La experiencia corporal es la esencia de la cosa. En Husserl, la experiencia corporal yo miro en el objeto algo mío. La carga se la doy yo, en tanto que y devengo mundo. El objeto en el cual tengo interés sobre cómo esta experiencia corporal se traslada, es en la película “The Witch” (Robert Eggers, 2015). Esta cinta se percibe cómo una serie de pinturas; haciendo referencia a los cuadros oscuros de Francisco de Goya. El director, Robert Eggers se inspiró estéticamente en el pintor. La paleta de colores que utiliza hace ilusión a la oscuridad, haciendo referencia a la ignorancia que se vivía en el contexto psico-social de la época. El fenómeno del color en esta película, la vibración del color define las formas y la forma determina la vibración del color. Esto se construye no solamente en la experiencia depositada en los propios colores, sino en la construcción fenomenológica de la consciencia entre el color y el sujeto, es decir, se construye como y desde la experiencia.

“En el brillo de las cosas se refleja nuestra propia claridad, en la oscuridad de las cosas, nuestra propia tiniebla” (Husserl, 1952, p.419). Yo miro en el objeto algo mío, la carga se la doy yo, en tanto qué y devengo mundo. En el inconsciente están alojados los recuerdos que deseamos apartar y que también no son accesibles conscientemente, es por ello que las experiencias de corporalidad son de reflexividad sensible, ya que estas emociones son percibidas a través de los sentidos. Por tanto, la fenomenología del color en la película, visualmente, crea en el espectador una experiencia sensorial; un fenómeno que está en la consciencia. Miedo, vergüenza, ignorancia y desesperanza, son emociones que le proporcionamos al experimentar corporalmente este filme. Esta representación de este mundo, se plasma con colores oscuros, que evocan al lenguaje del inconsciente y deposita, en la obra, un devenir. Esta vivencia se remonta a los miedos aprendidos sensitivos, es decir, experiencias pasadas desagradables que se quedan en el inconsciente y, por tanto sabemos que de alguna manera los colores oscuros se experimentan como algo tenebroso. Asimismo, no sólo se mira con subjetividad, sino desde un nuevo devenir para dejar que la película nos inunde de la nueva experiencia.