EL JOROPO, en contextos de cambio.
Para quienes desean saber sobre el Joropo, he de comentarles que esa forma tradicional de música y baile se práctica con énfasis en los llanos venezolanos y colombianos, pero hoy les hablaré de cómo se ha convertido en una referencia importante de la tradición venezolana.
El joropo como toda expresión de arte popular que involucra poesía, canto, música y baile, está en permanente evolución permitiendo con ello un notable crecimiento en su difusión y práctica; ya no es solo conocido en los Estados llaneros venezolanos como Apure, Guárico, Cojedes, Barinas, Portuguesa, donde ya cuentan con un vasto conocimiento sobre su lenguaje de creatividad improvisada sobre estructuras establecidas y parámetros determinados de estilo; sino que además su práctica se ha convertido en un estilo de vida, un modo de acción comunitaria resaltando lo heroico, la tradición, el amor a la tierra y a sus raíces; la defensa de la identidad, la hermandad colombo-venezolana, las faenas de trabajo, el orgullo y el amor por preservar nuestra idiosincrasia, surgiendo de manera genuina la transformación de la función social del joropo. De la fiesta campesina con el canto y el baile, al joropo instrumental de grabación, de concierto, de fiestas privadas, entre otros; y a medida que la música del joropo se fue grabando y escuchando en las ciudades, ya no solo lo escuchaban los campesinos, cada vez era más los dedicados de modo profesional al joropo.
Este proceso, sin duda, marcó una pauta en el desarrollo del joropo en nuestro país, fortaleciendo con ello nuestra identidad nacional y nuestra sensibilidad social frente a los cambios determinantes que se han llevado a cabo dentro de la difusión y expansión de este género.
En Venezuela, el Joropo es considerado emblema de la nacionalidad, y aunque las nuevas tendencias de exploración musical estética han aportado al crecimiento del mismo, no podemos alejarnos del origen étnico, y que sigue siendo un “organismo viviente, cambiante, que respira y palpita; y que ni las grabaciones ni las partituras detendrán el curso cambiante de sus manifestaciones”.
Por tal razón, cada día son mayores los motivos de ir profundizando en procesos que estimulen el conocimiento y práctica del joropo, de formar parte de ese desarrollo constante y significativo; conocer sobre sus diferentes variantes, de su métrica, de las formas estructurales que la historia fijó y que son base esencial en el arte de la improvisación y de la variación instrumental y vocal.
Hace ya más de 7 años elegí al Joropo como forma de vida, y mi objetivo desde entonces ha sido la proyección y difusión del baile de joropo, y que se genere un acercamiento profundo con sus formas, ritmos, parámetros estéticos, culturales, históricos y coreográficos; generar un impacto socio-cultural que impulse la comunión de un número cada vez mayor de personas con la experiencia cultural de nuestro joropo, propiciando la recuperación de nuestra memoria cultural.
Cada vez es más grande mi deseo que en la teoría podamos, incluso, debatir temas centrales en torno al Joropo, analizando el desarrollo del mismo como alternativa para la sostenibilidad social y cultural de una sociedad. Los enfoques del joropo desde una visión retrospectiva y territorial. El joropo en contextos de cambio.