La historia del arte siempre responde a las manifestaciones sociales, políticas y económicas que se estén gestando en determinado momento, por tanto las expresiones plásticas del Renacimiento y el Barroco están determinadas por el contexto en el que se desarrollaron. Durante el siglo XV el nacimiento de la burguesía, las cruzadas y el intercambio monetario entre Oriente y Occidente cambió el paradigma económico de la sociedad occidental; como consecuencia el arte dejó de ser únicamente eclesiástico y empezó a ser propio de las clases sociales altas, surgiendo así el comercio del arte y la creación de obras por encargo, esto influyó de manera significativa en los motivos y las temáticas que se manejaban en la época.

El amor victorioso de Michelangelo da Caravaggio.

La finalidad del arte estaba orientada básicamente hacia la búsqueda del reconocimiento del artista; como símbolo de estatus social de quien encargaba la obra; como embellecimiento de la ciudad; y como forma de adoración y alabanza hacia Dios. A su vez los temas seguían centrados en la religión, pero con la incorporación de elementos propios de la mitología griega y temas paganos referidos a la exaltación del hombre.

Sobre las bases del Manierismo, en el siglo XVII, surge el movimiento Barroco, que toma las ideas renacentistas y las lleva a un nivel mucho más exagerado y ostentoso. A diferencia del Renacimiento, el Barroco busca ser un arte de protesta, como respuesta a la reforma de Martín Lutero, el arte cristiano no está centrado en la adoración de Dios por sí mismo, sino en la lucha de la religión católica frente a las nacientes protestantes. El tema religioso se mantiene, pero ya no está centrado en la ilustración de los iletrados sino como un arte de propaganda, fundamentalmente político. Las obras son agitadas, en busca de movimiento y color, el juego de las sombras, de la exageración, de lo recargado y exaltado, esto como consecuencia del sentimiento general de la población a causa de la guerra, el dolor invade la psique de la sociedad y el arte busca expresar lo que habita en el interior de un mundo que sufre.

La flagelación de Cristo de Michelangelo da Caravaggio.

Por otra parte, otras influencias del Renacimiento que no corresponden al ámbito económico, pero que permitieron la transformación de las estructuras sociológicas del momento fueron: el descubrimiento de América, el nacimiento de la imprenta y la brújula y el giro copernicano. Todos estos hechos históricos permitieron el surgimiento de ideales antropocéntricos, donde el hombre puede conocerlo todo y por tanto puede dominar a la naturaleza a través de la razón. Esta visión del mundo centrada en la ciencia condujo a una expresión plástica enfocada en la geometría, el trabajo de la perspectiva y el punto de fuga, el desarrollo de la técnica como elemento primordial de todo artista.

En cambio, el arte Barroco no aboga ya por la representación exacta de la realidad, ni por la importancia de la técnica y la geometría, sino por la expresión de los sentimientos, del movimiento y la tensión, un arte que abunde de energía y que manifieste una intensa espiritualidad, esto es producido gracias al uso del color y los juegos de sombras, ya no es la perspectiva sino la individualidad y el detalle el elemento primordial de la época.

Bronzino pintor fundamental dentro del Manierismo fue reconocido por su especialidad en los retratos, siendo afamado o denominado como «el de los retratos magníficos», cabe aportar que para este periodo aparecen con mucha fuerza los retratos. La mayoría de sus pinturas como ya es mencionado son retratos de grandes literatos y de integrantes de la familia de los Medicis o de allegados a ésta; para el manierismo el arte era comercial y personal de la alta corte, quienes tenían el poder y dinero para tener a su servicio pintores particulares de gran prestigio.

Venus , Cupido y sátiro de Agnolo Bronzino.

La pintura de «San Juan El Bautista» es de orden religioso una obra que representa eminentemente el manierismo, principalmente por la desproporción del cuerpo y exageración de cada parte de la anatomía propios del manierismo, se mantiene la mirada clásica se persevera la ostentación de riqueza en color y volumen escultórico, el detalle que resalta en una pincelada muy sutil y luminosa, en esta pintura podemos observar cómo se quiebra la estructura establecida antiguamente hay un juego con la artificidad que rompe los esquemas que se venían impregnando dentro de la pintura, esta obra tiene un nivel de detalle exquisito, es evidente la riqueza de colores que han sabido instaurar los manieristas, Bronzino en esta obra demuestra la capacidad de mostrar una musculatura exacerbada, todo lo podemos apreciar en cada detalle, la expresión de su rostro, la expresión de sus manos , el cuerpo que difiere de la realidad, el movimiento perfectamente marcado en la torsión de su cuerpo, este es de manera muy rigorosa, hay un carácter expresivo en la figura, los juegos de luz y sombra, en este caso la luz no parece ser de forma natural sino opaca e incluso fría y coloreada de manera muy tenue y artificial, prevalece una elegancia exagerada con una intención exquisita en el detalle, en la pincelada de la piel pareciera ser un tono con luz plana y atenuada dejando en el espectador un impresión fría.

San Juan El Bautista de Agnolo Bronzino.

Por otro lado, Caravaggio, era un pintor con una reputación un poco contradictoria por su carácter, esto sin dejar de quitarle el reconocimiento a la maravilla de su trabajo. El arte barroco tiende a ser irracional, femenino e incluso dionisíaco, no hay un orden especifico para seguir.

En contraposición con el san Juan Bautista de Bronzino, la obra «Judit y Holofernes» de Caravaggio, es una pieza que refleja una época que atraviesa diversos cambios e innovaciones sociales y religiosas, se puede observar en la pintura la sobriedad y ese acento tenue que impregna Caravaggio, el juego realizado entre la luminosidad y sombras; la configuración de la imagen con la luz y la sombra es característico de este, el juego de luces y colores será la representación principal para todas sus obras, en la pintura que estamos narrando se intensifica un colorido muy particular entre rojos, beiges, marrones, negros, todos estos en una mezcla a plenitud, la luz lateral que se establece muy suavemente de derecha a izquierda, se marca la estilización del personaje y demostrando una disposición de la situación, prevalece el nivel de detalle en los ropajes con un carácter de expresión entre las telas y el cuerpo, la imagen adopta un carácter fotográfico y muy teatralizado; la expresividad facial que transmite un sentimiento oportuno, el color utilizado para dar vida a la piel parece ser de porcelana, brindándole elegancia, delicadeza y esa belleza exquisita del barroco.

Judit y Holofernes de Michelangelo da Caravaggio.

Fuente de las imágenes:
Todas las imágenes son obras de los artistas aquí mencionados.
Adicionalmente, la fuente del portal web de donde conseguí la imagen de cada pintura la puedes encontrar aquí y también aquí.

Esto fue todo por ahora, me encantaría que comentarán cual artista les causa mejores sensaciones si Caravaggio o Bronzino o ambos... !Gracias a todos los que dedican un pedacito de su tiempo para leerme!