PUEDO SER LO QUE QUIERA, COMO ESCRITOR POR EJEMPLO...
ESTE ES EL COMIENZO DE UN LIBRO DE MI AUTORIA
CAPITULO I
Soñar en poder llegar nuevamente a ese momento, en el que mi vida se convirtió en un manojo de anzuelos, donde la inocencia de la niñez comienza a teñirse de destellos indescriptibles de la adolescencia, en el que se intenta tomar decisiones y se empieza a mirar nuestro alrededor y las personas que en él están de una manera totalmente nueva.
No deja mi mente de divagar sabiendo que esa etapa insuperable y tan dolorosa, donde me asustaba el saber que mi cuerpo empezaba a experimentar cambios únicos que a mis quince años aún no había sentido; pero aun así ese no era el mayor inconveniente, lo que más me frustraba eran los sentimientos nacientes: quería sentir que para los demás valía la pena y que era alguien. Sonrió hoy recordando aquella niña de piel trigueña, ojos color miel y un cabello ondulado hasta la cintura, con un cuerpo para sus catorce años muy esbelto y atractivo.
Un recuerdo que ha marcado mi existencia, es un día de escuela igual a todos los demás, donde la briza propia del clima frio de mi pueblo, en un mágico instante batía su cabello en una danza perfecta, mis sentimientos nacían como capullo de flor; pues hasta ese día era una amiga, una niña a la que trataba bruscamente, solo había importado el juego y la diversión, por alguna razón era importante para mi aun sin saberlo.
A partir de ese momento sin saber por qué, nació en mí un sentimiento de querer protegerla y hacerla sentir muy bien. Quería saber cómo controlar desde mi cuerpo hasta mis sentimientos, pero me aterrorizaba el saber que ya dentro de pocos años dejaría de ser niño y pasaría a ser un hombre. Día a día mi inocencia se evaporaba cual el agua en día soleado, con una gran diferencia, no volvería jamás.
Ese nombre me parecía único, precioso, pero al mismo tiempo imposible, Angélica, el nombre de aquella mujer escultural moldeada por los mismos ángeles. Día tras día sentía nuevas cosas, me confundía con facilidad y en mi vida aparecía con más intensidad un deseo, y una lujuria que alimentaban un sentimiento de placer: Mi cuerpo reaccionaba por primera vez a estímulos únicos que me preocupaban, pero no me molestaban; sentía que debía tener cuidado, pues empezaba no solo a sentir sino que ya importaba lo que pensaran los demás.
Un día oscuro y muy lluvioso que desde su inicio ya me anunciaba un problema venidero… fue ese día tan absurdo y agobiante, cuando con dolor vi como mi mejor amigo se convertía en el novio de aquella niña, que no solo me movía el piso, sino que de verdad me importaba; quería llorar, quería gritar, pero más que nada quería golpear a mi supuesto amigo. En medio de aquel dolor reaccione recordando que jamás le había dicho a nadie mis sentimientos, que si angélica estaba con él la culpa era solo mía, nadie más era responsable, quería en ese momento encontrar a alguien a quien culpar, sentía impotencia y un deseo de explotar, pero aun así yo sabía que a nadie podría hacer responsable: eso me estaba carcomiendo y en mi mente luchaban mis emociones contra mi razón, no encontraba motivos suficientes para tomar una decisión.
wow