Es oportuno decir: Hasta luego.
Después de gastar mi saldo enviando mensajes con cada cita del libro que estoy leyendo; buscando unas veces alegrarle, otras darle ánimo y principalmente dejarle claro tantas cosas que siento y anhelo; no recibo respuestas, él no aparece, un mensaje en mi contestador revela sus intenciones: Escapar por un tiempo de la rutina, no me lo dice directamente pero no quiere que yo interrumpa su búsqueda.
Y le entiendo, supongo que no está bien sentirse como sé que el se siente, tantos ojos, tantas letras tres mujeres, sus sueños, su corazón bohemio, sus ganas de independencia, elementos que se combinan y generan sus ganas de dejar todo atrás.
Por primera vez en cinco meses pienso en mí, he decidido dejarle, he decidido no buscarle, no lo haré hasta que él no esté tranquilo y me otorgue alguna señal que indique que en su vida hay un espacio para mí. Me ha dolido bastante ser presa del insomnio, cada noche que lo extraño y que me pregunto “Qué será de él” poco a poco he agotado todos los cartuchos de la esperanza, él no aparece y yo me quedo con una infinidad de sueños y expectativas en las manos, en el corazón y en la cabeza.
Rogaré cada día al cielo por su tranquilidad, pero no irrumpiré en su luz roja, esa, que siempre me ha indicado que no debo acercarme.
No encontré forma ni ganas de editar éste texto, me parece bien así como está :)
Disfrútenlo.
:)
Un artículo que inspira mucho sentimiento, para mi se puede definir en amor propio. Dejar libre a quien no quiere querernos , todo es por una razón :D
Las despedidas duelen pero a veces son necesarias.
Es tiempo de limpiar todo lo tóxico para uno y para con uno.