Ana de Avonlea
¡Hola a todos! Espero que estén sanos y salvos en sus casas (y disfrutando de muchas lecturas, jeje).
Para seguir con mi propósito lector de este año y aprovechando que debemos permanecer en casa, en estos días terminé de leer Ana de Avonlea, el segundo libro de la saga Ana de las Tejas Verdes (si deseas leer la reseña del primer libro de esta saga, dale click acá).
Esta vez nuestra querida protagonista ha crecido, tiene 16 años y ya se graduó como maestra de la Academia de la Reina. Ahora, su mejor plan es continuar sus estudios en la universidad. Sin embargo, debido a algunas situaciones que ocurren con su familia, Ana decide quedarse en Avonlea y comienza a trabajar como maestra en la escuela del pueblo.
El libro acompaña a Ana Shirley Cuthbert de los 16 a los 18 años mientras se dedica a su nuevo trabajo como educadora, así como las alegrías y desventuras que vive. Busca siempre ser un modelo a seguir para sus alumnos, rechaza cualquier forma de castigo corporal (lo cual no estaba nada bien visto en la época, ya que en ese entonces los golpes eran considerados como la forma más rápida y eficaz de corregir conductas) e intenta llevarlos por el camino del bien. A pesar de que esta vez vemos a una Ana mucho más madura y de que ahora su agenda está mucho más ocupada, siempre busca espacios en su vida para dar riendas a su imaginación. Fuente de imagen
Pienso que una persona verdaderamente perfecta sería algo muy poco interesante.
En particular me gustó mucho la forma en la que evolucionó la relación de Ana con Gilbert Blythe, ya que en el primer libro prácticamente no se hablaban y Ana no lo soportaba, mientras que en este se va consolidando una hermosa amistad entre ellos (que probablemente en los próximos libros surja algo más que una amistad jeje, pero no nos precipitemos). Quedé fascinada con la manera en la que la narradora describe la admiración que siente Gilbert por Ana cada vez que están juntos. Fuente de imagen
Otros nuevos personajes son Davy y Dora Keith, dos mellizos que llegan a Green Gables debido a circunstancias adversas que han vivido. Prácticamente desde que llegan, Ana establece con ellos una estrecha y amorosa relación, en especial con Davy, quien parece tener un don natural para meterse en problemas. Fuente de imagen
Nuestra vida puede ser amplia o angosta, de acuerdo a lo que ponemos en ella, no a lo que obtenemos.
Por su parte, también tenemos a Paul Irving, un niño de 8 años que es alumno de Ana en la escuelita de Avonlea, que le recuerda a sí misma cuando tenía su edad pues también tiene una gran capacidad de imaginación. Es un niño sumamente inteligente y observador.
Por último pero no por eso menos importante, en este libro también tendremos el privilegio de conocer a la señorita Lavendar, una solterona de 45 años que, a pesar de su edad, conserva un alma joven, y que sin duda me hizo mucha ilusión ver su forma de contemplar la vida y su capacidad imaginativa que también atrae a Ana. Fuente de imagen
Marilla, mire esa gran estrella sobre los manzanos del señor Harrison con ese resplandor plateado enmarcado por el cielo. Me da la sensación de que es una plegaria.
Debo decir que me gustó muchísimo más este libro que el primero, pues a mi parecer nos da la oportunidad de conocer a Ana mucho más a fondo y disfrutar de su día a día con más dedicación, al contrario del primero libro en donde me da la impresión de que todo avanza muy rápido y no da chance para identificarte y sentirte próximo/a al personaje (como dije en mi reseña del libro anterior, me pareció que la serie televisiva logró captar mucho mejor el carácter explosivo de Ana en sus etapas iniciales en Green Gables). Para mí los personajes son el detalle principal de los libros, y muchas veces estos definen si me gusta el libro o no. En lo personal, para poder disfrutar e involucrarme con la historia, necesito sentirme identificada o involucrada también con los personajes, y eso ocurrió con este libro.
Aparte de eso, me encantó la forma en la que Montgomery describe el proceso de crecimiento y madurez de nuestra protagonista, pasando de tener a una niña llena de ideas y de imaginación pero sin capacidad alguna de manejarlos de acuerdo al momento y a la situación, a tener a una Ana en la cúspide de su adolescencia, con una profesión y cada vez más responsabilidades, pero que aún conserva ciertas chispas de su niñez.
Me siento como si estuviera bebiendo de un rayo de sol.
Realmente es un libro muy fácil y rápido de leer, y que te mantiene atrapado/a a lo largo de toda la historia, pues constantemente están sucediendo cosas que impiden que puedas dejarlo, jeje. Lo cual según mi opinión, ¡es perfecto para estos días de cuarentena!
Muy buena recomendación, he visto algunos episodios de la serie de netflix y no dejo de apreciar que es una hermosa e interesante serie, aunque esa niña me produce una impresión de excesivo apasionamiento con el que no me identifico mucho, saludos ana.