Me lo contó mi abuelo "PAPA", la tragedia que selló la macabra historia de la pila 21 del Puente sobre el Lago DE MARACAIBO
Pensar en el Puente sobre el Lago es recordar las historias de mi abuelo sobre su construcción. Y es que en estos días de puentes caídos como el “Morandi” en Italia y de la alarma ante el presunto ataque incendiario para hacer caer a “El Coloso del Zulia”, me ha sido inevitable traer a memoria los relatos de “papa”, sí como dije, de mi “papa”, sin acento, de José Emiliano Toro,
quien en sus años mozos trabajó como albañil en la edificación del Puente sobre el Lago, una obra que hoy por hoy, figura por ser la estructura de concreto pretensado más larga del mundo.
Dentro de sus columnas esconde los más trágicos secretos como algo que pareciera un costo misterioso por ser baluarte de la ingeniería global. Es cierto. Me lo contó mi abuelo.
La edificación comenzó en 1959 y se inauguró el 24 de agosto de 1962. Muchos trabajadores murieron en ese lapso. Caían al lago y nunca más supieron de ellos, contaba “papa”, quien en ese entonces, se tuvo que ir a laborar en la obra a escondidas de “mama”, mi abuela Anasaria Vargas. Ella le prohibió trabajar en el puente. Temía perderlo. Pensaba en otra vía para alimentar a los ocho muchachos en casa, pero para mi abuelo no había otra opción. Se tenía que llevar el “bocado” a la mesa.
Madres, padres, esposas, hijos e hijas se concentraban en la obra. Reclamaban a los suyos, constructores que arriesgaban sus vidas. Cientos cayeron al vacío a más de 40 metros de altura. Todos los días iban a reclamarlos, pero nunca aparecieron. Se perdieron en las aguas del lago más grande de América Latina.
En una ocasión, “papa” se quedó varios días seguidos en la obra. Y como expresa el dicho que preguntando se llega a Roma, mi abuela se enteró que trabajaba en el puente. Lo fue a buscar y hasta allí llegó la “maraña”.
El enigma de la pila 21
Antes de irse de la obra, “papa” fue testigo de una tragedia que marcó la creación de la pila 21 del Puente sobre el Lago. Me contaba que mientras echaban el concreto para la cimentación de la pila, el tubo por el que fluía el cemento tumbó a un ingeniero español que estaba parado justo al lado de este pilar. “Papa” no recordaba su nombre. Solo sabía que era ingeniero y español. Nadie lo pudo sacar. No había forma. Cayó de cabeza en el fondo del pilar que tenía su base en la profundidad del lago. Nadie reclamó al difunto. “Ese hombre está allí completico”, decía mi abuelo, aludiendo a que seguramente el cuerpo está momificado por el efecto del concreto. Decía que así como el español, quizá muchos otros muertos estaban dentro de otras columnas.
Tras la escena del ingeniero, prosiguió una historia de muerte en la misteriosa pila 21. Se convirtió en el sitio que muchos han escogido para acabar con su existencia. Se perdió la cuenta de cuántos muertos van. Enigmáticamente se han sentido atraídos por lanzarse desde ese lugar. A pesar de que las otras pilas (la 20, 22, 23, 24, 25, 26) tienen la misma altura, nadie ha podido descifrar el enigma de la 21, un pilar marcado por sangre y suicidios, pero la gran interrogante es ¿Por qué? ¿Cuál es el misterio que encierra?
El incendio del pasado nueve de agosto, como parte de un presunto ataque para hacer caer a “El Coloso”, ocasionó que se derritiera parte del asfalto entre las pilas 21 y 23. Misteriosamente aparece de nuevo la 21.
El 24 de agosto de 1962, inauguraron el Puente General Rafal Urdaneta, mejor conocido como Puente sobre el Lago. Lo construyeron en hormigón armado y pretensado. Tiene una longitud de 8678 metros y 134 pilares.
En la parte central, es de estilo atirantado. Sus bases están ancladas en el fondo del Lago de Maracaibo, a una profundidad de 60 metros. Permite que embarcaciones de hasta 45 metros de altura puedan pasar por debajo y tiene una luz de 235 metros. Cuenta con dos carriles por ambos sentidos. Soporta un tráfico promedio de 45 mil vehículos diarios. Tiene el monumento de luces más grande de América Latina y el tercero en el mundo.
La majestuosidad de la obra y el sentir zuliano que inspira a los oriundos de la “Tierra del sol Amada” al pasar por ella, arropa en las nuevas generaciones el misterio de las vidas que quedaron atrapadas allí. Es cierto. Me lo contó mi abuelo.
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si gracias esa es la misma historia quien publico esa fue mi hermana y el que nos relataba siempre la historia es nuestro abuelo ... #RELATOSDELAVIDAREAL