¿Alguien ha visto a Dignidad por allí?
La dignidad es el sentimiento de valoración personal que nos acompaña desde que nacemos hasta que morimos. Todos tenemos dignidad, es un derecho adquirido ontológicamente.
Cuando nos reconocemos, valiosos, merecedores, con virtudes propias para ser ejemplos dentro de un grupo, somos dignos. Ya por el hecho de ser personas con cada una de las particularidades y condiciones que tengamos, estamos provistos de dignidad; lo que implica que tenemos un beneficio adquirido: el respeto.
Nadie posee la facultad de enjuiciar a otro y catalogarlo de una manera o de otra, no somos jueces para dictaminar si alguien está o no provisto de dignidad, así como tampoco podemos decidir quién es más ser humano que otro. Sin embargo, es el propio individuo quien sí puede sentirse con poca valía o poco merecimiento para permitir situaciones que van en contra de sí mismo como personas.
Cada quien según su mapa de valores establece sus condiciones de vida y la de su familia, donde el decoro y las buenas costumbres se vuelven un baluarte, entonces, ¿podríamos decir que es posible desarrollar la dignidad? ¿Cómo hacen las personas para entender cuándo merecen o no un trato digno? ¿Pueden darse cuenta cuando están siendo humilladas? ¿el ser humano puede acostumbrarse a esos tratos?
Cuando las acciones indignas de una sociedad surgen como el único remedio a problemas coyunturales y resuelven necesidades personales, muchos son los que se acostumbran y olvidan que hay caminos menos escabrosos.
La ceguera puede generalizarse y hacer legítimas algunas formas de vida inusuales y hasta insólitas. Que la gente se acostumbre a lograr sus demandas con gritos y groserías, a empujar para tener beneficios, a que le quede un excedente producto de corrupción, a que los otros le rindan adulación para recibir el servicio que están obligados a dar, a exigir comportamientos reprochables para dar algún tipo de recompensa, son una muestra escasa de las muchas conductas que muestran una vida indigna.
No es la alegría fortuita por una ración de azúcar o una bombona de gas lo que va a darle significado a una vida, sino poder ejercer el derecho individual de considerar qué es valedero o no, en el amplio abanico de posibilidades que ofrece la diversidad: gracias al conocimiento, el gusto, el anhelo personal, la libertad, y el sistema de valores de cada quien.
Hola amiga la dignidad en este país se ha ido pero seguimos luchando. Saludos!
Claro, seguimos el camino sin decaer, siempre con dignidad. Saludos.
Lamentablemente la palabra dignidad o vivir dignamente pierde sentido gracias a la corrupción, guerras u otro tipo de eventos que sacan lo peor del ser humano, incluso aquí en Suecia he podido ver algunas cosas que me impresionaron, ya les estaré contando luego, un abrazo :D
Hola, @rahesi, estaré atenta a ese relato, a veces nos imaginamos que esto es solo algo local, pero el mundo está pasando por momentos donde la condición humana muestra su propia esencia que no siempre es la mejor. Saludos.
Si la pregunta es sobre Venezuela como escenario, te puedo decir que yo la vi por allí corriendo para alejarse de las cajas clap, de las colas, de los bonos y de infinidades de cosas más que la tiene aterrorizada y a punto de morir pisoteada.
Saludos y felicitaciones por tus excelentes reflexiones.
¡Gracias!, sí, ella corre de un lado al otro, el problema es perderla y que nos acostumbremos a vivir sin ella.
Muy buena reflexión en una realidad que vivimos día a día donde muchas personas se han perdido el respeto a sí mismas y por ende sienten que no son merecedoras de un trato digno o ni se dan cuenta cuando son maltratados y humillados. Saludos.
Sí, ese es el punto, "sienten que no son merecedoras de un trato digno", son muchas las situaciones que debemos tolerar y son inauditas, mientras, seguimos construyendo el presente enseñando a los niños los valores que les hagan merecedores de una vida digna. Saludos.
Para mi la dignidad es simplemente la honestidad que tengas contigo solo ante los ojos de Dios, no fallar cuando nadie te está viendo te hace una persona digna, porque si lo haces te estarías fallando a ti mismo.
Cuando todos te ven, es honestidad.
Buen punto, ser consecuente con uno mismo, saber de qué somos merecedores para no aceptar lo que no es justo y tener un comportamiento digno para lo externo pero también para nosotros mismos. Saludos.
;-)
Usar todos los medios posibles para quebrar la dignidad personal ha sido una de las tareas mas arduas de los políticos, usan las armas mas poderosas, como matarte de hambre y de esta manera, ante las puertas de la sobrevivencia perder ese don tan preciado. Estamos a escasos centímetros de perderlo.