Concurso @Provenezuela 1: AMPERSAND|clave, símbolo o señal.
AMPERSAND| clave, símbolo o señal.
Es una novela corta que narra la historia de esta chica Grace de Luna y que pasa cuando se da cuenta que hay miradas que dicen mas que mil palabras. Una aventura que sin duda amenaza el inestable y corrupto Gobierno actual de su país de origen.
Mi mente aislada en este momento… es lo que me gusta de estas experiencias, pero cuando pienso en lo bueno a la vez me atormenta la realidad del ¨porque¨ estoy aquí!?
Toda la habitación de blanco y los demás dementes sentados en el suelo como yo, con el cabello rubio y sus ojos claros, mejillas rosadas y piernas delgadas.
Creo que soy la única castaña en este lugar, la única castaña demente pues muchas de las entrenadoras son castañas.
Por cierto, soy Grace de Luna, tengo 20 años y estoy en entrenamiento o al menos así me hacen llamarlo, es como rehabilitación para los que somos muy creativos o muy inteligentes, o muy valientes o simplemente tenemos una razón por la que luchar. Se preguntaran por que me rehabilitarían por creativa? pues todo es parte de la privatización de este gobierno. Solo porque no les conviene que hagamos cosas mejores y no las hagamos para ellos.
Donde estoy es uno de los ''institutos'' más grandes en el país, se supone que aquí deben hacernos menos inteligentes, pero ellos lo resumen como ''hacernos la vida más fácil''. No nos permiten hablar de lo que hacemos aquí ni con nuestros amigos, familiares, conocidos, ni con los que compartimos asiento en el autobús a quienes nunca volveremos a ver en la vida.
Aquí admiten a todo tipo de personas y van por grupos hasta que logran su objetivo, los grupos van de 4 a 8 de 9 a 14 de 15 a 22 y de 23 a 36, hasta esa edad porque dicen que ya están listo para ser independientes, yo estoy aquí desde los 13 pero hay algunos que están desde más pequeños, que poca suerte.
Mis ante pasados también estuvieron aquí, solo mis tataratatarabuelos, la verdad no se mucho de ellos pero me gustaría saber como resistieron a esto.
El aturdidor timbre me saco de me pensamientos, se acerca lo peor, es hora de donación de sangre. Nos hacen donar sangre para personas necesitadas ellos dicen que es nuestra labor para la sociedad y no nos podemos negar. Llegamos al salón de espera, donde nos hacen beber un litro de zumo de vainilla con ardemio una fruta extraña que ellos inventaron de varias frutas deliciosas que no sé cómo ligaron y sacaron esta maloliente y desabrida.
Llegamos al salón donde se podía percibir el petricor y nos sientan en el suelo, esta tan frío que me quema la piel, levanto la vista a causa de una muy pálida muchacha con marcas de latigazos y con una respiración descontrolada que se escucha a distancia. Se portó mal esta semana, ella se tumba en el piso y suelta un gemido de dolor.
-Noooo! -grita la chica con dolor, en serio tiene coraje, nunca había escuchado a alguien gritarle así a un entrenador, bueno de grupo de los creativos no, eso era usual de los valientes pero nunca conocí alguno.
-Cállate! - dijo como ofendido el entrenador, un moreno fornido con ojos celeste. Él se dio cuenta que miraba la escena y volteo a verme..
Hay Diosito, me está mirando.
Pero decide medio ignorarme y fija su vista de nuevo en la chica, junto mis rodillas y entierro mi cabeza en ellas, la escucho quejarse sé que la está maltratando, que tuvo que hacer ella para tener esas marcas?
Nos traen las típicas jarreas azules de siempre y nos las ponen en frente, en este salón hay algunas pocas reglas que hay que seguir estrictamente:
1-Siempre estar sentado.
2-Beber todo en contenido de su jarra.
3-No acercarse a nadie.
4-NO MANTENER CONTACTO VISUAL CON NADIE.
Esta última esta en mayúscula porque es la principal regla del instituto, nunca entendí porque pero he visto a algunos mirarse y no han vuelto.
Todavía estoy entre mis rodillas con los brazos cruzados y puedo escuchar cundo entran los entrenadores y se colocan en cada esquina de la habitación. Y se escucha por el parlante las típicas instrucciones, que todos cumplimos casi de inmediato para no tener problemas:
-Enderécense.-se escucha una voz serena pero dominante, y yo la obedezco, cruzo mis piernas como lo hacía de pequeña y enderezo mi espalda, con los ojos apuntando al suelo coloco mis manos sobre mis muslos bajando la cabeza para no mirar a nadie y el cabello se me viene adelante haciendo de cortina para refugiarme mejor.
-Tomen entre sus manos la jarra correspondiente.-cerré duro mis ojos saboreando ya el asqueroso contenido que ya había tomado muchas veces.
-Levanten sus jarras.-Era la señal para acercarla a mi boca, luchando conmigo misma lo hice.
-Ahora beban.
Vamos Graace ya has hecho esto muchas veces, ni se te ocurra vomitar.
Todos levantamos nuestras jarras y estábamos listos para beber pero un portazo nos asustó y todos saltamos de inmediato, eran los guardias con un chico forcejeando ente sus brazos. El miraba al suelo y forcejeaba fuerte, trataba de soltarse de los musculosos, todos mirábamos atentos.
Los guardias se quedaron como estatuas y el chico pudo descansar, desde aquí se le escuchaba respirar.
-Pero que espera? están interrumpiendo, siéntelo ya y tráiganle una jarra.- Dijo uno de los entrenadores que estaba cerca de mí, los fortachones obedecieron y lo sentaron en el único espacio libre en el salón, frente a mí. -Y ustedes que miran?- nos gritó el mismo entrenador.
Rápidamente baje la mirada, no quería problemas. le eche una rápida mirada a mi única amiga aquí la conozco desde pulgas y siempre hemos estado juntas, por supuesto que en el instituto no hablamos y cuando hablamos sobre estas cosas tenemos un lenguaje diseñado para que no nos descubran, ella sigue allí mirando al suelo…
Siento extraño y algo me hace voltear descaradamente a mi frente donde ahora se encontraba el chico que trajeron. Lo mire, y no solo lo veía lo miraba detalladamente, era de tés muy pálida y unos rulos algo marcados en su cabello castaño oscuro, como el mío, hacia diferencia en su piel tan blanca, algunos tatuajes, la verdad se le veían muy bien para lo maltratado que estaba, recorrí todo su cuerpo hasta llegar a sus ojos. OH DIOS SUS OJOS, son de un color celeste algo inefable, pero no era el color y su hermosura física lo que me atraía a mirarlos, era lo que podía decirme con ellos, era lo que me estaba diciendo con ellos.
Para mi es extraño esto, muy nuevo, en sus ojos podía ver, interpretar que me decía algo como, ¿Qué hago? ¿Qué hacemos? ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué Yo? me identificaba tanto con él, eran mis preguntas, podía su ver miedo, tristeza y arrepentimiento. Sentí pisadas fuertes a mi lado, esto me saco de mis pensamientos y me alarme. Cuando me di cuenta… Yo lo estaba mirando y el a mí.
Contacto visual… no!
Baje la mirada rápidamente apretando bien los ojos, sabía que el entrenador lo hacía para que yo notara su presencia., pero ya era demasiado tarde, sentí sus manos frías tomarme del brazo para que me levantara y lo hice, el me empujaba hacia afuera. Pero algo lo detuvo...
HEEEEY! esta pequeña historia me enloquece, la escribí cuando solo tenia 14 añitos y hoy ve la luz por primera vez! Este es apenas la punta del iceberg, espero les guste! (estaré compartiendo la continuación en futuros post)
Wao, en serio me gustó. Quedé atrapado con lo que contabas, las palabras me hicieron sumergir en la escena y tu redaccion fue impecable.
Muy bueno amiga, en serio tengo curiosidad por ver mas!
Suerte en el concurso!!
Jajaja Graacias victor
😏 ★★good post!; 😏