Era un viernes por la tarde, había logrado salir a tiempo del trabajo, al entrar en casa recordé que no había cerrado bien la puerta, entonces regrese para hacerlo, cuando repentinamente algo bloqueo la puerta, las luces parpadearon y no había nada, pensé que solo estaba siendo paranoica, producto del cansancio.

Entonces prepare mi cena y luego de comer me fui a la cama, de un momento a otro sentí como si me asfixiaran, una presión tan fuerte y aterradora en mi cuello, que parecía degarrarlo, entonces colapse.

Desperté muy asustada revise mi cuello y no había nada, pero no podía parar de llorar, en ese momento comprendí el terror de la muerte, sin embargo solo era el comienzo.

Sábado a las 8pm, un fuerte sonido empezó a oírse en toda la casa, era un sonido tan horrible e insoportable, que pensé que mis oídos sangraban y que mi cabeza estaba por explotar, nuevamente me desmaye y al despertar todo estaba normal, por así decirlo, pregunte a los departamentos vecinos si habían escuchado algo, pero todos lo negaron.

Pensé que me estaba volviendo loca tanto que decidí asistir a una cita con el psiquiatra, el dijo que según los síntomas podría tratarse de esquizofrenia, si embargo los exámenes realizados, arrojaban completamente lo contrario, estaba en perfecto estado de salud, entonces el medico me dijo que solo era un fenómeno a causa del estrés y el exceso de trabajo, por lo cual tuve que tomarme unos días de reposo.

Sin embargo esto fue lo peor, la sola idea de estar en casa me daba ganas de llorar, no quería dormir, cada vez que lo hacia tenia terribles pesadillas, o eso pensaba, de un momento a otra me quedé dormida del cansancio, entonces sentí nuevamente esa terrible presión en mi cuello, mi respiración se cortaba, las lagrimas no paraban de salir, pero esta vez era diferente el dolor era más fuerte y vivido.

Por primera vez pude ver el rostro del perpetrador, era una figura horrenda y deformada, lo único que pude detallar antes de colapsar, fue su sonrisa mientras me asfixiaba, una experiencia sin lugar a dudas extremadamente perturbadora, en esta ocasión decidí creer en lo que me estaba sucediendo, pues aun si era una jugarreta de la mente de alguna manera la debía superar, por primera vez sentí unas ganas locas de vivir, mis ojos se empañaron de lagrimas al recordar las ultimas palabras de mi madre "Vive hija, vive al máximo cada día y se feliz, no por los demás, vive por ti".

Era Lunes ese día se me hizo especialmente difícil quedarme dormida, como si mi subconsciente me alertara, sin embargo esa cosa solo aparecía cuando estaba dormida o por lo menos eso quería hacerle creer. Entonces me quede "dormida" había escondido una debajo de las almohadas, entonces bruscamente sentí una opresión en mi rostro esta vez me asfixiada con una de las almohadas, casi no tenia aliento, estaba por perder la fuerza por completo, cuando por fin logre tomar la navaja, la balancee sin control tanto como pude, hasta que pude escuchar un quejido, ¡Ay!

Aun estaba mareada podía ver la sangre correr, estaba tan fuera de si, que no podía distinguir si era su sangre o la mía, entonces se abalanzó sobre mi y hundida en el pánico empuje nuevamente la navaja hacia el nuevamente ¡Aa! ¡Ay! Entonces se escucho un repentino silencio, pero ya no pude soportarlo más y termine perdiendo la conciencia.

Al despertar estaba en el hospital, no podía entender lo que había sucedido, más tarde llegaron los policías a interrogarme y me explicaron que habían acudido al departamento por el llamado de los vecinos por el fuerte ruido, al ingresar al lugar yo estaba inconsciente en la cama y había un hombre completamente desangrado junto a ella.

Para mi sorpresa este hombre era un asesino en serie, cuyo modus operandi era el de infiltrarse en las casas de las víctimas, luego las agredía y las hacia creer que eran pesadillas hasta que las volvía locas y luego las mataba.

No se imaginan mi rostro mientras el oficial me explicaba, estuve a punto de vomitar, en ese momento pensé que era demasiado información innecesario y luego sonreí, fue cuando pensé que realmente me había vuelto loca, por alguna razón sentí como si me hubiera liberado de una gran carga en mi pecho.

No podía parar de llorar, no se si era de alivio por haberme salvado o de terror por haber matado a una persona, lo cierto es que desde ese momento, nunca volví a despreciar mi vida, por supuesto que me mude y después de eso cambie de trabajo, decidí darle un giro por completo a mi vida, no les voy a negar que al inicio me daba miedo todo hasta mi propia sombra.

Pero como dicen por hay el tiempo lo cura todo, aun no por completo, pero hay voy, decidí no preocuparme más, si voy a morir prefiero haber hecho antes todo lo que siempre había deseado pero nunca me había atrevido, a morir infeliz y llena de arrepentimientos.

Fue difícil para mi afrontar estos hechos y atravese momentos que no le deseo a nadie, pero no es necesario, que estés al borde de la muerte para apreciar la vida, así que animate, te invito a vivir, vivir al maximo, vivir sin importar las opiniones de los demás, te invito a vivir por ti, vivir tu vida.

Debo confesarles que a pesar de que me gusta escribir este tipo de historias, soy bastante cobarde y curiosamente siempre me inspiro en la noche, suelo imaginarme los sentimientos de una persona en esa situación y plasmarlo en la historia, aplicandole un poco de dramatismo característico de mi persona, realmente espero les haya gustado y haber logrado despertar muchas emociones en ustedes.