"Solo otra entrega más" (prólogo) - un relato de mundo de tinieblas
Me decía la dulce Joseline Scarlett mientras estábamos sentados en la mesa del fondo de aquel bar de mala muerte. Desde que habíamos llegado todas las miradas se habían colocado sobre nosotros, unas cuantas curiosas, la mayoría agresivas e intimidantes. Lástima para ellos que no soy de los que se intimidan fácilmente
-¿Que pasa Jossy? no me digas que te da miedo comenzar la fiesta con este montón de vagos que lo único que saben hacer con su brazo es levantarlo para llevarse el tarro a la boca... Tienes que ser más como tú hermana cariño-
-Si fuera como mi hermana todo este lugar ya estaría en llamas y especialmente tú junto con él. Recuerda por lo que vinimos "chico rudo"-
Pasaron unos 5 minutos, y mientras me terminaba mi segundo shot de tequila, Jossy me guiñó el ojo mientras me apuntaba a la barra, y al hombre que ahora estaba hablando con el bar tender y pretendiendo que no nos miraba, "el hombre con el tatuaje en la cara y las orejas perforadas y mas pálido que la nieve en las montañas de valle de Aran" esa fue la descripción que nos dieron. A pesar de verse intimidante no pensaría a primera vista que sería gran cosa, yo mido unos modestos 189 cm y no es por presumir... pero tengo el cuerpo lo suficientemente atlético para resistir unos cuantos golpes, y ya he recibido una buena cantidad de ellos para asegurarme. Así que si busca pelea antes de tiempo, ya estoy más que preparado para ella...
-Atento Leo, vienen 6 sujetos llegando a la puerta, 2 de ellos sin casi ninguna señal de calor...
-Ok, esos 2 y nuestro amigo de la barra son los objetivos, recuerda niña, solo activamos la "distracción", cogemos el paquete y acabamos con estas basuras para largarnos.
-No me lo tienes que decir 2 veces, siento que el olor de este sitio se me va a quedar en el cabello si nos quedamos más tiempo...
-Francisco Abellán, así que te mandaron a ti para negociar... creí haberle dicho a tu gente que no quería ningún truco en nuestros territorios y decidieron mandar espías antes de comenzar la reunión...
-¿Espías? acabamos de llegar... no hemos mandado a nadie...
-Entonces ¿Quiénes son esos dos de allí?- Nos señaló a la vez que comenzaba encender mi cigarrillo y Josefine comenzaba a quejarse y a buscar en su mochila.
-Ellos no están conmigo...
-Si no son de los tuyos y no son de los míos. ¿Entonces quién?...
-Mátenlos- Dijo el hombre imponente mientras todos sus guardaespaldas quitaban el seguro de las ametralladoras
-Bueno, hora de comenzar la distracción.
Jossy activó el gel explosivo que había colocado en las paredes de afuera del bar antes de entrar y las hizo estallar. En ese momento tome una calada profunda de mi cigarrillo y expulse luego una nube de humo negra que cubrió todo el bar. Los disparos comenzaron a llover por todas partes, mientras que Jossy se colocó su máscara de gas y me pasaba otro par de lentes de contacto de visión térmica mejorados. Podía ver claramente a cualquier humano en esa nube y con un poco de dificultad a los vampiros.
Saqué mi colt python de 6 tiros y me dirigí enseguida hacia el guardaespaldas más cercano, lo tomé por la espalda y le disparé al que estaba detrás y a su lado derecho, mientras que me cubrí de las balas con su cuerpo del último guardia al que le regalé una bala en la cabeza. Mientras, Joseline me cubría de los moteros disparándoles con su semiautomática. Unos 3 sujetos del bar que estaban del otro lado de donde estábamos sentados intentaron huir por las ventanas rotas, pero no fueron más rápidos que las balas de mí revolver.
Mi nube comenzó a disiparse, el sujeto que sostenía el maletín empezó a dispararme mientras que el otro sujeto empezó a cubrir el sitio con una nube de obscuridad. Saqué una de las maravillas que llevaba en mi bolsillo mientras me cubría y recitaba el encantamiento.
-Triangulo de Veritas, enséñame la verdad y a los enemigos tras ella
Coloqué el pequeño triángulo en mi ojo, podía ver cómo los 2 sujetos que habían estado al lado del hombre tatuado intentaban tomar a Joseline del cuello, hasta que ella los hizo estallar colocándole gel explosivo al que la sujetó en los ojos y saltando por la ventana para volarle la cabeza aturdiendo al otro que estaba al lado. Bien, podía cuidarse solita, era yo el que tenía problemas ahora.
El sujeto imponente se veía ahora más aterrador todavía, tenía una especie de tentáculos de sombras saliéndole del cuerpo y estaba apartando todas las mesas y sillas con ellos para llegar a mí. Recargué mi revolver con balas incendiarias y comencé a disparar lo mejor que pude entre todas esa nube de sombras. Logré darle 2 veces y poder salir del área que me cegaba, pero el anfitrión con su distintivo tatuaje llego de la nada y me dio un golpe que me hizo recordar hasta mi niñez. Salí volando por la puerta de entrada y terminé chocando con un auto que estaba frente al bar. Con unas cuantas costillas rotas para recordarme no bajar la guardia de nuevo.
-¿¡Quién eres tu maldito bastardo!? ¡Dime! ¿Te envió la camarilla?-
Me decía el del tatuaje mientras me apretaba el brazo, sabía que se estaba conteniendo, si hubiese querido me lo hubiese podido arrancar del torso. En ese momento lo único que podía hacer era concentrarme y rezar, pero no por miedo precisamente...
-Él no está con la camarilla Rodrigo, es un cazador, al parecer alguien hablo de más acerca de nuestra reunión o tu gente no sabe hacer las cosas discretamente-
Apareció el tal Francisco saliendo por la puerta destrozada, a su lado estaba el muchacho, su cara era seria e inexpresiva.
-Señor creo que deberíamos irnos, es obvio que estos moteros anarquistas no sirven como aliados competentes, matemos a este cazador y regresemos
-Oye ¿quién te crees muchacho?- Alzó la voz Rodrigo -He vivido al menos 200 años más que tu neonato, respeta a mi gente, mucho más cuando estas en nuestro territorio-
-¡Suficiente!- Gritó Francisco mientras unos tentáculos de sombras recorrían mi cuerpo lentamente hasta sujetarme fuertemente
-¿Algo que decir antes de morir, cazador?...
-Solo una cosa.... "Cólera de Dios"
-¡Leo! ¿Estás bien?-
Llego Jossy con unos cuantos cortes por las ventanas rotas. -Si querida, estoy bien. Solo un poco adolorido, no me esperaba ese golpe en las costillas... Había olvidado lo rápidos que podían llegar a ser...
-Será mejor que nos piremos antes de que llegue la policía ¿Ese es el maletín?
Me agaché y lo abrí, estaba lleno de pacas de billetes de 500 euros, habrían más de 1 millón fácil... día de paga para nuestra pequeña organización
-Claro que lo es Jossy. Vámonos de aquí rápido, tú conduces. Y por favor... evita los baches esta vez...