El Futuro se Avecina Inclemente
El futuro se avecina inclemente, como gigantescas nubes de tormenta en este océano de indecisión, las embarcaciones que hemos construido con nuestras creencias, ideales y pensamientos, ponen en tela de juicio nuestra supervivencia en estos radicales tiempos de incertidumbre moral. Silencioso, como el rocío de la mañana, los miedos más profundos se subliman y empañan nuestra visión, exactamente igual a la bruma en el ancho mar, y una sola pregunta invade nuestra mente, agudizando nuestros sentidos, diluyendo nuestra fuerza, amedrentando nuestro espiritu, haciéndonos pensar que zarpar significa la muerte; las piernas tiemblan, la respiración se acelera ante cada arrebato de las tempestades; cada ola que salpica, cada ráfaga de viento encolerizada por la osadía de estos orgullosamente estúpidos capitanes que se enfrentan al mundo sin saber como izar las velas de la conciencia, extremadamente necesarias para no perder nuestro principal impulso en las iaguas de la vida; "¿qué será de mi mañana?"-pensarías- Qué será de mi mañana cuando mis ideales se rompan, mi conciencia se pierda , mi inteligencia salga despedida y tenga que soportar la severidad de los mares de la vida... Al final, la pregunta será: ¿es necesario zarpar?, Y la respuesta será: Sí, ya que no se puede ni se debe vivir con miedo.