¿Qué hacer? Capítulo I: La estrategia

Uno de los analistas que previó el desastre del pasado domingo fue John Magdaleno. Y no desde hace dos semanas, sino desde la victoria de 2015 en las elecciones de la Asamblea Nacional. El politólogo hablaba sobre la necesidad de iniciar una transición, ya que no estamos frente a un régimen democrático. Para ello, se necesitan dos variables: la fractura de la clase dominante y un detonante. A propósito, en la mayoría de los casos, ese detonante son unas elecciones "sin condiciones".

En su análisis, Magdaleno pone como ejemplo varios casos de transiciones hacia la democracia alrededor del mundo. Quisiera escribir brevemente -y tal vez muy a la ligera- sobre los procesos de nuestros países vecinos. Así que, al mejor estilo de "El Secreto", le pido que cierre los ojos y visualice cualquiera de estos escenarios. #SpoilerAlert Les advierto que no les va a gustar del todo los posibles finales.

Argentina: Luego de años de dictadura militar de derecha, en la cual no solo hubo miles de asesinatos políticos y una crisis económica, también se les ocurrió declarar la guerra a Inglaterra por unas islas llamadas "Falkland Islands" por sus propios habitante. El desprestigio de los militares era tan grande, que decidieron iniciar la transición. No hubo castigo, al colmo que Raúl Alfonsín, primer presidente electo, fue obligado a renunciar por alborotar ese avispero.

Versión criolla: Maduro invade Curazado diciendo que esa vaina en algún momento fue venezolana (Aunque esté habitado por "African Americans" que comen pollo frito en KFC). Holanda nos vuelve mierda. Los militares se vuelven locos y matan a un poco de civiles (Cierto, eso ya ocurrió en 2017, pero preferimos echarle la culpa a la MUD). Llaman a elecciones y gana Leopoldo. Diosdado, aun con mando militar, lo hace renunciar y ponen a Falcón. En el año 2040, la Plaza Altamira sigue llena de madres vestidas de luto aun pidiendo justicia.

Brasil: Luego de 21 años de dictadura militar, se promueven elecciones en condiciones injustas. La oposición, compuesta por gente digna como Fernando Henrique Cardoso y ladrones como Lula y Collor de Mello, hacen su trabajo: motivar a la gente. El proceso de cambios constitucionales para una mejor democracia no fue de golpe, aun continúa.
Versión Criolla: Entendemos que nuestros políticos son una mierda, pero es lo que hay. Ellos recorren el país haciendo política proactiva y aceptan que un tipo como Falcón o Claudio Femín corone.

Bolivia: En medio de una crisis económica, la dictadura militar es derrocada por los mismos militares.
Versión criolla: 18 años esperando.

Chile: Mi caso favorito. A finales de los 80 y en medio de una prosperidad económica, Pinochet decide hacer un plebiscito, cuya mejor condición fue dar la oportunidad a la oposición de hacer campaña por 10 minutos en TV. La "Concertación" ganó, pero Pinochet siguió con parte del poder.
Versión Criolla: Contratamos a un publicista descontaminado de la política local, para motivar a la gente a votar (Lo hicimos en 2015 y funcionó). El presidente del CNE no es Tiby sino Suárez Chourio. Y aun así, se los metemos completo. Maduro es nombrado Senador Vitalicio.

Colombia: No permitieron que el comunista llegara al poder. Jorge Eliécer Gaitán fue asesinado. 50 años de guerra civil.
Versión Criolla: Matan a Chávez en Yare. Viendo el caso colombiano, gracias a Dios no se les ocurrió esa vaina.

Ecuador: Luego de la presión social, la dictadura decide ir a elecciones en condiciones desiguales y la oposición gana.
Versión Criolla: Nos toca esperar 6 años.

Nicaragua: En medio de una guerra civil y una crisis económica monstruosa, la oposición fue a unas elecciones fraudulentas y ganó. Pero lo hizo tan mal, que hoy Daniel Ortega está en el poder.
Versión Criolla: ¿Están viendo que no era tan tonto votar el domingo?

Panamá: Luego de dos pases de perico y haberse robado unas elecciones sin "condiciones mínimas", a Manuel Noriega se le ocurre sacar un machete y declararle la guerra a los Estados Unidos por el control del canal. Lo jodieron con 2 helicópteros y murió preso.
Versión Criolla: Ni lo sueñen. Panamá es Maturín con una Trump Tower. Hoy ese país se controla con 5 drone. Y aunque los gringos le hicieron el mandado (Ellos mismos montaron a Noriega en la presidencia), allí también se participó en elecciones fraudulentas.

Perú: Fujimori fue a elecciones con Toledo. Se las robó y al poco tiempo cayó.
Versión Criolla: La cagamos el domingo.

Paraguay: Luego de 35 años de dictadura, tiempo en el cual asesinó a un gentío y protegió nazis, Alfredo Stroessner es traicionado por su consuegro.
Versión Criolla: Padrino patea a Maduro... en el 2.048.

Comentarios finales:

Todos los finales son amargos, pero hoy muchos venezolanos están emigrando a esos países en autobús e incluso en bicicleta. Tan mal no les fue.

La izquierda, que en casi todos los casos generó crisis económicas que concluyeron en golpes de estado (Patrocinados casi todos por USA), décadas después volvió al poder.

Tenemos que desprogramar de nuestra cabeza frases como "Marcha sin retorno", "dictadura no cae con votos" y demás pendejadas que repetimos o peor, damos RT o reenviamos por Whatsapp. Las dictaduras caen aprovechando oportunidades, como la que probablemente tuvimos el domingo.

En no todos estos casos hubo un momento electoral, pero sí una crisis económica (Menos en Chile).

Las dictaduras de derecha trajeron progreso, pero con desigualdad y asesinatos.

Es muy probable que una de las ratas que hoy nos esclaviza, sea un hombre fuerte en el próximo gobierno.

Es necesario crear una estructura de conducción política supra MUD y Frente Amplio, que diseñe una estrategia de cambio. En mi opinión, se necesitan tipos como el mismo Magdaleno, Aveledo, porque le dio cierto orden político a la oposición; Chúo Torrealba, gerente de la victoria de 2015; y se necesita a un chavista, alguien que piense como el pueblo, ese target de personas que si bien cada día son menos, nunca los esforzamos por entenderlos.

Punto positivo: Si bien las transiciones llevan tiempo, entre 2005, que la oposición la cagó llamando a no votar, y 2015, cuando nos transformamos en mayoría, pasaron 10 años. Ya parte del trabajo está hecho, solo falta canalizarlo.