El último rayo de una linterna.
Lo que trastornó nuestra historia sin terminar.
¡No voy a ode a nadie!
Y me encanta como una naranja!
Pero no quiero servir a dios.
Y la canción se vierte en los valles lejanos.
Implican espacios abiertos
Por las noches, por alguna razón, no puedo dormir.
Todo lo dicho en un ataque de miedo!
Tengo miedo de perderte mi reina.