"El respeto no se come" Micorrelatos, historia de un venezolano.
"El respeto no se come" Micorrelatos, historia de un venezolano.
-Yo creo que no se van a dar cuenta. Además, esa vieja tacaña tiene mi confianza, no podrá sospechar de mí. Yo lo necesito más que ella, ella tienen de sobra. Pensaba Ramona de camino a la casa de la señora Olga.
Sus hijos quedaron en aquel hogar, donde pasan la mayoría del tiempo, ese nido que acurruca a cuatro pequeñines juguetones que solo se preocupan por divertirse y se entretienen fácil con cualquier cosa, no conocen la vanidad y no han visto más allá de los muros de una pequeña ciudad.
Son buenos chicos, a pesar de vivir en un barrio peligroso, miserable, consumido por los malos vicios, y lleno de delincuentes, ellos se han mantenido a raya. Bueno, gran parte de esto es gracias a lo que su mamá les ha estado enseñando: respeto por los demás y por lo de los demás, con eso es suficiente para mantenerlos por el camino correcto. Inculcar respeto, eso sería suficiente para cambiar este mundo, para hacerlo un mejor lugar. Pero ese valor supremo, distinguido y armonioso, solo es una palabra más en un puñado significativo de las familias en Venezuela.
Mientras tanto Ramona daba pasos agigantados para llegar temprano y que el día le alcanzara, aquella casa era 5 veces más grande que la suya y debía limpiarla completa y regresar antes del mediodía.
¿Y si después me quedo sin trabajo?, ¿Y si me descubren y me llevan presa?, ¿Y si mis hijos se enteran de lo que hice? ¡Dios mío!, ¿Qué hago? Pensaba ansiosa mientras caminaba viendo al piso.
El vestido a las rodillas abría como un abanico con el andar, y un calzado viejo dejaba ver unas uñas largas y dejadas, una cola de caballo hacía sobresaltar las ojeras y el bolso cargaba un monedero sin monedas, un labial rojo y una botellita medio llena con agua que hacía glu glu en consonancia con el gruñir de su estómago.
Caminaba 50 minutos todos los sábados hasta allá, pero ya era querencia, porque lo había hecho los últimos 364 sábados, durante 7 años, sin perder ni un solo día. Ya estaba llegando a su destino de pronto resonó en su mente la frase que paralizó su corazón y oscureció su alma la noche anterior: ¡Tengo hambre mami! Y recordó que deseo mil veces querer arrancarse un brazo y convertirlo en comida para sus hijos.
Ya no había vuelta atrás, el plan estaba armado, se paró frente a la puerta, firme, imponente, segura, levantó la mano derecha he hizo sonar el timbre.
¡No tengo comida! Ayúdeme señora Olga, mis hijos mueren de hambre, no me alcanza el dinero. Tienen más de un día entero sin comer, ¡Ayúdeme! No me alcanza el dinero que me queda de limpiar 3 casas, quisiera limpiar 100 y darles de comer. No quiero robar, me estoy matando a mí misma al hacerlo, estoy en mi contra. ¡Ayúdeme! Gritó en el silencio de sí. Y pensó en voz más baja: Se lo diría sino conociera ese corazón frío y supiera la respuesta.
Aquel día salió antes del mediodía con un bolso que pesaba más de 4kgs, pero la conciencia, la pena y la moral arrastraban por el suelo, odiando al gobierno y pidiendo perdón Dios.
Fuente de la primera imagen
La segunda imagen es propia del usuario @angelespereira
Acabas de leer la quinta historia de mi autoría de la recopilación de "Microrelatos, historia de un venezolano".
Puedes leer las anteriores haciendo clic encima de los títulos:
Despreciables recuerdos
Un encuentro a destiempo
Ilusiones difusas
Casa por hambre
Están abiertos los comentarios, estaré muy agradecida con cualquier opinión.
Saludos y gracias por leerme.
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Hola que genial leerte Saludos cordiales! colega coterranea
Saludos hermana cumanesa.
Gracias por darte una vueltecita por mi blog. ¡Un abrazo! @geadriana
uy de verdad ese relato llega al alma, es deprimente ver como hay gente que hace sacrificios por tratar de sobrevivir, no muy diferente a lo que se percibe de la situación actual que se vive en Venezuela, el saber es poder como dices en tu usuario, solo con el saber logramos pasar de un ciclo a otro mejor, te invito a que sigas mis posts en el que me refiero a la historia de las torturas en Venezuela sabiendo de eso por eso esta clase de posts le llegan a uno al alma
Así es @ljmm existen a cada segundo historias desgarradoras que merecen ser contadas . Son tan deprimentes, pero las escribo con la intención de reflexiona sobre esta situación. Saludos
Es incrieble, realmente me gusto, es un vistazo a la crudeza de lo que hoy dia se vive
Así es @bcamsolo una pequeña historia de miles que se viven, cruel y vagamente. Saludos