Poesía 2
Sales caminando como ente pendiente,
no estás segura si esperas un camino en compañía o ese silencio que, de costumbre,
lacera tu mejilla izquierda
y la deja congelar de frío.
sales despacio de puntillas,
como una ladrona en noche de luna,
te mueres de ganas en descubrir ese algo, tibieza en las estrellas,
y te quedas ahí,
prendada de su voz unísona,
profunda,
con ese acento que te dice princesa
y te abraza en una manta de versos claro-oscuros.
sin querer, te pierdes en magia.
entras desnuda con tus harapos encima,
cada uno con razguños.
Él ahí,
con sus manos llenas de cicatrices, convertidas en pétalos para desprenderte del pasado y dejarte en cueros,
sin nada,
con el vientre expuesto,
el alma en su pecho
y sus besos en cada poro de tu esencia.
te consumes
y te entregas,
en un voto de luna sobre su piel.