Mi opinión acerca de la LOCURA.

Si bien, la locura es un tema que tiene diferentes variantes y diferentes perspectivas al final de la historia siguen los caminos llevando a un solo lugar: “MUERTE”. La locura puede provocar la muerte de personas de manera trágica, dolorosa, grotesca y muy sangrienta pero esto no significa que para el que esté asesinando la locura signifique lo mismo. Llegado a este punto creo que para hablar del tema deberías saber en que me estoy metiendo, la sensación que produce el asesinar o torturar a otra persona. Como se verán los ojos del mártir antes de acabar con su vida, que pensará o que sentirá. Desde mi punto eso resulta fascinante pero ya lo había dicho antes, la locura puede significar muchas cosas depende de la perspectiva con que se vea. Te haré una pregunta y al final del escrito quiero que internamente te respondas, guardes esa respuesta solo para ti y olvides lo que has leído aquí. ¿Eres capaz de asesinar?

Un asesino puede ser desorganizado u organizado, sucio o limpio, blanco o negro, alto o bajo, joven o viejo, niño o adulto… puede ser cualquiera pero “cualquiera” no siempre llega a ser un asesino. Lo sé, es complicado. Cierra los ojos, imagina que llevas una vida perfecta, tienes una esposa que te ama, unos hijos que son toda una belleza, un trabajo que disfrutas y económicamente eres estable. ¿Qué podría llevarte a asesinar? ¿Cómo podrías pasar a convertirte a un asesino siendo una persona tan normal y tan feliz? La respuesta es el título de este escrito: “LA LOCURA”, quiero que imagines ahora que llegas a esa casa perfecta luego de un día arduo pero satisfactorio de trabajo, estacionas el auto, bajas y piensas que todo a tu alrededor marcha según como lo planeaste, introduces despacio la llave en el cerrojo de tu puerta pero te das cuenta que está abierta y que sin embargo toda la casa tiene un silencio sepulcral. Pasas aún con la triste y esperanzadora idea que simplemente fue un descuido de tu esposa, dejas tus cosas en la mesa que está cerca de la puerta y empiezas a llamar sin escuchar respuesta, no te responde ni tu esposa ni tus hijos, comienzas a preocuparte pero aún sigues siendo positivo y piensas que han salido y por accidente dejaron la puerta abierta. Llegas hasta una de las habitaciones de la casa y ves gotas de sangre. En este punto, créeme, tu cabeza explota, literalmente todos tus sentidos se agudizan y tu corazón empieza a latir como nunca antes lo había hecho, sin embargo muy dentro de ti sigues pensando que todo fue un accidente y que para todo hay una explicación, sigues avanzando por la casa ahora con un paso un poco más acelerado como si tu subconsciente supiera ya que ha pasado pero aún no logras aceptarlo, llegas hasta el cuarto de tus hijos, y encuentras todas las respuestas que buscabas, todo tu mundo se destroza en mil pedazos, todo lo que hasta ese momento eras por dentro se destruye, tus hijos y tu esposa han sido asesinados.

Ahora, quiero que vuelvas a recordar la pregunta que te hice al principio: “¿Eres capaz de asesinar?”. La locura podría llevarte a eso después de lo que acabas de vivir. Buscarías sin descanso al o a los responsables de que toda tu vida se haya acabado, los buscarías y cuando los encuentres probablemente los torturarías y les harías sentir que cada segundo es una hora de dolor, harías que cada centímetro de sus cuerpos deseara morir. ¿Eres capaz de asesinar? Recuerda que justo antes que aparecieran, tu vida marchaba normal, eras feliz y creías que nada podría lastimar a tus seres queridos, te sentías capaz de protegerlos hasta el momento en que los viste en aquel suelo cubiertos de sangre.

Entonces, estimado lector, tu locura puede ser controlada, puede que tengas otros motivos por los cuales no explotar o personas a tu alrededor que te controlen. Eso depende, ya sabes, cada quien es cada mundo. Son diferentes historias. Pero piensa en qué harías tú, en como reaccionarias o en cómo afectaría tu vida. Porque de una u otra forma afectará tu vida.

Así que, ¿Eres capaz de asesinar?
Me reservaré mi respuesta, ya sabes que es solo tuya o solo mía.

Daimylis Villarroel.