Quien me conoce que soy una chica más de ciudad que de campo, sin embargo hace casi 8 años que vivo en la ciudad de San Juan de los Morros, estado Guárico, lugar emblemático de la zona llanera. Sabiendo esto, les cuento que me atreví a subir ¡los Morros de San Juan! Y no es nada, que cuando digo que los subí fue porque llegué hasta el final, ahí donde está el famoso Faro de los Morros.
Permítanme que les hable un poco de estos Morros:
Los famosos Morros de San Juan son unos de los principales atractivos de este pueblo (de ahora en adelante lo llamaré así por ser pequeño), aparte de ser un Monumento nacional por la belleza de sus formaciones, mochilero que se respeta y ha visitado este pueblo debe haber subido estos Morros cuya superficie es de 2.755 ha y una altitud de 1.060 msnm, aparte son los que le dan la peculiar forma de U gordita al estado visto desde un mapa.
Ahora les contaré mi experiencia, por supuesto no es recomendable subir solo por si se presenta alguna emergencia, normalmente se unen grupos de amigos para emprender la caminata y así lo hice yo.
Pensé que se me había echado a perder el viaje porque amaneció lloviendo, pero al cabo de unas horas el sol apretaba con la eventual furia que caracteriza el clima venezolano, así que emprendimos la marcha, no sin antes juntas las provisiones: enlatados, agua, pan, frutas edredón, sweater (porque nos quedaríamos a dormir ahí), cámara, mi flauta dulce, linterna e implementos varios para hacer comida.
Luego nos dirigimos al sector Banco Obrero en un taxi que nos dejó en la entrada, a medida que se va caminando ese camino de tierra se sentían la deliciosa fragancia de los jobitos que yacían estrellados en el suelo por lo maduro que estaban. Hicimos pausa para notificar en la casita de los guarda bosques que estaríamos en el morro hasta la mañana siguiente.
Así comenzamos la marcha, no soy atlética y mi aptitud física es catastrófica, por lo que me llevo mejor con un libro que con una caminadora, así pues apenas el terreno se comenzó a empinar yo ya me sentía sumamente cansada y llegué a pensar que no podría lograr lo que me proponía, pero me acompañaron y bajaron un poco el ritmo de la caminata, al cabo de un rato la humedad, la luz y el calorcito rico me hizo sentir más fuerte. Hay ganado vacuno por varias partes pero el paisaje se torna realmente hermoso cuando se ven los cielos despejados y el verdor te cubre la mirada, es sencillamente majestuoso y reconfortante.
Seguimos andando y llegó la hora de subir las escaleras, resultaba divertido por lo sencillo que era, me fui tomando fotos por doquier, las escaleras se hacía cada vez más y más empinadas poniendo a prueba la agilidad de cada uno, había que caminar con cuidado para no caerse por los barrancos y por el camino vimos cuevas llenas de murciélagos, de broma no salió "Batman" de ahí, y hasta vimos una tumba en honor a un joven del pueblo que falleció ahí por haber cometido la imprudencia de intentar abrir una lata con cuchillo sobre su muslo…
Llegó un punto en el que las escaleras estaban literalmente en posición vertical, un resbalón y podías sufrir un accidente, resultaba toda una hazaña. Por fin llegamos a la cima y todo es camino previo se volvía rocoso, ya no habían más escaleras que facilitaran las cosas, había que aplicar un poco más de agilidad al asunto. Un verdadero reto para mí pero del que salí airosa.
Cuando por fin llegamos a la cima de los Morros de San Juan a primera vista el lugar no me pareció la gran cosa, estaba la "casita" previa al faro con más rayones que los baños colegiales producto del vandalismo, la verdadera sorpresa se encontró al darme la vuelta y contemplar con verdadero asombro todo San Juan de los Morros, la ciudades cercanas y hasta el Lago de Valencia, verdaderamente maravilloso, todos con sus pequeñas luces librándose de la oscuridad, parecía un pesebre (llegamos a la cima en un total de 2 horas y 40 minutos y para entonces ya había anochecido.
Cenamos sin encender fogata ni nada de eso y nos iluminábamos con la linterna, llamé a mi madre (sí tenía señal allá arriba) para que supiera que estaba bien y me apretujé en esa casita para evitar a los animales que salieran a curiosear, el frío fue increíble y torturador, no les miento. No subí las escaleras del faro porque el vértigo no me dejó pasar ni del primer "escalón".
Pasada la noche contemplé un maravilloso amanecer como nunca había visto, impregnado de todos las tonalidades de anaranjado y los vistosos colores amarillos que se mezclaban en un infinito cielo azul con un tenue color lila, dando como resultado una acuarela impresionante que iluminaba mis ojos. ¡Fue sensacional! Me conmovió tanto que sentí ganas de llorar de tanta felicidad.
Después desayuné, toqué con mi flauta dulce un tímido "Sonidos del Silencio" y emprendimos el descenso, esta vez nos llevó un poco más de tres horas porque había que estar pendiente de no resbalar por lo empinado del terreno, ¡lo admito! Me caí muchas veces y me enojé un tanto más, mi pantalón quedó hecho un desastre y las locas Crocs que me coloqué esa vez no fue la mejor elección para bajar.
Ese día llegué a la casa llena de barro, sudada hasta las metras, muy cansada pero con una sonrisa radiante y un bienestar interno que me duró varios días.
¡Gracias, Morros de San Juan!
¡Otras fotos!
El faro
Árbol Indio Desnudo
Paisaje
Frondoso verdor
Entrada de la cueva
Tonalidades del amanecer
Fotografías tomadas con: Videocámara Síragon HV-8000
Edición: Picasa 3.
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pero ¿por qué?
bonitas vistas tiene que ser un lugar magnifico para perderse en la naturaleza
No te imaginas, la cámara no capta lo que los ojos.
Hola @arlemvs definitivamente esto es una señal, que me indica que debo conocer san Juan de los morros, porque hoy en la mañana casualmente me lo recomendaba un amigo que fue este fin de semana, que buenas fotos y que felicidad ese contacto con la naturaleza. saludos
En efecto debe ser una señal! A ver si te aplicas pero es rudo subir jejejeje, bueno, a mí me costó un mundo.
Qué espectacular experiencia, tu relato y fotos son una maravilla, siempre que viajo veo los Morros desde lejos, ahora cada vez que los vea recordaré este post.
Sí! Fue increíble, forzado para mí pero al final del día quedé contenta. Me alegra que te haya gustado!
Los Morros son un Monumento que vale la pena visitar!!
No dudes!
Yo la verdad que nunca me anime a hacerlo, me conformo con verlos todos los dias!
No te creas, a mí porque me enamoraron con la idea de subirlos.
Gracias!
Soy de San Juan, yo quiero pero me da miedito la verdad jajajaja
La clave es ir en grupo y con personas que se sepan de memoria el camino para evitar cualquier contratiempo. Saludos!