que si me pusiera a contar mi vida pudiera escribir un libro que tengo más historias que condorito, jejeje….

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