Confesiones de un asesino condenado a muerte

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-Buenos días hijo he venido respondiendo a tu llamado.

-¡hola padre! Me alegra que viniera, pase y póngase cómodo, que esta es la última vez que me vera con vida.

-¿Y eso porque hijo? ¿Ya dictaron el veredicto?

-Sí y me han declarado culpable, ya me lo esperaba y la verdad pienso que es lo mejor que me pudo pasar, me han condenado a muerte y hoy a las 6 pm será cumplida esa sentencia.

-¿Cómo va a ser eso posible hijo? Si tú eres un buen hombre.

-Sí, pero tal vez no mucho para esta sociedad.

-¿Quisieras confesarte?

-Si padre para eso lo envíe a buscar, de más está decirle que todo esto quedara bajo el secreto de confesión.

-Claro que si hijo, cuéntame.

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-Todo pasó muy rápido, recuerdo que era un viernes 28 de junio, exactamente a las 5 pm yo iba saliendo del trabajo y ella estaba esperando el bus en la estación y cuando la conocí, me pareció ver a la mujer más hermosa, yo estaba en otra parada de la cual me cambie para la que estaba ella, no sabía para donde iba pero no me importo, me le acerque poco a poco y no sabía cómo entablar un tema de conversación con ella, no quería asustarla, pero me sentía muy emocionado, al poco tiempo llego el bus y todos nos subimos, yo busque sentarme en el asiento que estaba a su lado pero fue inútil, habían muchas personas delante de mí, bueno por lo menos vería donde se bajaba y así la próxima vez sería más fácil, al pasar 25 min ella anuncia su bajada y yo me quede como un tonto mirándola mientras que el bus se alejaba.

Al día siguiente trate de llegar más temprano a la estación para esperarla y así cuando ella se metiera en la cola yo quedaría a su lado y así fue, traía consigo unas bolsas con víveres y se veían muy pesadas yo rápidamente le ofrecí mi ayuda y ella acepto, me dijo que después de hacer la compra fue que se dio cuenta de que eran muchas cosas para ella y yo le conteste entre risas que las mujeres siempre han sido compulsivas para comprar, le pregunte ¿donde vivía? y ¿cómo haría para llegar sola a su casa sin ayuda? Ella me dijo que ya estaba cerca de su casa y que no sabía cómo haría para llegar con todo eso hasta allá, yo me ofrecí a ayudarla, al principio ella se negó a la idea pero cuando le toco bajarse y se dio cuenta que no podía acepto mi ayuda, al llegar a su casa me ofreció una taza de café yo no podía creer lo que estaba viviendo, si lo hubiese planeado no abría salido tan perfecto.

Yo le pregunte ¿que si no tendría problema con su esposo por haber entrado un hombre en su casa? Y ella se sonrió y me dijo que no era casada, que ni novio tenia, no lo podía creer ¿Cómo me iba a decir que una chica tan hermosa como ella no va a tener novio? Ella me dijo que tenía sus motivos, yo le dije que algún día me gustaría conocerlos, me tome el café y me fui.

Desde ese día la esperaba siempre en la estación, íbamos a tomar café o a comer, yo me enamore como un loco de ella y el sentimiento era mutuo, íbamos al cine, la ayudaba con las compras, todo iba muy bien.

Una noche la invite a salir para decirle todo lo que sentía por ella y ella acepto la invitación me dijo que si que ella también necesitaba hablar conmigo, yo la espere en el sitio y hora acordado, estaba muy feliz ya teníamos mucho tiempo saliendo, me tenía muy intrigado saber que me quería decir, al poco tiempo llego, se veía muy hermosa traía un vestido negro corto que se ajustaba perfectamente a su figura, su cabello largo y negro lo tenía suelto y sus labios estaban pintados de rojo, su piel era muy blanca y sus ojos café le brillaron al verme, el corazón se me iba a salir mis manos me sudaban frio, estaba enamorado, rápidamente le saque una silla para que se sentara en la mesa y le pregunte que le gustaría de tomar, ella me dijo que un vino para comenzar estaría bien.

Hubiese querido detener el tiempo y que ese momento mágico nunca terminase, hablamos de muchas cosas y nos reíamos de nuestras locuras, le conté que yo siempre me subía a su bus para estar con ella y que luego me tocaba regresarme a mi casa, esa noche la pasamos muy bien, hasta que se me ocurrió pedirle que me dijera que era eso de lo que quería hablar conmigo y siempre me voy a arrepentir de haber hecho esa maldita pregunta, ella me dijo que ya sabía de lo que yo le quería hablar, que hace mucho tiempo había notado mis sentimientos hacia ella y que ella también se había enamorado, que lo que iba a hacer era muy difícil, pero que era la mejor decisión para ambos, me dijo que lo nuestro no podía ser y que esa era la última vez que nos veríamos, yo no podía creer lo que estaba escuchando, me parecía mentira, y le exigí una explicación me dijo que tenía una enfermedad terminal y que no quería dar lastima a nadie en sus últimos día de vida, que ella quería que la recordara así hermosa como estaba ese día, que ella esperaba que yo respetara su decisión y que si existí la otra vida ella me encontraría para ser feliz conmigo, yo quede en shock, no me esperaba esto, trate de convencerla de que la medicina estaba muy avanzada que podíamos ir hasta el fin del mundo para buscar la cura, pero ella me dijo que ya lo había intentado todo y el cáncer seguía regresando, que ya no había nada que hacer y me agradeció por haberla hecho tan feliz, se levanto, me dio un fuerte abrazo, me beso y se fue, parece mentira pero con ese beso quede más enamorado, me di cuenta que ese era el amor de mi vida.

Ese día me emborrache, tenía que soltar todo el sentimiento que tenia por dentro reprimido que no le pude decir, que iba yo a imaginar que Cupido me haría una clase de jugada como esta, venirme a enamorar y no ser correspondido, esa día tome y llore mucho, tanto que no se cómo llegue a mi casa.

Al día siguiente la espere en la estación, no me podía resignar a que esto terminara así, quería hablar con ella pero no llego, eso me desespero aun mas y me fui a buscarla a su casa, no me importaba si no me iba a querer salir pero yo necesitaba hablar con ella tenía que intentarlo, al llegar toque pero como ya sabía no salió, comencé a gritar entre lagrimas, le dacia que la amaba que no me importaba si le quedaba poco o mucho tiempo de vida que yo quería pasarlo con ella y que me parecía muy egoísta de su parte si no lo permitía, que yo sabía que ella estaba adentro que era una cobarde por no salir a darme la cara y que de allí no me iba a ir hasta no hablara con ella.

La noche fue cayendo muy oscura y yo estaba afuera de su puerta temblando del frio, como a las 3 am sentí que la puerta se abrió y al voltear estaba ella, me dijo pasa ya sé que es verdad que no te vas a ir y me tendió su mano para ayudarme a levantarme del suelo, la abrace fuertemente en mi pecho, el corazón se me iba a salir y como loco la llene de besos, me dijo amor quiero que tú me perdones, reconozco que fui egoísta, esa noche fue la primera vez que le hice el amor de una manera desenfrenada quería que me amara como yo a ella, que se aferrara a la vida y no me dejara nunca.

Yo me quede con ella, el tiempo fue pasando y la enfermedad la fue consumiendo, los dolores eran cada vez más fuerte, ya los médicos no daban esperanza de vida, decían que el cáncer había afectado varios órganos importantes de su cuerpo y que era casi imposible conseguir donantes para todos ellos, yo me sentía desesperado, pues no quería perderla, ella era el amor de mi vida, investigue como podía hacer para preservar su cuerpo y así me diera tiempo de conseguir todos los órganos que ella necesitaba y me encontré con el proceso de criogenización el cual debía realizarse entre un minuto o dos después de que el corazón haya dejado de latir, el cuerpo debía ser conectado inmediatamente a un respirador cardiopulmonar para evitar la muerte de las células del cerebro, cuando la temperatura corporal alcanza los 10 grados, la sangre es sustituida por un líquido anticongelante, después, el cuerpo es introducido en un depósito de nitrógeno líquido a 196 grados bajo cero, esta era la opción que estaba buscando.

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Prepare todo para solo esperar ese nefasto día, el cual sería el final de su sufrimiento y el comienzo de mi búsqueda para darle una nueva vida a ella, solo quería el tiempo necesario y así podríamos estar juntos de nuevo.

Llego el momento ella no sabía lo que yo le estaba preparando, quería que fuera una sorpresa y cuando volviera a despertar yo sería la primera persona que vieran sus ojos, todo fue muy triste, ella se despidió de mi como si nunca más me fuera a volver a ver, yo en mi guardaba la esperanza de que no seria así, le dije muchas veces que la amaba mientras la tomaba entre mis brazos y cerraba sus ojos, entre lagrimas le prometí que eso no sería una despedida si no un hasta luego y murió, los médicos pronto hicieron lo acordado y yo me fui.

No podía descansar, su recuerdo me atormentaba, fui a todos los centros de donación y era casi imposible conseguir todos esos órganos, las listas de espera eran interminables, esto me hizo llegar hasta el extremo de pensar en suicidarme y así acabar con todo este dolor que sentía, y así tal vez nos encontraríamos en el mas allá si eso existe.

Pasaron varios meses y esta situación me desesperaba cada vez más, los días me parecían años, sentía que no podía vivir sin ella, esto me trajo una terrible idea, pensé que si tal vez yo buscaba esos órganos de otra forma, y si buscaba personas compatibles con ella, entonces se me vino a la mente que habían muchas personas que no merecían vivir y estaban sanas, comencé a caminar en las calles y a buscar esas personas y me convertí en el asesino de prostitutas, las buscaba en los barrios más bajos y las invitaba a montarse en mi carro para llevarlas a mi casa, donde las embriagaba y luego las dopaba para sacarle los órganos, habían unas que los pulmones no los tenían bien y otras que el hígado lo tenían enfermo, estas mujeres llevaban muy mala vida y por eso necesite a varias de ellas, me encargue de que ninguna sintiera dolor, todas tuvieron una muerte tranquila, fueron alrededor de 15 mujeres las que mate, y no me arrepiento padre porque gracias a eso mi gran amor va a volver a la vida, todos me preguntan ¿qué hice con los órganos que le extraje a esas mujeres?, ese es mi gran secreto, aun nadie sabe la verdad solo usted, no quiero hacerla sentir mal a ella si se entera de todo lo sucedido.

Ya ella tiene muchos años dormida y ahora por fin va a despertar de ese profundo sueño, me da tristeza saber que no voy a estar allí, por eso quiero que usted esté presente en ese momento y le diga que nunca la deje de amar, dígale que morí pero no de esta forma, no quiero que piense que la abandone.

-Lo que me cuentas es terrible hijo, que Dios perdone todos tus pecados, yo cumpliré con tu última voluntad.

-Se lo agradezco padre, no quiero que se sienta perdida cuando despierte, ya todo a avanzado mucho desde que ella está dormida, y no va a entender nada de lo que está pasando.

-Hijo y ¿no se puede apelar la sentencia?.

-No padre, fue de forma pública, una gran parte de la población voto por esa opción, fue un juicio público y el fiscal presento pruebas contundentes, habían dos opciones una era cadena perpetua y la otra era la pena de muerte, la mayoría voto por la segunda, ya que me ven como un asesino en serie, como una persona aberrante que no merece vivir y hasta razón tienen.

A decir verdad yo prefiero eso, ya que no resistiría que ella me viera con ojos de odio cuando sepa lo que hice.

-Bueno hijo te absuelvo de tus pecados y que Dios tenga misericordia de ti.

-Gracias padre y ya sabe lo que le pedí dígale que la amo.