Primer post

Hola que tal, la verdad, me encontré con esto por casualidad, pero no quiero dejar este blog solo por que si, quiero ser tan grande como el cielo pero a la vez tan pequeño como un grano de arena, y voy a centrar este blog a cosas personales y de mi cuenta de youtube, por si gustan seguirme, en lo que aprendo a como usar bien el html de la pagina, les voy a contar una historia, mas bien un libro de mi completa autoria y fragmentado en capítulos para ustedes.

2 de abril del 1956 una mirada dijo mas que mil palabras, esos ojos deslumbrantes, sin color peculiar alguno, sin ser un color extravagante, como el azul, el gris, o verde, ella era común, de ojos cafés, sin ninguna peculiaridad en especial, su rostro era blanco, pero no lo suficiente como el pelaje del armiño en la nieve, delgada y de buen porte, no hace falta exagerar sus rasgos, su cabello negro se extendía hasta media espalda, lacio y sin ningún brillo peculiar, en este momento quisieras preguntarte si no es alguien fuera de lo normal ¿entonces qué tiene que ver?. Has escuchado la frase “los ojos son la ventana al alma”, si no sabías de ella pues aquí está, lo bueno y lo malo es que pocas personas saben ver a travez de esa ventana y cuando su mirada se cruzó con la mía cada uno supo ver lo más profundo que había en nuestras miradas y eso es lo fundamental, ahora que ya conoces el porque hablo de ella, empezamos por qué entiendas quien soy.
Una cabeza asomaba por la entre pierna de una mujer, sangre, líquidos y una vista muy común para el doctor daban inicio a una nueva vida, algunos pocos cabellos castaños dorados asomaban de la calva húmeda y sucia cabeza de aquel pequeño que nacía en un cuarto de hospital de milicia, el doctor procedía conforme a los conocimientos, una nalgada en las sentaderas para que el pequeño con el llanto expulsara las flemas, sin embargo una tos muy común acompañada de un silencio dejó salir la flema de la garganta y la nariz, ni un llanto se escuchó, Lo cual fue bastante peculiar para el doctor, en todos sus años de experiencia jamás había tenido una semejanza con este tipo de situaciones, miro al los ojos al pequeño y dijo en voz lenta y suave -Que valiente eres pequeño, la madre cansada tendida sobre la cama pedía abrazar al pequeño, lo cual le negaron por procedimientos, pasaron a tomar al pequeño un par de enfermeras para llevarlo a tomar un baño, después de una limpieza rápida, las dos enfermeras regresaron con sonrisas en los rostros, afirmando que el pequeño era muy risueño, a pesar de lo poco que había estado en el mundo, cuando la madre lo tomo entre sus brazos, ella le quito las vestiduras, una pequeña cobija, unos delgados guantes, pequeños y calientes calcetines, bajo aquella atenta mirada de la curiosa madre que revisaba cada cabello, dedo, extremidad y todo lo referente a salud, la joven madre y el doctor se mantenían fijos a la reacción del pequeño, la misma gruesa voz del doctor rompía el silencio, -Guerejo, pronuncio alegremente el doctor, esperando una cálida sonrisa como las doctoras lo habían dicho, el pequeño echo a llorar, una carcajada cansada aun que muy perspicaz salió de la boca de la madre y otra muy irónica del doctor. Pasaban los años rápido, el pequeño poco a poco comenzaba a hablar, cosas sencillas, comida, papa, mama, cosas que cualquier pequeño pueda aprender fácilmente, la vida poco a poco le enseño a caminar con tiempo y dedicación, después a correr y como cualquier niño, era muy inquieto, ocupaban seguirlo para ver que travesura se le ocurría hacer, subirse a la mesa, tomar los trastes y hacer una batería de ellos, encender y apagar la radio a destiempo hasta que el fusible se quemaba, simplemente porque le gustaba ver la chispa, los años y los cumpleaños pasaban uno tras otro, bajo la protección de papá y mamá, pero no en todas las familias las cosas son miel, esta vez las cosas empezaban a ser diferentes ante sus ojos del pequeño, problemas entre sus progenitores causaban des balances dentro de él, cosas que poco a poco crearían desacuerdos emocionales, cosas que el pequeño no sabría sacar dando paso a buscar la manera de liberar esa presión acumulada, las cosas se arreglaban por días a veces hasta semanas, pero alguna cosa, sucedía y la mecha se volvía a encender, la madre al darse cuenta comenzó a hacer cosas para distraer al pequeño, clases de música salidas mas frecuentes al parque o incluso sentarse sobre una cobija en el piso y hablar las cosas hasta que todo estuviera bien, las cosas parecían mejorar, pero la memoria de un niño es eterna y las cosas que sucedían no las hacia tan fácil de olvidar, mas gritos y reproches, las cosas se tornaban cada vez mas oscuras, las lagrimas de un niño de apenas ocho años no sabían si salir o quedarse encerradas en esos verdes ojos, había que demostrar fortaleza ante el padre pero apoyo a la madre, las soluciones fueron siempre llevar al niño a otro lado, con tíos, abuelos, primos, en lo que los padres solucionaban sus problemas, pero las cosas no siempre iban a salir bien, cuando un niño abre los ojos ante la realidad de la vida, y mas a esta corta edad, aprende cosas que lo hacen defenderse por si solo, pronto eso lo tendría que poner en práctica, porque las cosas se salían de control, mamá comenzaba a ir a terapias con el doctor, papá también aun que no decía nada, mamá empezaba a comer “dulces” para los adultos, disfrazando caramelos como medicina para el niño y evitar que tomara las medicinas de ella, poco a poco el sentía algo diferente dentro de él, como si eso qué más quisiera en algún momento seria arrebatado, las noches pasaban y un día por la mañana su madre se sentía mal, no reaccionaba a lo que su hijo le pedía, pasaron las horas y papa llegaba a la casa, comenzaron a discutir, aun que la muer un poco desorientada pedía abrazar a su hijo, el padre tomo un teléfono y al contacto de la operadora pidió redirigir su llamada a un domicilio, poco tiempo de pues la madre y el niño no se dejaban de ver como si algo fuera a pasar, en el aire corría peligro, sin embargo nadie lo sabía, llego un pariente cercano de el niño, un sobrino de su papá, primo de sangre del pequeño unto con la madre de su padre, lo retiraron y dejaron en soledad a los dos padres de los niños, poco a poco las lagrimas corrían y se secaban en ambos rostros, de la madre y del niño, aun que lejos entre ellos, pero cerca con una conexión entre los dos.
​La noche larga paso y ninguno de los dos regreso a ver su mirada como la recordaba.