Cuento: La aguafiesta, original de @deyadena
La aguafiestas
En un diciembre, unos primos estaban de visita en mi casa, y tramaron una salida al cine, aprovechando que en casa vivían muchas chicas en alquiler y mi hermano, tenía su movida con una de ellas. Nosotras, mi hermana y yo, no gozábamos de flexibilidad para dejarnos salir, así que la ocasión era propicia, se prestaba para dar una salidita, como dicen por allí, al lado del enfermo también come el alentado, así aproveché la oportunidad de salir con ellos sin pensarlo dos veces. Aunque nunca pensaron que les iba aguar la fiesta esa noche.
Resulta que íbamos al cine, pero al tener un pie a fuera de casa, las chicas cambiaron los planes para ir a discotequear, los chicos para impresionarlas se dejaron llevar por ellas. Ya todos dentro del carro, unos encima de otros, nos fuimos al Paseo de las Mercedes, zona gastronómica y de recreación por excelencia de Caracas, con una botella de Ron a escondida para el ingreso al local, la idea era que cuando pidiéramos la bebida de Cuba Libre nos rindiera con nuestra botella. La gran sorpresa fue que yo andaba sin cédula y ahí empezó la travesía. No nos permitieron la entrada porque para los porteros, yo era una menor de edad, a pesar de que les dije que era mayor de edad, no me creían por no representar mis veinte años.
Imagen de Clker-Free-Vector-Images en Pixabay
Imagen de Theo Crazzolara en Pixabay
De allí nos retiramos y saltamos a Chacaíto, a un Nigth Club y tampoco nos dejaron entrar, luego y por último intento, nos dirigimos a Bello Monte, a la discoteca Hawaii Kai, en donde también nos negaron la entrada. En ese momento, mientras nos mirábamos los unos con los otros y discutíamos a donde iríamos, ya que no queríamos regresar temprano a casa, porque sabíamos que si nos devolvíamos no nos iban a dejar salir de nuevo mis padres, quienes eran muy estrictos.
A todas estas, terminamos dando vueltas hasta llegar al mirador del Ávila, cuyo acceso es solo por transporte privado. El lugar era muy concurrido por las parejas, dónde hay mucho arbusto para los románticos que anda a la conquista. En el grupo solo dos no llevábamos pareja. Nos dispersamos, cada galán con su noviecita, ocultándose en las sombras nocturnas y entre los arbustos. Mi amiguita y yo no queríamos alumbrar, así que nos fuimos a un rincón para hablar.
Imagen de StockSnap en Pixabay
Ella sentía mucho frío y le dio por agacharse, a mí me causo gracia la posición de ella, le dije que si alguien pasaba y la veía en esa posición, diría que estaba haciendo alguna necesidad fisiológica. Eso me daba mucha risa. Al terminar de decirlo, repentinamente aparecieron dos funcionarios de la guardia nacional que al verla le mandaron a levantarse, diciéndole que no estaba en un baño público. Mis carcajadas explotaron, un ataque de risa incontrolable al ver su cara de susto, ella se pone de pie sacudiéndose y les dice: no estoy haciendo nada, tengo mi pantalón puesto, los guardias al verme reírme tan fuerte y escandalosa me miran y me piden mi cédula, se me ocurrió decirles que no tenía la cartera. Ellos con picardía me dijeron que los acompañará, yo les dije que a dónde, que esperara a que mi hermano llegará, que estaba ahí mismo. Ellos respondieron que no, que los siguiera y tampoco dejaban que la amiga me acompañará hasta que con el ruido empezaron a llegar cada uno del grupo que se habían dispersado. Todos dijeron que adonde me llevarán, ellos también iban. Lo cierto, sus intenciones no eran buenas. Estos al ver que no lograron llevarme sola, nos ordenaron marcharnos del lugar, porque si nos llevarían a todos.
Así que la aventura no duró mucho y no hubo más remedio, que como niños buenos, recogernos temprano a casa. Todos se lamentaban diciendo: para qué me llevaron. Todos los obstáculos se presentaron por mí. Solo no me regresaron temprano para mantenerme calladita, y que para que no se me fuera el yo yo, de que ellos no iban para ningún cine, si no para la discoteca. Así que su noche de placer culminó con una gran frustración.
¡Qué interesante me pareció tu relato! deyadena (54) ¡Imagino la cara de tus amigos! ¡Pero te salvaste de los "guardias" de paso. Fue una bonita aventura...
Saludos ante todo y agradecida por su visita y comentario sobre el relato.
Esta es la carta de amor de Dios para ti.
Envíanos un mensaje en Discord 😍🤗❤
https://discord.gg/vzHFNd6