ROMPRE LA CADENA DEL ODIO // pequeño consejo para este lunes

Más seguido de lo que nos gustaría nos vemos frente a situaciones en las que la otra persona con la que estamos puede estar teniendo un día no tan bueno y no duda ni un segundo en hacértelo saber al sacarlo todo al aire y, también más seguido de lo que nos gustaría nos vemos contagiados de esas vibras tornando nuestro propio estado de ánimo en uno gris, y pesado.

Cuando nos contagiamos de estas vibras, y mientras continuamos con nuestro día, tenemos la tendencia a seguir propagando estas vibras y así de fácil como nos contagiamos de ellas, muchas muchas más personas pasarán por lo mismo. Transformando a todos en nubes grises como si se tratara de un virus.

Con certeza puedo decir que no es tan solo malo, sino también triste, y habla mucho de lo fácilmente influenciables que somos. Romper esta cadena y, aún más importante, evadirla desde un principio NO es fácil, pero tampoco es imposible.

Yo soy alguien que es comúnmente contagiada por estas cadenas, pero también soy alguien que está trabajando en ser cada vez un poco menos influenciable y en evadir que estas vibras me alcance. ¿Cómo lo hago? Se los compartiré.

Primero que nada necesitas cambiar tu mentalidad. Cuando alguien se está desahogando contigo recuerda que puede que solo estén ahí para que los escuches y, con un poco de suerte, les puedas compartir algún útil consejo. En lugar de actuar como esponja y absorber todas estas emociones piensa en las maneras en las que tu resolverias estos problemas si estuvieras en su lugar para que así 1) puedas ser de ayuda para ellos y 2) termines sintiéndote bien por haber ayudado a alguien.

También puede que te veas frente a situaciones en las que la otra persona simplemente quiera desahogarse contigo, explotando frente a ti, sin ninguna expectativa de consejos y con la sola intención de sacar todo aquello que los llena de enojo.

Estas son las situaciones más difíciles para mi, se requiere de muchísima paciencia, mucha respiración y el mantener la calma. Necesitas comprender que la otra persona está molesta, qué es el enojo el que está hablando y que no deberías ponerte en una posición igual a la de ellos si no en una superior. Necesitas ser la persona madura, dejarlos desahogarse, inhalar y exhalar, escucharlos y poco a poco llevarlos a un lugar más pacífico con tus palabras. Difícil, lo sé, especialmente cuando todo lo que quieres hacer es gritar también, pero honestamente, ¿Cuándo ha sido eso de ayuda?

Y por último, no olvides respirar. En un curso de meditación que tomé hace unos años en la India nos explicaron el como tu respiración es la llave para todo. Aprender a controlarla no es fácil, y te toma un tiempo acostumbrarte a hacerlo, pero una vez que aprender cosas increíbles van a pasar con tu estado de ánimo e inclusive con tu salud.

Nunca nos olvidemos de que somos humanos, y que si aquel problema al que nos enfrentamos no va a importar en 5 años, no vale la pena dedicarle más de 5 minutos.