¿Qué Hacer?: Capítulo II: El poder de decir "Yo no"

in #politica6 years ago

Hace un tiempo fui a un monólogo de Laureano Márquez, en el cual tomé para mi uno de sus chistes, según el cual quien respeta el semáforo del pedagógico no es de Maracay. Llamó a su show "Yo no", como una referencia a una publicación sobre Ricky Martin. Márquez decía que uno debía tener a fuerza moral para no ser corrupto y no perder la esperanza.

Recientemente vi una película/ Reallity show llamada "The Push", o "El Empujón", del "mentalista" Derren Brown. Según la sinopsis (Con algunos spoilers), Brown demuestra que puede manipular a una persona -a través de la presión social- para cometer un asesinato.

Lo primero que hizo el "mentalista" en esta especie de "The Truman Show" mezclada con "A Serbian Film" (Por favor no vean esta última, es cine Gore), fue identificar a personas manipulables. Una de ellas, fue colocar a tres actores a llenar una planilla de empleo. Cuando entró el primer participante, observó que los primeros se sentaban o se paraban al escuchar una campana (A lo Pavlov). Algunos no seguían la rutina, pero eventualmente logró -al retirar a los actores- que al menos 7 personas hicieran lo mismo, sin haber recibido una instrucción previa.

Luego de ofrecer una clase magistral de manipulación colectiva para youtubers y millenials, al final (No diré que ocurre), Brown cierra diciendo que esto está ocurriendo alrededor del mundo (Argumento demócrata liberal para justificar la victoria de Trump y del Brexit), pero que sí existen personas capaces, por su naturaleza, de confrontar procesos de sumisión social, diciendo "Yo no".

Más allá de comprender que estamos viviendo la mayor crisis económica de la historia de este país, creo que debemos empezar a entender 2 cosas: Esta estrategia nos la están aplicando en Venezuela desde hace más de 10 años y que nadie nos va a resolver nuestro peo.

La clave para resolver este problema como sociedad, es sacarnos la novela que nos pintaron en la cabeza, llamada "matarnos la esperanza", y reencontrarnos con frases como "el venezolano es del tamaño del compromiso". En síntesis, tenemos que aprender a no rendirnos, a aprovechar los errores del contrario, y por sobre todas las cosas, a decir "Yo no".