-"Déjame ver cómo te masturbas".

La expresión puede llegar a paralizar a muchos, pero lo cierto es que es una excelente idea.

La práctica de la masturbación es abiertamente aceptada y recomendada por los especialistas por sus múltiples beneficios. A través de la auto estimulación se consigue relajación, auto conocimiento y la posibilidad de ensayar nuevas formas de placer que luego pueden aplicarse durante el encuentro con la pareja.

Sin embargo pocas veces consideramos las posibilidades que se abren en la relación de pareja cuando nos decidimos a practicar la masturbación durante los encuentros íntimos.

Ya sea que se trate de una relación que apenas comienza o de un matrimonio consolidado, la introducción de la masturbación en la dinámica sexual permite a los amantes mostrarse en un nivel de intimidad mucho mayor, en el que cada uno muestra el tipo de estímulo que prefiere y a su vez excita a su contra parte mediante la exhibición del propio placer.

La preparación del momento con antelación jugará a favor de la pareja, ya que incrementa la expectativa y favorece la mayor valoración del momento. El uso de aromas, luces cálidas, juguetes eróticos o cualquier otro elemento del agrado de ambos reforzará la intensidad del momento, y una vez alcanzado el clímax, el ambiente de intimidad será propicio para conversar sobre la experiencia y aportar más información sobre gustos, preferencias, fantasías, temores, dudas o ideas para próximos encuentros.

Aprender a masturbarse delante de la pareja hasta conseguir el orgasmo puede resultar muy erótico, y al mismo tiempo ayuda a ganar confianza en la capacidad de brindar placer visual y superar el pudor al ser observados. Otra variable dentro del juego es la estimulación simultánea: Los amantes frente a frente se masturban sin tocarse uno al otro, intentando prolongar el momento tanto como sea posible.

Tambén es propicia esta experiencia para experimentar nuevas posturas y movimientos que aumenten el deseo.

El siguiente paso es aprender a masturbar a tu pareja. Para ello es necesario conocer y respetar sus ritmos, aprender sobre sus sensibilidades y recorrer sus zonas erógenas evitando concentrar toda la atención en el área genital. Dos amantes capaces de masturbarse mutuamente pueden alcanzar niveles de placer e intimidad que nunca creyeron posibles. Solo es cuestión de atreverse y practicar hasta dominar las técnicas.

Te deseo orgasmos y risas hoy y siempre.