Historia de una bebé amamantada por tres madres
En estos días hablando con mi mamá me contó una historia que llamó mi atención:
Finalizando el año 70, en el mes de noviembre, mi hermana mayor dio a luz a mi sobrino Luis. El 10 de diciembre del mismo año mi madre dio a luz a mi hermano José. Felices estaban Luis y José siendo amamantados a placer; y felices todos en casa con estos dos bebés.
Terminó ese año y para mayor felicidad el 19 de enero del 71, tía Petra, esposa del tío Goyo, da a luz también pero esta vez es una bebé, Goyita mi prima. Pero algo inesperado sucedió, tía Petra tuvo una infección y debió quedarse hospitalizada por quince días, pero dieron de alta a la bebé. Como mi madre vivía cerca, a una casa de tía Petra, decidieron dejar a Goyita al cuidado de mi mamá, ahora ya no eran dos bebés en casa sino tres con edades de 2 meses Luís, 1 mes José y Goyita con solo un día de nacer. Que bendición!!, que correr!! si casi no se duerme con uno imagínese con tres. Pero el mayor de los retos ahora era alimentar a la nueva bebé; ya que mi madre nunca dio fórmulas lácteas para bebés a ninguno de sus hijos.
Bueno tocaba de alguna manera resolver, así que como habían en casa dos madres amamantando, acordaron tomar turnos para darle pecho a la nueva bebé, así pues en un turno Goyita era amamantada por mi hermana mayor y en el siguiente le tocaba a mi madre tomarla en su regazo y ofrecerle tan preciado alimento a la bebé.
Así pasó ella 15 días siendo amamantada por dos mujeres que no eran su madre biológica, pero que con mucho amor y esfuerzo llevaron a cabo tan hermosa labor. Transcurrido este tiempo fue dada de alta tía Petra, la mamá biológica de Goyita, y fue llevada ella a su verdadero hogar y al regazo de su mamá y como ya era diestra en el arte de succionar se le hizo fácil pegarse a los pechos de su mamá, ahora si a tomar a sus anchas de los dos pechos de su mamá.
Gracias a Dios todo salió bien y Goyita creció fuerte, sana y avispada.
Y esta es la historia de una bebé amamantada por tres mamás.
Esta historia me hace pensar en esa palabra que dice:
"Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?"
(San Mateo 6:26)
Esto me recuerda del gran amor y cuidado que Dios tiene hacia nosotros y de lo valioso que somos para nuestro Padre celestial y me lleva a meditar en el principio, en la Creación y observo que Dios antes de crear a Adán; primero creó todo lo que él iba a necesitar para sustentar su vida.
" Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado." (Génesis 2:8)
En su orden perfecto, Dios proveyó de antemano todo lo necesario para Adán y la historia de esta bebé me hace pensar que Dios, a través de estas dos madres; preparó también antes de nacer, el cuidado y el alimento que ella iba a necesitar en ausencia de su madre biológica.
Pues si a las aves del cielo Él las alimenta ¿No hará mucho más a nosotros?. Creo firmemente que sí porque he visto la gracia y la misericordia de Dios para con nosotros. Glorificado sea Dios
Créditos del texto: @cipriana
Hacer clic en las imágenes para ver la fuente
Muy linda historia