El Maracucho- Así somos.

in #spanish7 years ago

Hola amigos de Steemit, para mi primer post quiero hablarle sobre los maracuchos y nos distingan cuando se encuentren con alguno de nosotros.

Conocer a un maracucho es abrir una caja de sorpresas, son excéntricos, joviales, dicharacheros, y fáciles de distinguir entre una multitud en cualquier parte del mundo.

Dicen que entre mil personas, es posible meter la mano y sacar al único maracucho del grupo. La frase, exagerada por demás, debió ser acuñada por algun nativo de estas tierras, quienes resaltan entre la multitud por las particulares características que poseen en cuanto a personalidad, comportamiento y manera de hablar y de expresarse en general.

Parece irreal, pero un maracucho puede distinguirse a la distancia. Hablan con ún tono más alto de lo habitual, se mueven mucho mientras lo hacen y, además, acompañan cada frase con abundante gesticulación. Y lo mas usual es que al final, rematen lo dicho con una vulgaridad de las más gruesas, acompañada de su forma gráfica.

(en la imagen: Rafucho El maracucho, reconocido actor y comediante)

Son de risa amplia y estruendosa, y no existe un ser más efusivo que un marabino, cuando de demostrar afecto se trata. Abrazan y alaban a la persona en cuestión y lo adornan con nombres como hermano, cuñao, compadre y primo si se trata de un hombre, y chama, panita, comadre loca y caraja si se trata de una mujer. Cuando el nexo afectivo es bastante grande se utiliza el "primo hermano o prima hermana", sin olvidar la máxima expresión de cariño: mijo o mija.

En el ámbito laboral son bastante creativos. Hacen más con la boca que con las manos, pero al final resultan pioneros en muchos o casi todos los campos: incluso, son capaces de modificar o "maracuchizar" cualquier cosa para adaptarla a los requerimientos de la región.

¿Quién no ha escuchao hablar de las "maracuchadas"? Son actos propios de éstos lares, que se aplican al efectuar labores cotidianas como conducir, ir de compras, trabajar, estudiar o enamorarse, entre otras actividades. Si no sabe a qué se hace referencia, sólo observe los ejemplos; Son maracuchadas: pasarse la luz del semáforo o hacer un cruce indebido, colarse en la caja del supermercado o copiarse en un exámen. Todo con el indiscutible sello marabino.

Y en cuanto a gustos, aunque muchos aseguran que los habitantes de esta ciudad son exagerados y "salaos", es justo admitir que hacen alarde de la excentricidad y el exotismo, atributos que se evidencian en la cantidad de adornos, los colores y las combinaciones que emplean en su ropa, vehículo y vivienda.
(Rafucho de nuevo)

El típico nativo es original hasta pa' entablar relaciones afectivas. Cuando está en presencia de una mujer que le atrae no puede dejar de echarle piropos y hacerse el gracioso, Las maracuchas, por su parte, son bastante coquetas, a pesar de que todo el tiempo "se las dan de duras".

No hay maracucho que se resista a decirle a alguien que está varado en la carretera; "¡echale gas y le prendeis un fósforo!", así como a montar el carro en cualquier acera, asi haya diez mil puestos de estacionamiento. Y para colmo, cuando uno esta parado bajo un semáforo, no falta otro que comience a cornetear, aunque la luz esté en rojo.

Cuando en maracaibo la temperatura alcanza los típicos 45 grados, la frase más escuchada es: "¡Vamos a tomarnos un fresco pa'l calor!", y si una persona se monta en un autobús, y necesita quedarse en la esquina, pero el chofer lo deja varios metros despúes, el maracucho le dice "si quereis me llevais pa' tu casa".

Son conocidos en toda Venezuela y parte del mundo como personas daltónicas, ya que tienden a confundir la luz roja del semáforo con la verde, y una de las cosas a las que no se resisten es chispear con los neumáticos del carro a los transeúntes cuando esta lloviendo.

El típico desayuno maracucho consta de pastelitos, mandocas o tequeños; el almuerzo debe estar acompañado de plátano y queso en cantidades industriales, y la cena puede ser un patacón o tumbarranchos, todo esto acompañado de litros de Coca-Cola.

A la hora de comer en la calle, sobre todo si son arepas o patacones de un puesto callejero, adoptan una posición característica: de pie, con las piernas rectas y una inclinación de 45 grados de la cintura para arriba, con el trasero hacia afuera... La razón, evitar que el exceso de salsa se derrame por la ropa. Porque aquí todo tiene una explicación lógica y funcional... Y si no es así, pues se inventa.

El Maracucho.png