Los árboles son vida para la tierra y aire para los humanos, millones de hojas caen al año y miles de animales los usan como hogar, nosotros tomamos ese hogar.
Fuente
En nidos nacemos, somos parte de un grupo seleccionado del mundo que el destino nos pone en el mismo hogar, los huevos se van rompiendo poco a poco, los primeros sonidos suenan cuando una parte del cascaron se agrieta, nos tomamos nuestro propio tiempo para salir, unos estamos desesperados por ver los rayos del sol y descubrir qué nos depara el amanecer, otros estamos lo suficientemente asustados por los fuertes estruendos del viento que preferimos quedarnos aquí, en la ala de nuestra madre, pero al final todos logramos nuestra meta: vivir.
Pichuelos en un punto circular, con poco espacio y mucho tiempo por recorrer, aprendemos a que tenemos que aceptar la presencia del otro y que no somos los únicos que estamos confundidos, al crecer presenciamos la aparición de plumas y alas más grandes, nos provoca jugar e imaginar que sentimos el viento en nuestro cuerpo, porque no hay mayor sueño que el de pensar que estamos volando; visitar lugares, ser independientes, abandonar el nido, es todo lo que queremos pero siempre va a estar ese gusano de temor, que nos hace preferir estar a salvo en el mismo árbol.
Cuando aprendemos a volar, es como probar libertad, nuestras plumas están preparadas para el viento, ya sabemos lo primordial para sobrevivir, nos sentimos halcones siendo pequeños gorriones pero aun así seguimos insistiendo en que nos dejen entrar a la naturaleza, lo que no sabemos es que el mundo es más salvaje de lo que parece.
Ya es hora, nuestra madre esta vieja, es una ave cansada que nos enseñó todo lo que sabe, es nuestro turno por salir, nos sentimos impactados de que el día que tanto esperábamos llegó, es momento de partir, nuestros picos son fuertes y nuestras alas hermosas, hechos y derechos nos formamos y simplemente ya no cabemos en el mismo nido, es tiempo de crearlo en otro árbol. No todos salimos al mismo tiempo, no todos nos sentimos preparados, pero si, ya estamos listos. Nuestros hermanos, los pájaros que vimos desde que somos pichuelos, con quien compartimos el alimento y el amor de madre, son ellos a quienes conocemos y amamos, nos tendremos que despedir.
Unos se irán más rápido que otros, esos que ya se siente preparados, toman fuerza desde lo más profundo y saltan para soltar las alas y de una vez por todas, sentir la libertad. Los que nos quedamos aun esperando nuestro turno, solo nos queda llorar y desear feliz partida, por ahora será un adiós, un adiós permanente porque sabemos que la última vez que nos veamos será cuando perdamos a luz del alba, ese pájaro que desaparece en el horizonte.
Con amor, Andres
"Este post está dedicado a todas esas personas que viven la partida de un ser querido, y en especial a @unknowmusic y @blablajam, quienes fueron mi inspiración al momento de escribir."
¡Que lindo escribes, Andruuu! Si eres bello :-((( Muchas gracias 😢
Así es el ciclo de la vida, siempre tendremos que abrir vuelvo por nuestro propio camino. ♥
Es muy real y triste a la vez el afrontarlo, pero ese vuelo debe seguir Muy bonito :-).
Andres, muy sentido tu mensaje y bella forma de expresar esas transiciones de la vida. Como madre, uno nunca quiere que sus hijos digan adios, sin embargo esto es inexorable, aun así los lazos de sangre y ese amor tan genuino entre una madre e hijo siempre permanecen. rompen.
Así es! Siempre estarán esos lazos, pero hay que despedirnos en algún momento, gracias por pasarte por aca!
Una metáfora. Me sentí totalmente identificada al leer tú post. Escribes cada vez mejor, andruuu.
me encanta leer a gente que entra nueva por recomendación de gente y mas de @blablajam que están profesional!
un abrazo y a seguir así compi!
epa que tremendo !
Buenas @andruuu, este post se ha votado a través del Proyecto Cervantes 'Posts de Calidad'. Un saludo.
Wow. Maravilloso. Me has sacado una lagrima.
Hermoso andruuu