Y...¿si nos conocemos?

Te digo mi nombre, me dices el tuyo y entablamos una conversación para "conocernos". En el cara a cara, esto sería lo "usual", sólo que...nos encontramos en una red, en la web en el mundo virtual. Acá...valen las palabras, mi historia, mi cuento, cómo te lo digo, las imágenes asociadas, lo que te inspire aquello que te vaya a decir. Como este es el asunto, aquí te va mi historia:

Iniciamos el recorrido desde el llano y nos vamos a Caracas. ¿El rumbo? una nueva vida, atrás se quedan los días de libertad, aire puro, rutinas sencillas y amigos, todo eso se cambia por edificios, el metro y el trajinar de una ciudad que vive al ritmo del reloj. Nuevos amigos y vivencias entran en escena, una carrera nocturna en la casa que vence la sombra para obtener un cartón, del cual no vivo, seguir estudiando lo que me gusta, forjarme una vida académica para que años después, vuelva como docente de esos espacios que me dieron asilo por tanto tiempo, donde viví, conocí gente maravillosa (con la que aún mantengo contacto, me enamoré (con ese...no tengo contacto), es decir, hacer vida universitaria. Para graduarme, buscar un empleo ayudando a otros y luego, llegar al punto de preguntarme y ahora, ¿qué hago?

Por ahora, esa respuesta está en construcción, seguimos en esta vida, generando cosas, sorprendiéndonos del amanecer, disfrutando de las risas, compartiendo experiencias; en otras palabras, vivir, pero...se trata de una presentación, ¿cierto? Entonces...¿Qué quieres saber de mi? ahí te lo dejo, soy ávida de la lectura, interesada en conocer, docente a morir, sin filtros, "normal", querida, familiar, vivo el momento, sin dañar a otros, mostrándome como soy desde mi mejor lugar para lograr ser feliz. En fin, ahí...te dejo mi historia, sin acabar, en construcción y cambio constante.

Nacita.