No es tarde pero cae el sol tras unas montañas que antes brillaban en distintas tonalidades de verde, son cerca de mil y algo de metros de altura donde el aire se respira diferente y donde si paras el vehículo no se oye más que tu propia respiración.

Me sitúo en un capítulo posterior a la salida de mi visita a Ronda dirección San Pedro de vuelta a la otra civilización, dejé atrás el campo de Málaga y sus gente, el pasado de Málaga y su historia, el turismo de la zona que he de decir que se inunda de japoneses con sus típicas cámaras y la eterna sonrisa despreocupada como buenos turistas.

Y justo antes de emprender la marcha, porque hoy todo está un poco desordenado quise echar la mirada atrás hacia la Sierra malagueña oriental que milagrosamente está nevada en su cima, lugar de pinsapos, almendros, pinos, olivos y cientos de especies animal, una fauna increíble para estudiar y comprender el terreno.

Pero me quedo con las aves de la zona, riquísimo parque natural protegido y necesario para esta tierra que me acoge, nada mejor resume este fantástico hábitat, por cierto, me dí cuenta que en la imagen se cortó el ave más espectacular de cuantas vimos con permiso del cernícalo y el búho real y ese es el Halcón Peregrino.