Luz en sus ojos.
Llena de felicidad ella estaba, cada dia era una maravilla sin importar qué, su rostro siempre estaba iluminado con una sonrisa y una mirada de inmensa felicidad e inocencia, todo siempre fue perfecto aunque las cosas estuvieran mal, sabia sacar la minima parte positiva de las peores cosas que ella vivia día a día.
Sus virtudes siempre salian a relusir y a pesar de todo tenia e irradiaba seguridad y confianza en si misma, estaba en un nuevo mundo por así decirlo, nunca le fue dificil adaptarse, estaba dispuesta a afrontarlo todo con una sonrisa por que en realidad para ella todo, aún lo mas desagradable era algo totalmente soportablee. Veia su futuro y lo veia lleno de felicidad, de triunfos, de amigos, de amor y de prosperidad, se podria decir que era una chica completamente feliz, a pesar de que algunas pequeñas cosas la abrumaran, en su mirada se veia la fuerza, su vida nunca fue facil pero ella siempre supo como afrontarlo todo, aun siendo una pequeña niña que apenas y sabia dividir, jamas vio las cosas de una manera negativa, pero la realidad era que ella no sabia lo que aun estaba por vivir.
Esa pequeña niña de tan solo 13 años empezaba a crecer y aunque sabia que las cosas cambiarian jamas se imaginó todo lo que podria pasarle. Ahora en un lugar totalmente nuevo sin miedo a nada empezo a adaptarse, en su mirada se veia la ansiedad de querer comerse al mundo, conocerlo, queria crecer.
Todo por un largo tiempo fue perfecto para ella, aunque algo estaba cambiando, estaba conociendo lo que era vivir con su padre, practicamente un desconocido para ella, al cual veia en dias de cumpleaños apenas, y ahora vivia a su lado, dejando atras la vida que poseia con su madre. En realidad esto a ella la llenaba de felicidad, estaba con su padre, un hombre al cual a pesar de todo amaba y era el mejor, pero como todos dicen "nunca se conoce a una persona hasta que convives con ella bajo el mismo techo".
Nada era en realidad perfecto como ella se imaginaba, los primeros meses eran maravillosos, una felicidad inimaginable la invadia, para ella todo era una experiencia maravillosa, aun extrañando a su madre, una mujer ejemplar, se sentia totalmente feliz de lo que la vida en ese momento le estaba dando, el amor de un padre. Todo eran sonrisas y juegos, jamas era reprimida y eso a ella le encantaba, pero poco a poco eso iría cambiando, pues como todos dicen "nada nunca es perfecto".