Sistema Educativo Horizontal
Una educación horizontal supone considerar a todos los actores del proceso educativo como iguales en su dignidad y derechos, aunque entre ellos haya roles diferenciales.
Que exista horizontalidad en la educación supone diálogo abierto, cooperación y tolerancia, sin que nadie se considere más ni menos que el otro, primando el respeto por cada uno como persona diferente y valiosa.
No significa esto que el docente no sea la autoridad del aula, sino descartar el autoritarismo, y que el respeto hacia el maestro se base en una relación de confianza y de reconocimiento de él, como guía, en atención a que es ejemplo de rectitud y saber.
Que el maestro sea la autoridad no significa que no se le puedan pedir explicaciones, brindar argumentos en contra de sus dichos o exponer con libertad las propias ideas, siempre que no sean delictivas.
El educando no es menos que el maestro, sino que está en una faz de formación, no sabe lo que sabe el maestro, y con su guía aprenderá seguramente mucho, pero la idea no es que aprenda lo que el maestro sabe, sino que sea creativo, que siga averiguando, que logre transformar la sociedad en la que vive en pos del progreso no solo material, sino también moral.
Y para ello debe dejarse al alumno libertad (dentro de ciertos límites que no lo dañen a o a otros) y no considerarlo un ser que debe limitarse a reproducir y obedecer.
La escuela debe reconocer las diferencias de gustos, de ideas, de aspecto físico, de nacionalidad o de religión, pero sin valorar a unas u otras como mejores; y con respecto a la posición social, alentar a que todos puedan alcanzar sus metas, sin importar si son pobres o ricos, quitando la visión de un mundo donde algunos nacieron para mandar y otros para obedecer como habían sostenido los filósofos griegos, y rebatieron autores tales como Paulo Freire, con su “Pedagogía del oprimido”, donde se incluye como rol de la escuela la necesidad del pensamiento crítico y romper con las diferencias sociales.
La escuela tradicional apoya la competencia y los logros, es verticalista, para crear alumnos de primera y alumnos de segunda, a quienes les va reservando una escala de puntaje menor, con respecto a otros a quienes coloca en un nivel de superioridad en esta organización jerarquizada, donde las diversas posiciones sociales del individuo son vistas como naturales en lugar de culturales.
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