La historia de como perdí a mi perrito.
El cariño, amor, afecto son unas de las armas más poderosas de los seres vivos, en especial cuando este afecto y casi siempre es así, es correspondido. Esto lo entenderá todas aquellas personas que tienen una mascota saben la magnitud de tal relación, así como el importante papel que el animal desempeña en la familia.
La historia de mi perro “Rex” y yo es un poco compleja pero muy dolorosa, yo a la edad aproximada de 14 años, actualmente tengo 19, junto a mi vivía un vecino, el cual tenía una perrita muy hermosa llamada “Luna”, esta mascota estaba embaraza, y al dar a luz tuvo dos lindos cachorritos, uno hembra el otro macho, mi vecino, nos ofreció darnos al machito ósea a “Rex”, mi mama no quería aceptarlo, ni mi padre, pero desde el primer momento en que yo vi a este pequeño me enamore, y decidí hacer todo lo posible porque mis padres aceptaran quedárnoslo, hasta que lo logre.
Pasaron 2 años ya mi cachorrito había crecido, por lo cual mis padres decidieron mandarlo hacia nuestra finca, lo cual me puso muy triste ya que quedaba muy lejos de mi casa, y no lo podría ver con tanta constancia, pero no pude hacer nada, pasaron 2 años más, de vez en cuando visitaba a “Rex”, hasta que mis padres decidieron vender la finca, lo cual condujo a que mi padres lo trajeras de vuelto a casa, esta noticia me alegro micho porque yo amo a este perro como a ningún otro animal, luego de casi un año tenerlo en casa, a mi ahora me toco marcharme a otra ciudad por motivos de estudios, entonces mi perrito quedo en casa con mis padres, que triste ahora no era el, el que se iba si no yo, pasaron más o menos como 4 meses que estuve sin ver a “Rex”, una semana antes de volver a mi ciudad decido hacer una llamada, para preguntarle a mi mama por mi perro, a lo cual me respondió que estaba muy bien, que me extrañaba, etc.
Lo que no me dijo fue que lo había tenido que regalar ya que los vecinos molestaban mucho porque sus perros le ladraban al mío cuando pasaba por las aceras de sus casa, usted preguntaran como me entere de esto, pues resulta que en el momento que yo cuelgo la llama, el tío donde yo me estaba quedando, me pregunto ¿Oye tú no sabes que tu mama regalo a Rex?, al escuchar esta noticia se me partió el corazón no lo podía creer, de nuevo, estaba vez sin saber si lo volvería a ver, por lo cual me toco adelantar mi viaja para el día siguiente, con esperanza de que esta noticia fuera mentiras, pero para mi desgracia, mi peor dolor era cierto, habían regalado a mi amado perro, apenas llegue a mi casa, esto me enfureció mucho, pele a gritos con mi mama y papa por ese motivo, pero ellos al calmarnos me dijeron que lo habían regalado a unos amigos de la familia, que lo podría ver de nuevo, a penas lo supe decidí comunicarme con estos amigos, y así poder cuadrar aquella visita, la cual pensé sería diferente, llego a casa en toda la entrada estaba mi “Rex” mis lágrimas corrían por toda mi cara al ver a mi pequeño después de tantos meses, pero para mi desgracia ya no era como antes, aquel cachorrito que yo amaba tanto y el a mí, ya no me reconocía, me dejaba consentirlo pero ya no era la misma alegría que al le daba al verme cuando vivía conmigo, esto me rompió el corazón por lo cual decidí ir me de este lugar, con el corazón roto.
Solo quería compartir un poco de esta historia para que sepan lo duro que es sentir lo que yo siento cada vez que pienso en mi “Rex”.