Reflexión Político-Social, Mayo 2020. I Parte.

in #spanish4 years ago
Reflexión Político-Social, Mayo 2020.
I Parte.
Luis Ignacio Hernández Iriberri.
[01 jun 20]

     En mayo nos pusimos a estudiar eso que llaman “conspiranoia” o teorías de la “Gran Conspiración”, que en realidad no son sino las posiciones de la información “no-oficial” de la institucionalidad, aun cuando, cuyo defecto, es la falta de rigor demostrativo que se reduce a la muestra empírica, pero igualmente valiosa (siendo realmente difícil ofrecer pruebas), y de lo que habíamos prescindido no sólo al disponer de un esquema que hasta ahora nos había sido suficiente para explicarnos la realidad poítico-social, sino dada la tendencia en este ámbito de la “Gran Conspirción” de absolutizar todo lo que ocurre en el mundo como exclusiva voluntad de esas élites oscuras, donde la sociedad y sus leyes económico-políticas no tienen ninguna función. No obstante, el conocimiento obtenido de estas fuentes nos descubrió el agrupamiento de esas élites oscuras formadas en grupos de poder, como dialécticamente era esperable, en dos grandes facciones capitalistas oligopólicas internacionales. De esta información el panorama que se da, como lo esperábamos, es totalmente otro, que, en nuestra consideración, debemos tratarla en términos de un análisis dialéctico materialista y de la economía política.

     Un “esquema interpretativo” es, en realidad, los grandes trazos de una posible teoría del entendimiento de la realidad. Se elabora a partir de un conjunto de hipótesis que se irán sintetizando en la medida que se corroboran y verifican en la realidad (hipótesis que se elaboran categórica y afirmativamente no para “falsearlas” en una condición de eterna incertidumbre, sino para demostrar su veracidad, o aceptar, en su caso, su falsedad), siendo tanto más acertadas, cuanto más explican una mayor cantidad de hechos, dando lugar a una teoría como una afirmación categórica de intepretación.


Relación Causal de Hechos; mayo, 2020. Lam 1.png
Gráfica de Relación Causal de Hechos; mayo,2020. La gráfica está construída tomando la información periodística y análisis en canales en YouTube (dando una tabla de casi un centenar de hechos registrados en este mes a nuestro criterio), considerando ya entre ellas los supuestos dados por los analistas de la información “no-oficial” ni “institucional” (de la “Gran Conspiración”), hechos para los que se fueron formulando y acumulando hasta 9 hipótesis de explicación, en su mayoría, concordantes en un 35% de los casos, probando así lo posiblemente acertado o no del planteamiento de un nuevo esquema interpretativo de la situación actual.
[Gráfica nuestra]

     Rompiendo con el viejo esquema de tiempos de la Guerra Fría ya inútil para entender la confusa situación actual; aprendiendo de este nuevo panorama, vemos dialécticamente no sólo la contradicción histórica principal y general entre capitalismo-socialismo (o burguesía-proletariado), sino, principalmente (eliminando nuestra visión antidialéctica y no objetiva que veía un solo y último capitalismo monolítico en final), una contradicción particular entre dos grandes facciones del capital oligipólico internacional, ahora en abierto conflicto en la lógica de siempre de la reestructuración de la economía, pero ya sin salida real.


Esquema de Tiempos de la Guerra Fría. Lam 3.png
Esquema interpretativo de tiempos de la Guerra Fría, hoy ya totalmente inoperante ante las declaraciones de Vladimir Putin acerca de la imposibilidad de la vuelta al socialismo (2018), declaración dejada de considerarse como “estrategia”; y los hechos de privatización de la Banca en China, cedida a los grandes capitales oligopólicos internacionales (abril, 2020).
[Diagrama nuestro]

     Luego de la disolución de la URSS (1991) y con ello del prestigio del socialismo, tras el periodo de corrupción, saqueo económico y caos político durante el gobierno de Boris Yeltzin, a su renuncia (huida) en 1999, Vladimir Putin accesa al poder y con ello se plantea la tácita esperanza de que, en un momento dado, Rusia volvería al régimen socialista. A su vez, a la Muerte de Mao Tse-Tung en 1976 y la detención su esposa Chiang Ching en 1977, que se pretendía como sucesora, a pesar del espíritu reformista a partir de 1978 con Hua Kufeng estando detrás de ello Deng Xiaoping, hasta el XV Congreso del Partido Comunista Chino en 1997 en que se acuerda considerar la vuelta plena al socialismo en China para el 2050, no había una razón real para hacer un esquema de interpretación distinto al que había operado desde los tiempos de la Guerra Fría; hasta que Putin en 2018 niega la posibilidad del socialismo y China, en los hechos, con la quiebra de su Banca principal entre enero y marzo de 2020, su “rescate” no para estatizarla, sino para posibilitar el ponerla en manos del capital privado internacional pudiendo adquirir ésta hasta el 100% de acciones, reformando su Constitución Política el 27 de ese último mes para tal efecto, y ejecutando todo ello a partir del 1º de abril (2020), se vuelve ya, sin reserva alguna, completamente capitalista en este 2020.

     Es aquí donde entran precisamente los elementos de la “Gran Conspiración”, en la que una contradicción particular en el orden de cosas descubierta en su análisis se traduce en otros términos que vienen del ámbito de los grupos sectarios de poder secretos, con prácticas ocultistas e iniciáticas (entre una facción capitalista que denominan la “Alliance”, y otra que llaman como la “Cabal”); hecho que no es que sea falso, todo ello es plenamente verdadero con todo lo tenebroso que se presenta, pero, en nuestro análisis, lo esencial no es ese choque entre el “bien” y el “mal” encarnados en esos grupos, sino que lo esencial en ello es el poder del capital detrás de esas facciones.

     El proletariado no ha desaparecido, a su vez, ahí está, pero no sólo despojado ya de todo, hasta de lo último que le quedaba: su fuerza de trabajo, enajenada por la automatización; e, incluso, despojado ya hasta de su derecho natural a la libertad y la vida, siendo sometido, marcado mediante “vacunas” con implantes cibernéticos de geolocalización, y con rayos laser con incidencia subcutánea; vigilado –poniéndonos en el límite de la ciencia-ficción– hasta con la “lectura” o “escucha” del pensamiento a distancia (proceso inverso del control de computadoras mentalmente), y puesto bajo control biométrico (facial) en todo momento (espionaje de un Estado policiaco que implica un puntaje por “buen comportamiento social”, como se reveló por Wikileakes a la captura de Assange a mediados de 2019; a su vez dado ello en el ID2020 de Bill Gates), y que incluso otorga o no la autorización para transitar o adquirir bienes, a lo que se le suma un “Pasaporte de Salud” digital (con aplicación de mediciones remotas de indicadores clínicos) a portar en el teléfono móvil, para transitar o el “ser requerido para revisión”, todo esto último (excepto hasta el momento la vacuna, pero que en Argentina está por aplicarse por ley) que ya ocurre en China, para nada, en consecuencia, una “dictadura proletaria” o un país y Estado “socialista”, sino, más bien lo contrario de ello, cuando en el socialismo lo humano tiene signo de libertad.

     Pero, al mismo tiempo, observamos que ese proletariado de hoy del cual formamos parte, no es ese proletariado en condiciones de pobreza extrema, pleno de necesidades, sin más opción que la libertad o la muerte, ambas con el mismo significado; sino que es un proletariado que, a más de su profunda alienación y enajenación producida por los mecanismos del capital, es, hasta el momento de redactar estas notas, un proletariado hundido no sólo por la enajenación ideológica que sistemáticamente ha venido destruyendo la propia ideología y su teoría propia de interpretación y transformación del mundo, sino hundido en la ilusión de los “neomarxismos” pequeñoburgueses de un “buen vivir” en el seno mismo del mundo capitalista, mediada esa ideología por el desarrollo social que le proporciona ciertas comodidades, por lo menos, hasta el momento; pero, donde más que esa ilusión, es ya la simple condición de vida misma para toda la sociedad la que está en entredicho, por entero en manos del capital a su vez en plena parálisis, que o la mantiene con vida con el otorgamiento de un “subsidio básico” para su “canasta básica”, o, en la real situación de su depauperación absoluta, esa sociedad se enfrentará, a no mucho, con la plena necesidad y al mismo dilema del proletariado del siglo XIX y principios del siglo XX, haciendo su iniciativa histórica.

     Y, en esa revolución de pensamiento, abandonamos nuestro viejo esquema ya obsoleto de las correlaciones políticas de la época de la Guerra Fría y nos abocamos a entender una nueva información acerca de las condiciones histórico concretas, cuyas fuentes caracterizadas por veinte parámetros, se presentan en la gráfica sigiente:

Gráfica; Clasificación de los Conspiranóicos. Lam 4.png
Gráfica de la caracterización del tipo de análisis de las fuentes “no-oficiales” denominadas de la “Gran Conspiración”. Para nuestra sorpresa, cuando esperábamos de las fuentes de la “Gran Conspiración” un dominante análisis subjetivista fundado en la ciega credibilidad (haciendo a un lado las fuentes del tratmiento extraterrestre que sin ningún elemento de prueba caen en la plena fantasía, independientemente de que, en parte, sabemos de su veracidad), hay en realidad en ellas un esfuerzo por la objetividad y la verificabilidad de los hechos, y entre una veintena de parámetros, la aplicación de los criterios de la verdad, si bien mezclados caóticamente con el subjetivismo, como destaca en la gráfica elaborada mediante una matríz por concordancias.
[Gráfica nuestra]

     Y si la “revuelta de abril” ha sido profundamente desconcertante, la información obtenida en mayo, que explica esa situación de abril, resulta ya enormemente perturbadora y en funcion de la cual no sólo pudimos establecer la contradicción particular entre dos grandes facciones del capital oligopólico internacional, sino elaborar un nuevo esquema económico-político de interpretación de la situación actual.

     De esta manera, buena parte del mes, con esos criterios, nos la pasamos revisando dichas fuentes con valiosos resultados que nos llevaron a elaborarnos un nuevo esquema, mismo que muestra precisamente la difícil situación del proletariado y de la sociedad en general, el enorme poder real al que nos enfrentamos, y que da a la imaginación en lo trágico para entender la magnitud de la lucha por la libertad en esta nueva etapa. Ahora nuestro nuevo esquema interpretativo político-social, lo desarrollaremos en su explicación en un segundo artículo de esta reflexión.