pesar de su fuerte caída, los bitcoins y las criptomonedas está más de moda que nunca, y prueba de ello es que hasta tu portero te ha habido de invertir en una de las monedas virtuales más conocidas del momento. Ahora que el bitcoin puebla todo tipo de noticias de actualidad, es cuando empiezan a destaparse las primeras estafas realizadas con este tipo de criprtomoneda, tal y como informan en El Confidencial.

Alguna vez tenía que ser la primera, y nos encontramos ante el primer caso de estafa relacionado con el bitcoin, esas monedas que antaño costaron unos cientos de dólares y han llegado a alcanzar picos cercanos s los 20.000 dólares. La volatilidad de este tipo de moneda ha sido uno de los motivos por lo que expertos y analistas han lanzado sus alertas ante la posible proliferación de estafas relacionadas con el bitcoin, y ahora tenemos el primer caso en España.

La estafa del bitcoin
Apropiación indebida, esto es lo que denuncian varios inversores de bitcoin al fondo de inversión Bitcoin Investors Trust con Miguel Juan Pavón Besalú a la cabeza. La denuncia admitida a trámite incluye un principio de estafa y una presunta apropiación indebida del capital de los afectados que impide a los mismos recuperar el dinero invertido en bitcoins.

El origen de todos los problemas lo encontramos en octubre de 2015, cuando según los denunciantes los beneficios generados del fondo de inversión de bitcoins dejaron de repartirse entre los inversores, como así denuncia uno de los afectados alegando que "Lleva mucho tiempo sin recibir los beneficios firmados, cuando en el contrato pone claramente que serán liquidados semanalmente”.

El Confidencial ha tenido acceso a los contratos firmados entre denunciantes y denunciados, donde se expone claramente que los beneficios deben de ser repartidos cada 7 días.

Es por ello que los diferentes abogados de las partes denunciantes han solicitado expresamente al juez que lleva el primer caso de estafa con bitcoins en España "incautar los equipos informáticos empleados por el señor Pavón, intentar localizar las contraseñas que permiten autorizar las transacciones y consignarlas o bloquearlas”, con el fin de que los inversores recuperen su dinero.

El acusado ha respondido al periódico que “No se puede culpar a una empresa de la ignorancia financiera -de los clientes-. La empresa ha hecho todo lo posible para que el que quiera desinvertir lo pueda hacer sin problemas”.